En 2023 se matricularon más niños en las escuelas en Alemania que en los últimos 20 años. Los colegios no están preparados para dar clases a tantos escolares.
Rebecca (nombre ficticio) es profesora desde hace más de treinta años. Enseña inglés e historia en una escuela secundaria cerca de Hamburgo . Aunque cada vez con más frecuencia imparte clases de inglés solo, porque no hay más profesores para esa asignatura , e Inglés tiene más prioridad que su otra asignatura, Historia.
“Siempre nos falta personal. Ya no hay profesores sustitutos temporales en el mercado laboral”, dice. La dirección de la escuela no puede encontrar personal para los puestos vacantes y los compañeros suelen estar de baja por enfermedad durante semanas o meses, “porque la carga de trabajo los ha llevado al agotamiento”, añade.
Por ese motivo, hay asignaturas que ya casi no se imparten, e incluso hay escuelas que introdujeron la semana escolar de cuatro días. En Alemania, el sistema educativo es responsabilidad de cada estado.
Y esto implica que, por ejemplo, en un instituto de Baja Sajonia , las horas lectivas son 23,5, mientras que en Schleswing-Holstein son 25.
Cifras que alertan
Según la Conferencia de Ministros de Educación, el organismo en el que los ministros de esa cartera coordinan cuestiones de relevancia nacional, actualmente hay alrededor de 14.000 puestos vacantes de tiempo completo. A partir de 2025, serán 21.000 docentes los que faltan, y eso, posiblemente, no cambiará hasta 2035.
Economistas e investigadores, y también el Sindicato de Educación y Ciencia (GEW), que agrupa a maestros, profesores y trabajadores de educación de todo tipo de escuelas, consideran, sin embargo, que esas cifras son demasiado optimistas. “La brecha entre la demanda y la oferta de docentes crecerá hasta 56.000 puestos de trabajo a tiempo completo en 2035”, afirmó a DW la sindicalista del GEW Anja Bensinger-Stolze.
Según la Oficina Federal de Estadística de Alemania, en 2023 se matricularon en las escuelas 830.600 alumnos de primer grado, el mayor número en los últimos 20 años. Se espera que en los próximos diez años la cantidad de niños y jóvenes que asisten a la escuela aumente de 11 millones a 12 millones.
Eso se debe, en parte, al incremento de la natalidad, pero sobre todo, al aumento de la inmigración en Alemania. A finales de 2022, en todo el país había un cuatro por ciento más de niños de entre cinco y siete años que en 2021.
Más estudiantes, menos maestros
La situación empeorará también porque, a partir de 2026, los niños de la escuela primaria tendrán el derecho legal a permanecer en el colegio tras las clases, en una escuela de jornada completa. El GEW calcula que el número total de puestos vacantes en las escuelas alemanas podría ascender a medio millón en 2035.
Los estados federados son responsables de la formación de profesores y de financiar las plazas de estudio en sus colegios y universidades. Y las calificaciones están reconocidas en todo el país.
Para combatir la falta de personal, las escuelas contratan a personal de otros campos profesionales con formación universitaria. Al mismo tiempo, el número de estudiantes de magisterio disminuye por razones demográficas, y porque la profesión les parece a muchos jóvenes cada vez menos atractiva.
Además, el 40 por ciento de los docentes redujo sus horas laborables. También Rebecca: “Las lecciones, la preparación y el seguimiento, la corrección de los trabajos y los exámenes, son más de 40 horas a la semana”, resumió. También deben ocuparse de tareas administrativas.
Los niños inmigrantes necesitan más apoyo
En general, las condiciones laborales de los maestros y profesores han empeorado en Alemania. Las clases tienen más alumnos que antes, y dar clases es, por tanto, más complicado. “Tenemos más estudiantes de origen inmigrante que necesitan un mayor apoyo, porque no pueden recibirlo en casa”, añadió.
Los conflictos con los jóvenes requieren mucha energía. Los colegas que acaban de empezar su carrera docente suelen sentirse abrumados, explica Rebecca.
Un trabajo que debería ser más atractivo.
El sindicato presentó un plan de 15 puntos para hacer que la profesión de docente vuelva a ser más atractiva: reducción de horas laborables, clases más pequeñas, mejor protección de la salud y sistemas de ayuda para los docentes. Eso, además de equipos en los que los profesores trabajan con otros educadores sociales y psicólogos, pero también con intérpretes y profesores de la lengua materna de los alumnos.
En general, el sindicato no tiene muchas esperanzas de que la situación en las escuelas pueda cambiar a corto plazo. Durante demasiado tiempo, los responsables políticos simplemente no tomaron la situación en serio, advierten.
Por Sabine Kinkartz-DW