El presidente ruso dio a conocer datos macroeconómicos que muestran cómo el país ha logrado sobreponerse a pesar de las sanciones impuestas por Occidente, en represalia por la guerra en Ucrania. Pese a los fuertes golpes en el sector energético, un rublo debilitado y una inflación anual que parce tomar camino al alza, el mandatario aseguró que en agosto la Rusia vivió un superávit y que, para final de año, el PIB puede alcanzar un aumento del 2,5 %, o incluso más, hasta el 2,8 %.
Estados Unidos, la Unión Europea, Australia y Canadá impusieron sanciones a Rusia como castigo por la invasión a Ucrania; sin embargo, el alcance y la severidad de las sanciones no tienen precedentes para una economía del tamaño de la rusa, y aunque su PIB cerró 2022 en números rojos con el negativo 2,7 %, para este año el jefe de Estado pronostica que pueda revertir, con creces, el crecimiento económico y saldar el 2023 con el positivo 2,8 %.
“Recuerdo que en abril esperábamos un crecimiento del 1,2 %. Al principio incluso nos pronosticaban un crecimiento negativo (…), pero a final de año el crecimiento puede alcanzar el 2,5 % e, incluso, puede ser que más, un 2,8 %”, dijo Putin al abrir la reunión con el Gobierno sobre el proyecto presupuestario para el trienio 2024-26.
Y es que Rusia también esquivó este año la recesión técnica, la cual los economistas definen como tres trimestres consecutivos de crecimiento económico negativo. Entre enero y marzo, el país más grande del mundo reportó -1,8 % en su PIB y si no fuera por el positivo 4,6 % que registró en el segundo trimestre de este año, la recesión hubiera tocado a la puerta de Moscú.
Rusia esquiva la recesión y empieza a reportar crecimiento económico
Rusia también acumuló un semestre positivo en cuando a crecimiento económico se trata, con un 1,6 % en la primera mitad del año. Con estos datos, Putin dijo que “la actual situación económica es sólida y equilibrada”, y la comparó con 2021, antes del inicio de la guerra en Ucrania.
“En general, se puede decir que la fase de recuperación de la economía rusa ha terminado. Hemos resistido una presión exterior absolutamente sin precedentes”, subrayó.
En cuanto al sector energético, el que más ha sufrido con las sanciones de Occidente, Putin dijo que los ingresos estatales por gas y petróleo se recuperaron en julio y que en agosto se recuperó casi hasta los niveles del pasado año, mostró, además, que su crecimiento continúa al alza, pese a la difícil coyuntura en los mercados mundiales.
Sobre el debilitamiento del rublo, la moneda local, frente al dólar estadounidense, el presidente ruso culpó a la aceleración de la inflación y llamó a los miembros de su administración y al Banco Central a coordinar posturas y tomar medidas “a tiempo” para evitar el desplome de la divisa nacional.
La moneda nacional no acaba de recuperarse luego de haber alcanzado los 100 rublos por dólar a mediados de agosto, ahora ronda los 96 rublos, justo cuando la inflación empieza a presionar a la economía, acelerándose desde el 2,3 % anual de abril, hasta el 5,2 % anual que alcanzó en agosto.
Según las previsiones del Banco Central, la economía crecerá 3,6 % en el tercer trimestre y 1,5 % en los últimos tres meses del año, estimaciones que alejan, por mucho, un escenario de recesión en el país.
Por Juan Pablo Lucumí-France24 con EFE y medios locales