Los recientes comentarios del presidente ruso, Vladímir Putin, sobre posibles conversaciones bilaterales podrían indicar un giro en la diplomacia, mientras que el mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski, mantiene su presión en favor de un alto el fuego.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha expresado, por primera vez en años, su disposición a mantener conversaciones bilaterales directas con Ucrania, lo que indica un posible movimiento diplomático mientras aumenta la presión de Estados Unidos para que ambas partes alcancen un acuerdo de alto el fuego.
En declaraciones a los medios de comunicación estatales rusos, Putin afirmó el lunes que Moscú estaba abierto a discutir directamente con Kiev la posibilidad de detener los ataques contra infraestructuras civiles, en referencia a la efímera "tregua de Pascua" declarada por Rusia el fin de semana, una medida que ambas partes se acusaron posteriormente de violar.
"Tenemos una actitud positiva hacia cualquier iniciativa de paz", declaró Putin. "Esperamos que los representantes del régimen de Kiev opinen lo mismo". El presidente de Rusia reconoció además que los recientes ataques rusos habían alcanzado infraestructuras civiles, matando a varias personas, pero afirmó sin pruebas que esos objetivos estaban siendo utilizados con fines militares. "Eso es lo que tenemos que investigar... quizá bilateralmente", añadió.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, confirmó más tarde que Putin se refería a posibles negociaciones con Ucrania: "El presidente tenía en mente negociaciones y conversaciones con la parte ucraniana".
Ucrania sigue abierta al diálogo, según Zelenski
Ucrania no ha mantenido conversaciones directas con Rusia desde las primeras semanas tras la invasión a gran escala de Moscú en febrero de 2022. Sin embargo, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha dicho que sigue abierto al diálogo si puede conducir a un progreso significativo. En su discurso nocturno del lunes, Zelenski reiteró que Ucrania está "dispuesta a cualquier conversación" sobre el fin de la guerra y el cese de los ataques contra civiles.
También ha propuesto un alto el fuego de 30 días centrado en detener los ataques con misiles de largo alcance y drones contra zonas civiles, una idea que Rusia aún no ha aceptado. En una publicación en X, Zelenski reafirmó que Ucrania, junto con EE.UU., Reino Unido y Francia, está dispuesta a perseguir "un alto el fuego incondicional, seguido del establecimiento de una paz real y duradera".
Creciente presión internacional
El impulso a las negociaciones se produce en un momento en el que Estados Unidos ha adoptado una postura más contundente para poner fin al conflicto. El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, advirtió la semana pasada de que Washington podría retirarse de sus esfuerzos de mediación en "días" si no hay avances visibles.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, se hizo eco de este sentimiento, declarando el lunes que hay una "muy buena posibilidad" de un alto el fuego pronto, pero haciendo hincapié en la necesidad de "entusiasmo para querer ponerle fin" por ambas partes.
El marco de paz presentado a ambas partes con el impulso de Estados Unidos incluiría concesiones controvertidas, como el reconocimiento de la anexión rusa de Crimea y la exclusión de Ucrania de la OTAN, exigencias rusas que contradicen las líneas rojas declaradas públicamente por Ucrania.
Zelenski ha declarado anteriormente que Ucrania no reconocería ningún territorio ocupado por Rusia, calificando dicho reconocimiento de innegociable. Aun así, las conversaciones continúan. Esta semana, representantes ucranianos se reunirán en Londres con sus homólogos estadounidenses, británicos y franceses para seguir debatiendo el marco de paz estadounidense, basándose en las conversaciones mantenidas en París el mes pasado.

La Administración Trump también estaría coordinando otra reunión con Moscú. Los próximos días pueden determinar si el renovado impulso diplomático puede finalmente dar lugar a un camino hacia la paz, o si los desacuerdos fundamentales paralizarán las negociaciones.
Por David O'Sullivan- EuroNews