Julio Ricardo Maidana está prófugo desde el 25 de abril, cuando fue acusado de asesinar a su yerno. Los familiares de la víctima piden justicia y aseguran que fue planificado.
“Pa, vení, me quiso pegar”, fue la frase que detonó el crimen de José Luis Colla Davalos en el partido bonaerense de Florencio Varela. El joven de 21 años fue asesinado a tiros y el principal acusado es su suegro, que está prófugo. A diez días del crimen, su familia pide justicia, asegura que él no era violento y que había decidido terminar con la relación esa noche.
Colla Davalos convivía con Milagros Maidana en una casa en la localidad de Ingeniero Allan, que le pertenecía al abuelo de la víctima. Se conocieron en el trabajo, en el Parque Industrial de Quilmes. Tenían un noviazgo conflictivo que duró al menos dos años. Pero él no aguantó más y le dijo que tenían que terminar.
Entre las 21 y 22 del 25 de abril, ella fue a buscar algunas cosas que le habían quedado en la casa Colla Davalos y algo terrible pasó en el medio. Esa noche, los vecinos escucharon tres disparos y llamaron a la Policía. Cuando llegaron los agentes, encontraron al joven tirado en el piso sobre un charco de sangre.
En esa casa también estaba la mamá de la chica, Alejandra Coronel, que vio todo. La mujer declaró ante la Justicia y dijo que Colla Davalos había querido agredir a su pareja y que tuvieron una discusión. Por eso, la chica llamó a su papá, Julio Ricardo Maidana, que vive en Rafael Calzada. Ambos se dirigieron a la casa de la víctima.

Maidana y Coronel llegaron minutos después y, sin mediar palabra, el hombre le disparó por la espalda. No le dio chances a reaccionar ni para defenderse. Las balas impactaron en el cuello del joven y fueron letales. Pero, cuando la Policía fue al domicilio, el agresor ya no estaba.
Después de acribillar a tiros a su yerno, huyó en su Volkswagen Vento color gris y hasta ahora, nada se sabe de él. Mientras tanto, Colla Davalos se desangraba en su casa y fue trasladado al Hospital Mi Pueblo por los vecinos. Murió apenas unas horas después.
El fiscal Hernán Daniel Bustos Rivas, al frente de la Unidad Funcional Descentralizada N° 5 de Florencio Varela, abrió un expediente para investigar el trasfondo del homicidio, y libró una orden de detención urgente contra Maidana, según confirmó a TN. Los policías salieron rápidamente a buscarlo por la zona, pero no lo encontraron.
Al cierre de esta nota, el acusado sigue prófugo y la DDI de Florencio Varela trabaja para dar con el paradero, indicó el abogado Maicol Kehl. También adelantó que la familia de Colla Davalos se presentó como particular damnificado y solicitaron medidas urgentes para esclarecer el crimen.
“Era una buena persona”: los familiares de Colla Davalos piden justicia
Desde el primer día, los familiares y amigos del joven salieron a las calles a pedir la detención de su suegro, de su novia y la mamá, ya que denuncian que “fueron cómplices del asesinato". Además, aseguran que fue una “emboscada” y creen que el crimen fue planificado.
“Creemos que el crimen fue planeado. Lo acribillaron por la espalda”, aseguró Yanina, la hermana de la víctima, en diálogo con TN. También contó: “Es mentira que discutieron. Según testigos, terminaron la relación una noche antes y ella había ido a buscar sus cosas”.

Para ella y el resto de los familiares, los padres de la novia sabían que había conflictos en la pareja y que él había decidido cortar la relación. Pero Maidana no quería irse de la casa donde vivieron, que es del abuelo de Colla Maidana, y por eso ella habría inventado la supuesta agresión.
“Los testigos también dicen que cuando llegó estaba gritando como loca, sin dejar ir a él de la casa de su abuelo”, reveló. Sobre el crimen, contó: “Él estaba de espaldas y vino el papá de ella y mató”.
“Después, el asesino salió como si nada. En la escena del crimen quedó la mamá y ella, que ninguna auxilió a mi hermano. A él lo ayudaron los tíos y vecinos, que después lo llevaron al hospital, pero ellas se quedaron como si nada pasara”, agregó.
Y cerró: “Él era un chico muy bueno, trabajador y amable. No hay una persona que hable mal de él. Los vecinos, conocidos, familiares y compañeros de trabajo se presentaron en el velorio porque era muy querido. No era un chico conflictivo, siempre estaba con una sonrisa”.
Por Carolina Villalba- TN