Se pasea por la Casa Rosada, participa de actos oficiales y anticipa qué funcionarios deben ser despedidos. En La Libertad Avanza repiten que responde al asesor presidencial, Santiago Caputo.
“Es fundamental la ideología. Es fundamental llenar los puestos en el Estado con gente de tu ideología. Y quizás lo que estoy diciendo es metodológicamente kirchnerista, pero es por esto que ellos duraron veinte años. Esto no es para trolos, muchachos”.
La frase no es de ningún colectivista, comunista o zurdo. El que habla es el libertario Daniel Parisini, conocido en redes como El Gordo Dan, en una transmisión del canal Break Point de fines de marzo. Acusado de manejar un ejército de trolls para atacar a cualquiera que manifieste críticas contra Javier Milei, es uno de los tuiteros favoritos del Gobierno. Participa de actos oficiales, visita la Casa Rosada y se convirtió en una especie de portavoz informal de La Libertad Avanza con capacidad de anticipar qué funcionario debe ser despedido, como sucedió con Fernando Vilella y Julio Garro.
El Gordo Dan es un “histórico” en La Libertad Avanza, pero su nombre comenzó a circular entre el gran público en los últimos meses. De hecho, esta semana Manuel Adorni tuvo que responder por qué este tuitero “hace anuncios casi como si fuera un vocero del Presidente”. El funcionario balbuceó: respondió que desconocía cuáles eran sus actividades, dijo que su presencia en Casa Rosada responde a su amistad con una persona que trabaja allí y que el único vocero era él.
“Responde a Santiago Caputo” y “trabaja para Santi” son las respuesta que dan los libertarios en off. La idea de que El Gordo Dan es una especie de fuerza de choque digital del asesor presidencial está extendida entre los miembros de La Libertad Avanza. Entre los suyos nadie le reconoce una voz propia ni autoridad real, sino que lo describen como una especie de títere del consultor. Esta semana, además, PERFIL contó que Milei les hizo llegar a los tuiteros su absoluto apoyo.
Es por eso que las preguntas sobre las acusaciones contra El Gordo Dan escalan al círculo más íntimo del Presidente, sobre todo aquellas que se vinculan a las agresiones en redes. En los últimos meses se multiplicaron las denuncias públicas por doxeo —la publicación de datos personales de otro con el objetivo de perjudicarlo— por parte de tuiteros críticos del Gobierno. El Equipo de Investigación Política de Revista Crisis recopiló casos, describió cómo operan “las milicias digitales de la ultraderecha” y señaló a Parisini como una persona clave en este mecanismo. El informe sumó información alarmante con amenazas que cruzaron los límites virtuales y se hicieron concretas en la realidad.
El Gordo Dan: médico y tuitero devenido en empresario de medios
Parisini es oriundo de Santiago del Estero. En la provincia su apellido es conocido porque su tío, Franco Parisini, es el gerente general del diario “El liberal”. Tiene 32 años, es médico y en los registros de la Anses el único trabajo en relación de dependencia que figura es en el Ministerio de Salud de la Nación, por haber estado en el Centro Nacional de Genética Médica del Instituto Malbrán, entre junio de 2019 y septiembre de 2023. También tuvo un paso por la residencia del Garrahan, en el área de genética, donde algunos de sus excompañeros se sorprendieron cuando supieron de su perfil público y lo recuerdan como una persona “muy inteligente”.
Antes de ser El Gordo Dan, en las redes era conocido como “Oso Gordo Intenso”. Desde hace años se dedica a crear contenido y siempre con la misma lógica: “atacar progres”. En el 2020 tenía una buena cantidad de seguidores y ya se había instalado la idea de que él era el responsable de coordinar ataques contra usuarios y de posicionar trending topics. En una entrevista en Mendoza Post de ese año, le preguntaron si existía un movimiento “osiísta”: “Mucha gente (comunistas de todo tipo que no poseen la capacidad biológica estructural del cerebro para captar ironías ni sarcasmos) cree que soy algo así como el líder de una banda de criminales de extrema derecha”, respondió y agregó: “No existe ningún tipo de organización ni estructura fuera ni dentro de Twitter. Soy solamente yo tuiteando la primera pelotudez que se me ocurre”.
Por aquellos años comenzó a interactuar con Agustín Romo, actual diputado bonaerense por La Libertad Avanza y otro de los jóvenes señalados a la hora de hablar de los “trolls libertarios”. En La Libertad Avanza todos le bajan el precio a la hipótesis de ataques coordinados: repiten que las redes fueron el espacio donde se conocieron buena parte de los jóvenes que terminaron militando para Milei y se desentienden de las agresiones. “Siempre tuvieron muchos seguidores. Después, si aparece un loquito que se pasa de rosca es otra cosa”, cuenta alguien que los conoce desde esa época.
Las víctimas de las agresiones, en cambio, dicen que cualquiera que las haya sufrido puede notar la organización y la coordinación. La astróloga Ayelén Romano y el especialista en sistemas Javier Smaldone son dos de los usuarios de X que denunciaron en público haber sido atacados y que no dudan en señalar a Parisini y Romo como los “cerebros” detrás. Durante los últimos meses, PERFIL conversó con diferentes personas que pasaron por la misma situación y que prefieren el anonimato, pero que repiten los mismos nombres y la misma modalidad. Por estos días, el exdiputado Alejandro “Topo” Rodríguez contó que también recibió más amenazas, pero apuntó más arriba: “Hago responsables de mi integridad física y de mi familia a Santiago Caputo y el presidente Milei”, dijo.
Luego de que Milei se impusiera en las PASO, Parisini dejó su trabajo como médico. En la primera etapa de la gestión de Milei, comenzó a circular por Casa Rosada. En la Asamblea Legislativa del 1 de marzo, tuvo un lugar especial reservado en un palco, donde estuvo con Romo y Nahuel Sotelo, otro diputado bonaerense de La Libertad Avanza.
Unos días después, el 8 de marzo, fue invitado al programa de Tomás Rebord en el canal Blender. En las redes, muchos interpretaron su participación como una especie de provocación: el Día de La Mujer, después de haberse hecho conocido a fuerza de agresiones de todo tipo contra el feminismo y las mujeres, visitó uno de los programas de streaming más exitosos para hablar de Dragon Ball.
Más tarde, en mayo, se conoció que Parisini es socio minoritario de Carajo S.A, una sociedad en la que también figuran dos socios de Blender S.A. Carajo es el nombre del canal libertario que acaba de lanzarse hace menos de un mes. El tema explotó en las redes con usuarios indignados que se quejaban por la doble vara ideológica de los empresarios detrás de estas empresas.
El hombre detrás de las dos propuestas es Augusto Marini, director ejecutivo del holding CaleGroup. “Se entiende la reacción de algunas personas, pero esta es una búsqueda a nivel empresarial y lo que vimos es que no había ninguna plataforma que le hable al universo libertario. Después de Luzzu aparecieron muchos canales ‘progres’ y no existía uno de este tipo, ni en Argentina ni en toda América Latina. Había una demanda y se creó una oferta para ese nicho”, aseguró a PERFIL un allegado al empresario.
“Dan apareció naturalmente y decidió sumarse a este proyecto”, agregó la misma persona y sostuvo que Parisini no puso dinero en el proyecto, cuyo inversionista y accionista mayoritario es Marini, y que “su rol está enfocado en los contenidos, en poner la cara y traer a su comunidad”.
La “comunidad” de Parisini no es poca cosa: según el ranking de influencers de Rating Streaming, una consultora que mide influencia en redes, El Gordo Dan es el más potente en X y con una diferencia abrumadora. En junio, con un total de 187.380 seguidores, obtuvo más de 3 millones de interaciones con 521 tuits. El segundo lugar fue para Juan Doe, que apenas superó las 700 mil interacciones.
El vocero paraoficial de Milei
En marzo, cuando El Gordo Dan visitó Break Point y remarcó su obsesión con “llenar el Estado” con personas que respondan a la ideología libertaria —una idea que repite con frecuencia—, se había instalado que había sido designado en la AFI, ahora renombrada SIDE.
El tuitero se burló de ese rumor al aire, pero lo cierto es que la hipótesis intentaba responder una duda que había surgido en redes cuando todavía no se entendía bien qué rol cumplía en el Gobierno. Poco antes, dos usuarios de X, según reconstruyó Crisis, hicieron un pedido de Acceso a la Información Pública sobre los ingresos a Casa Rosada y se encontraron con los nombres de Parisini y Juan Pablo Carreira, conocido en redes como Juan Doe, entre otros.
Después de que se difundiera esta información, Carreira fue oficializado en el cargo de director de Comunicación Digital de Presidencia. El Gordo Dan reaccionó envalentonado: “¿Te dan los huevos para dar la cara o va a haber que doxearte?”, le escribió al usuario que había revelado el dato.
Otro de los episodios que puso los ojos sobre el tuitero fue cuando el exsecretario de Agricultura, Fernando Vilella, le dio “like” a una publicación en X del senador radical Martín Lousteau que cuestionaba a la gestión oficial por la falta de políticas de prevención para combatir el dengue. Apenas lo registró, el Parisini tuiteó: “Che, a partir de mañana no formás más parte del Gobierno. Nos vemos”. Dicho y hecho, el funcionario fue desplazado. Cuando luego el periodista Ernesto Tenembaum le preguntó al respecto, el ingeniero respondió: “No quiero hablar del Gordo Dan”.
La misma suerte corrió Julio Garro, quien recientemente había sido designado como subsecretario de Deportes. A mediados de julio, durante una entrevista con María O’Donnell, el exintendente de La Plata había dicho que Lionel Messi y la AFA debían pedir disculpas a la Selección de Fútbol de Francia por los cantos racistas y homofóbicos.
De inmediato, el ejército de trolls se activó. Garro intentó echarse para atrás con una publicación en X, pero Parisini le respondió: “Lo dijiste al aire, bro” y le envió un “recordatorio a los funcionarios de tercera y cuarta línea” a través de la misma red: “Si no entendés la ideología que te puso el culo en la silla donde lo tenés sentado, que dicho sea de paso, es la ideología del presidente (que es tu jefe), entonces agradecé por la suerte que tuviste, disfrutá de tu cargo mientras dure, y cerrá el orto”.
En el Gobierno todos saben que la regla para mantener su lugar es sostener una alineación ciega con el Ejecutivo nacional. Cualquiera que se corre un poco, padece las consecuencias. La excandidata a la gobernación de Buenos Aires de Milei, Carolina Píparo, confirmó que abandonó la Libertad Avanza luego del hostigamiento de los trolls. En su caso, la atacaron por votar en contra de las jubilaciones de privilegio de los expresidentes. La vice, Victoria Villarruel, dijo haber sido atacada por “trolls propios” luego del debate por el aumento de las dietas de los senadores. En ningún caso hicieron referencia a El Gordo Dan, pero la metodología que describieron es similar a la que le adjudican al tuitero.
Parisini marcó que Vilella y Garro debían irse y celebró que los suyos estén en el poder. No solo consiguieron un lugar sus amigos tuiteros, sino también su novia. María Belén Casas trabaja en Educación bajo el mando del subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez. Es abogada, se sumó al equipo apenas comenzó la gestión y alguien que la conocen se esfuerza por resaltar su buen desempeño.
A pesar de la obsesión de Parisini con “la ideología”, es difícil encontrar alguna intervención pública en la que profundice en los conceptos a los que adhiere y entra con facilidad en contradicciones: mientras que el libertarianismo sostiene que el Estado debería desaparecer, él asegura que el Gobierno de Milei tiene que copar todos los cargos al estilo kirchnerista. Parece que el tuitero —o la persona a la que responde— nunca leyó a Murray Rothbard, el autor preferido del presidente.