Vivían en una casilla, sin baño ni agua corriente y sólo tenían permitido salir los domingos a comprar alimentos.
Tras recibir una serie de denuncias, el Departamento de Trata de Personas de la Policía Federal allanó un tambo lechero en San Vicente. Su dueño, identificado como José Luis S., sometía a una familia a jornada de más de 15 horas entre explotación laboral y maltrato.
Se trata de un matrimonio, con tres hijos menores de edad que entre ellos se encuentra un bebé, que siguieron bajo sus órdenes, ya que muchos otros empleados no resistieron los abusos y abandonaron su puesto de ‘trabajo’.
La Policía Federal los rescató de un allanamiento. Los encontraron viviendo en una casilla de madera, sin baño ni agua corriente, ni estufas para el invierno, ya que el dueño no se los permitía. Solo tenían permitido salir los domingos entre las 9 y las 15 horas para abastecerse de alimentos.
La investigación comenzó en mayo a partir de una denuncia anónima. Durante ese tiempo, los detectives inspeccionaron en distintos días y horarios al establecimiento. A través de fotos y videos corroboraron que en el tambo trabajaban entre 13 y 15 empleados sin elementos de seguridad. Además, José Luis dejaba que los niños ayudaran a los mayores en sus tareas, a pesar de que sea ilegal.
Cuando los efectivos allanaron el lugar, con drones y camionetas, descubrieron a dos empleados, era una pareja nacida en Entre Ríos. Había una mujer que ordeñaba con su hijo de ocho meses a upa, y su marido, que recorría el campo controlando el ganado. Además, había otros dos chicos, de tres y cinco años, dormían en una vivienda precaria, mientras que el peón recorría el campo donde se encontraba el ganado vacuno distribuido.
El propietario no estaba en el momento del ingreso al campo. Mientras se realizaba el allanamiento, uno de los efectivos observó una camioneta modelo Renault Máster, de color blanca que circulaba lentamente frente al perímetro del campo. Cuando la Policía Federal intentó identificarlo, aceleró tratando de darse a la fuga hasta que fue alcanzado a 500 metros del lugar. Sin embargo, el explotador terminó detenido.
El procedimiento fue ordenado por el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N° 2 de Lomas de Zamora, subrogado por Ernesto Kreplak. En las tareas de investigación se incautaron un teléfono celular y documentación del establecimiento para su análisis.
El personal del Programa Nacional de Rescate que entrevistó al matrimonio, reveló que hasta hace una semana, trabajaban no menos de trece empleados que se fueron por el nivel de explotación que eran sometidos. Además, el matrimonio dijo que tampoco podían escolarizar al menor de cinco años porque lo impedía el dueño.
A pesar del allanamiento y su situación de vivienda, el matrimonio rescatado no decidió recibir los beneficios del Programa de Rescate, que implica una asistencia de alojamiento temporal, apoyo material, psicosocial, médica o jurídica.
Fuente: BigbangNews