EEUU y Reino Unido han lanzado ataques contra más de una docena de posiciones en el oeste de Yemen, extendiendo el conflicto desatado por la guerra de Israel en Gaza. En la acción también han participado Australia, Bahréin, Canadá y Países Bajos
Estados Unidos y Reino Unido han lanzado este viernes de madrugada ataques aéreos contra más de una docena de emplazamientos utilizados por los hutíes en Yemen, un movimiento armado apoyado por Irán. Los ataques suponen la mayor respuesta militar contra la campaña de los insurgentes de ataques con drones y misiles contra buques comerciales en el Mar Rojo, que comenzó tras el inicio de la matanza de Israel en Gaza. ¿Cómo se llegó hasta aquí?
¿Quiénes son los hutíes?
Los hutíes son una milicia yemení que toma el nombre de su fundador, Hussein Badreddin Al Houthi, y representa a la rama zaidí del islam chií. Surgieron en la década de 1990 en oposición a la influencia religiosa de Arabia Saudí en Yemen. El grupo, que cuenta con unos 20.000 combatientes, controla la mayor parte del norte y oeste del país, y está a cargo de su costa del Mar Rojo.
¿Cuál es la relación del grupo con Irán y la guerra en Gaza?
Los hutíes cuentan con el respaldo de Teherán en el marco de su larga hostilidad con Arabia Saudí y apoyan al grupo palestino Hamás en la guerra lanzada por Israel en Gaza, en respuesta al ataque de los milicianos de Hamás del 7 de octubre. Poco después, el líder hutí, Abdelmalik Al Houthi, declaró que sus fuerzas estaban “listas para movilizarse por centenares de miles para unirse al pueblo palestino y enfrentarse al enemigo”. El movimiento yemení forma parte del llamado “eje de la resistencia” contra Israel, en el que se incluyen Irán, Siria y otros actores no estatales, como el grupo chií libanés Hezbollah.
¿Qué ha ocurrido en el Mar Rojo?
El Mar Rojo, uno de los canales de navegación más densos del mundo, se encuentra al sur del canal de Suez, la vía fluvial más importante que conecta Europa con Asia y África oriental. Yemen está situado a lo largo de la costa sureste del mar, donde confluye con el golfo de Adén.
Poco después del comienzo de la guerra en Gaza, los hutíes comenzaron a lanzar ataques con misiles y drones contra buques en el Mar Rojo, en un principio relacionados con Israel, pero la mayoría fueron interceptados por contramedidas estadounidenses e israelíes.
La situación se agravó el 19 de noviembre, cuando los combatientes utilizaron un helicóptero para apoderarse de un portavehículos fletado por una empresa japonesa y vinculado a un empresario israelí, y secuestraron a la tripulación. Los hutíes afirmaron que todos los buques que percibieran como vinculados a Israel o a sus aliados “se convertirían en objetivo legítimo de las fuerzas armadas”.
A continuación, se produjeron múltiples ataques contra buques, la mayoría sin éxito, pero muchas compañías navieras decidieron evitar la ruta del Mar Rojo y desviarse por el Cabo de Buena Esperanza, en Sudáfrica, lo que aumenta considerablemente la duración y el coste del viaje entre Asia y Europa.
¿Cómo ha respondido Estados Unidos?
El 18 de diciembre, Washington anunció la creación de la Operación Guardián de la Prosperidad, en respuesta a los ataques de los hutíes.
Estados Unidos se abstuvo de una confrontación directa hasta el 31 de diciembre, cuando helicópteros de la Armada estadounidense dispararon contra un grupo de pequeñas embarcaciones que intentaban abordar un buque portacontenedores que había solicitado su protección. La muerte de diez combatientes marcó una nueva fase en la crisis.
El 9 de enero, buques de guerra estadounidenses y británicos derribaron 21 drones y misiles disparados por los hutíes, en lo que Londres calificó como el mayor ataque de este tipo en la zona. El 10 de enero, Antony Blinken, secretario de Estado estadounidense, declaró que nuevos ataques podrían provocar una respuesta militar occidental.
¿Qué ocurría en Yemen antes de la guerra de Gaza?
Los hutíes habían ido ganando apoyo en torno al cambio de siglo entre los yemeníes chiíes hartos de la corrupción y la crueldad del presidente autoritario y aliado saudí durante mucho tiempo, Ali Abdullah Saleh, sobre todo durante el periodo posterior al 11-S y a la invasión estadounidense de Irak. Las protestas populares y varios intentos de asesinato obligaron a Saleh a dimitir en 2012.
En 2014, los hutíes se aliaron con su antiguo enemigo, Saleh, para tomar la capital, Saná, y derrocar al nuevo presidente, Abd Rabbu Mansour Hadi, un año después. El mandatario se vio obligado a huir del país y su Gobierno –en el exilio en Riad– pidió a Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos que ayudaran a su maltrecho Ejército para expulsar a los hutíes. Desde marzo de 2015, una coalición capitaneada por Arabia Saudí interviene militarmente en Yemen, lo cual hizo que el conflicto se agravara y, a finales de 2021, ya había causado 377.000 muertos y 4 millones de desplazados, según la ONU.
Desde un alto el fuego declarado en abril de 2022, la violencia ha disminuido y el conflicto ha pasado a ser de baja intensidad, pero los combates continúan y el país sigue dividido entre las zonas en manos de los rebeldes y las que han ido recuperando las fuerzas gubernamentales en los últimos años.
¿Cómo se ven los ataques de los hutíes en Yemen y Arabia Saudí?
Muchos yemeníes ven las operaciones como un medio legítimo de ejercer presión sobre Israel y sus aliados en defensa de los civiles palestinos, y los analistas afirman que la intervención de los hutíes ha contribuido a reforzar su apoyo interno. Los militantes también creen que los ataques en el Mar Rojo pueden convertirlos en un actor global más significativo, sinónimo de Yemen en su conjunto a pesar de la presencia de un gobierno reconocido internacionalmente en el sur del país.
Mientras tanto, los saudíes intentan normalizar sus relaciones con Irán y ultimar un acuerdo de paz que podría reconocer el control hutí del norte de Yemen. Se han mostrado preocupados ante cualquier respuesta de Estados Unidos que pudiera complicar su esfuerzo por retirarse del país y poner fin a una intervención militar costosa desde el punto de vista económico y reputacional. Este viernes, el Ministerio de Exteriores saudí ha pedido en un comunicado “moderación y evitar una escalada” después de los ataques de EEUU y Reino Unido.
Por Archie Bland / Bethan McKernan-elDiarioAR