Las encuestas dan cifras negativas para el Gobierno del primer ministro británico, el conservador Rishi Sunak, que busca que su partido sea reelecto en los comicios del 4 de julio. Con apoyos mínimos, presentó su plan de trabajo. Mientras que el líder opositor del partido laborista (centroizquierda), Keir Starmer, consolida su fuerza política y centra su programa de Gobierno en la creación de riqueza, en un discurso enfocado en los jóvenes.
“Confirmado: el manifiesto laborista supondría los impuestos más altos de la historia. Si crees que ganarán, empieza a ahorrar”. Fue la reacción del primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, -que busca la reelección de su partido conservador- luego de que el opositor Partido Laborista presentara este jueves 13 de junio su plan de Gobierno.
Su declaración forma parte de una campaña política de Sunak para acortar la ventaja de dos dígitos que tienen los laboristas sobre su partido.
Keir Starmer, líder de los laboristas, por su parte, apuesta y llama a “un cambio” en Reino Unido. “El crecimiento de toda la comunidad desde la comunidad”, dijo Starmer en una tarima marcada por el rojo que representa su partido, en la ciudad de Manchester, en el noroeste de Reino Unido.
El manifiesto laborista, dijo, “es un rechazo total” a los argumentos de los conservadores, que han dinamitado sus propuestas de campaña, sobre todo, enfocado en los impuestos. Su plan, aseguró, “acabaría con el caos, cambiaría de página y comenzaría a reconstruir el país”.
“Estamos a favor de las empresas y de los trabajadores. Somos el partido de la creación de riqueza”, publicó Starmer la noche anterior, al resaltar nuevamente el centro de su plan: la creación de riqueza. Un discurso que estuvo enfocado sobre todo en las nuevas generaciones.
Lo que sí ha dejado en claro es que no tocará los impuestos ni habrá nuevos recortes, en caso de ser el nuevo inquilino de Downing Street. Además, reconoció que enfrentaría decisiones difíciles sobre el gasto público. “No podemos ser irresponsables con las finanzas públicas”, agregó.
Afirmó que no aumentará las tasas del impuesto sobre la renta, las contribuciones de los empleados al seguro nacional y el valor del impuesto añadido o impuesto de sociedades. En conjunto, estos impuestos representan más del 70% de los ingresos totales del gobierno.
En lo político, Starmer mencionó que gobernaría más en el molde del exlíder laborista Tony Blair y rompería con la tradición izquierdista de su predecesor, Jeremy Corbyn, tras críticas a su gestión.
Su promesa, frente a la que ha hecho el partido conservador, es una “estabilidad sobre el caos… un fin a la era desesperada de gestos y trucos, y un regreso a la seria tarea de reconstruir nuestro país”.
Con una ventaja de más de 20 puntos, el partido laborista podría llegar fácilmente a consolidar una mayoría parlamentaria y así romper con 14 años de Gobierno del partido conservador, marcados por la inestabilidad que trajo el abandono de la Unión Europea.
Sunak apunta a políticas migratorias más restrictivas y menos impuestos
El 22 de mayo, bajo la lluvia, con un aire de derrota, el premier británico, Rishi Sunak, adelantó al 4 de julio las elecciones que estaban programadas para finales de este año, luego de que el Partido Conservador perdiera en las elecciones locales de inicios de ese mes.
En un intento por salvar la continuidad de su partido, Sunak presentó el martes 11 de junio el plan de su Ejecutivo, en caso de ganar los comicios: políticas migratorias restrictivas y menos impuestos.
Además, su propuesta en materia económica es la reducción de impuestos. Dijo que serían 17.000 millones de libras (22.000 millones de dólares) en recortes de impuestos en su manifiesto.
Sin embargo, varios analistas han señalado que la carga fiscal ya es la más alta desde 1949 y se prevé que aumente, por lo que muchas promesas no son realistas.
De hecho, el mes pasado, el Fondo Monetario Internacional (FMI), en su revisión anual de la economía británica, indicó que esos planes “no parecen tener en cuenta suficientemente las presiones conocidas en los servicios públicos” y que un crecimiento anual del gasto del 2% en términos reales era más realista.
Para Sanjay Raja, economista jefe del Deutsche Bank en el Reino Unido, los recortes presupuestarios serían difíciles de conciliar con los compromisos públicos de Starmer sobre mayor austeridad, con planes que prevén recortes de gastos de entre 10.000 y 20.000 millones de libras. Por lo que, sostuvo, “inevitablemente habrá aumentos de impuestos”.
Lo que concuerda con las estimaciones del FMI, que señaló que el próximo gobierno, sea el laborista o el conservador, debería considerar impuestos más altos sobre las emisiones de gases de efecto invernadero y el uso de las carreteras, ampliando el alcance del IVA y el impuesto a la herencia, o aumentando las ganancias de capital y los impuestos a la propiedad
Mientras Sunak pide alejarse de las propuestas que derivarían en una crisis económica, Starmer considera que es hora de un cambio en Reino Unido.
Por Patricio Peralta-France24 con Reuters, AP y medios locales.