Después de más de tres décadas como miembro del Superior Tribunal de Justicia (STJ) de Misiones, el ministro Jorge Antonio “Kiko” Rojas presentó su renuncia al gobernador Hugo Passalacqua. La decisión, confirmada por fuentes oficiales, marca el inicio de un recambio esperado desde hace tiempo en la cúpula del Poder Judicial misionero.
Rojas, oriundo de Oberá, nacido el 27 de julio de 1950, fue designado ministro del STJ en marzo de 1991, con apenas 40 años, durante el gobierno del entonces mandatario peronista Julio César Humada. Desde entonces, se mantuvo en funciones atravesando múltiples gestiones provinciales y acumulando poder dentro del Tribunal, al punto de haberlo presidido tras una interna favorable en los años noventa. Su nombre integró la llamada “mayoría automática” judicial de aquella época, junto a figuras como Luis Absi, Marta Poggiesse de Oudín, Humberto Schiavoni (padre) y Julio Dionisi.
A pesar de haber sido blanco de diversas polémicas y cuestionamientos durante su extensa trayectoria, Rojas nunca enfrentó un proceso de juicio político ni fue removido de su cargo. Su figura fue durante años sinónimo de permanencia en un Poder Judicial donde la renovación generacional ha sido esquiva.
La renuncia, según trascendió, ya se encuentra en análisis en el área de Legal y Técnica del Gobierno provincial. Una vez aceptada por el gobernador Passalacqua, será publicada en el Boletín Oficial y supeditada a la tramitación de la jubilación en el Instituto de Previsión Social (IPS). Recién entonces el Ejecutivo podrá proponer a su reemplazante, enviando el pliego de antecedentes a la Cámara de Representantes para su tratamiento legislativo.
El artículo 138 de la Constitución de Misiones establece que para ser ministro del STJ se requiere ciudadanía argentina con diez años de ejercicio, título de abogado habilitado, al menos treinta años de edad y seis de experiencia profesional o judicial. La Comisión de Poderes y Acuerdos, presidida por el diputado Rolando “Rolo” Roa, será la encargada de evaluar la propuesta.
La dimisión de Rojas se suma a una serie de rumores y presiones que se arrastraban desde hace años en el ámbito judicial misionero, donde se habla de una necesidad de “refresh” generacional. En esa línea, también aparecen como eventuales salidas las de otros magistrados con extensas trayectorias, como Ramona Velázquez, María Laura Niveyro y Roberto Rubén Uset.
Con la vacante abierta, se abre ahora un nuevo capítulo en la conformación del máximo tribunal provincial, en un momento político en el que el oficialismo busca consolidar la institucionalidad sin sobresaltos, antes del recambio legislativo de octubre. La danza de nombres ya comenzó, con perfiles provenientes de distintas ramas del derecho, y la decisión final quedará en manos del gobernador Passalacqua, quien deberá equilibrar trayectoria, consensos políticos y renovación en la propuesta que eleve a la Legislatura.
Fuente: Misiones Opina