El jefe del bloque radical en Diputados consolida su alianza con Cornejo, Valdés y Zdero. Los puntos de inflexión con el senador. La mira puesta en 2027.
La relación entre el presidente de la UCR, Martín Lousteau, y su jefe de bloque en Diputados, Rodrigo de Loredo, entró en fase de involución. “Aún se bancan”, sostienen fuentes encumbradas de Evolución que intentan tapar una grieta que se fue abriendo y que no tiene a Javier Milei como único responsable. Hay más versiones.
En las canteras del poder de Córdoba, Chaco, Mendoza y Corrientes la historia que suena es menos edulcorada y confirma que De Loredo jugará en la Cámara de Diputados en sintonía con los gobernadores Leandro Zdero, Alfredo Cornejo y Gustavo Valdés.
Esta línea insiste con la postura constructiva y dialoguista para el tratamiento de la ley ómnibus XS.
En tanto, Lousteau impulsó este lunes un documento donde exhortó a la bancada que comanda a De Loredo a preservar los valores de la democracia, la división de poderes y el poder adquisitivo de los jubilados, entre otros puntos. Milei es el límite.
Rodrigo de Loredo y los puntos de tensión con Martín Lousteau
El referente libertario logra mantener dividido a un radicalismo que no se pone de acuerdo si su reconstrucción partidaria empieza en una posición de proximidad al “cambio” que votó la gente o, por el contrario, en un rol de abierta oposición tajante, como sugiere la conducción orgánica del partido.
“Habrá votaciones divididas”, arriesgaron ante Letra P desde la línea que responde a los gobernadores dialoguistas. De hecho, el diputado Luis Picat calificó como un apriete el documento del Comité Nacional y defendió el apoyo al DNU y la ley ómnibus. Un ejemplo más de que el radicalismo está completamente sacudido.
Milei es sólo un elemento más en la distancia entre el senador y el presidente del bloque radical, cuyo correlato natural se verá en Diputados. La distancia que los separa no se remonta a la frustración de la derrota electoral en la ciudad de Córdoba del auspiciado por Evolución.
Dos puntos de inflexión trazaron la distancia entre Lousteau y De Loredo. La primera, la elección de la jefatura de la bancada y, la segunda, las diferencias en la postura interna frente a la ley de bases original.
“De Loredo sabe que Lousteau y Emiliano Yacobitti no querían que presidiera el bloque. Logra el objetivo gracias a la presión del tridente de gobernadores de la UCR. Eso lo sabemos todos, los 100 que participamos del proceso”, sintetizó a Letra P una altísima fuente con oficina alejada de donde atiende Dios.
Javier Milei divide aguas
El Presidente logra prolongar la incertidumbre sobre su futuro y sus chances de éxito al frente del poder central. “Se cae en marzo”, pronosticaba la cúpula dirigencial en enero.
“Logró ganar tiempo”, decían las mismas fuentes después del anuncio del Pacto de Mayo ante la Asamblea Legislativa de marzo. La UCR y el sistema político no se repone ante el cambio de estilo.
En un plano de análisis, está la base de adhesión social, pese al doloroso e histórico ajuste para la “casta” que percibe la jubilación mínima, brinda clases en escuelas públicas o toma cuatro o cinco colectivos por día.
En otro nivel, se encuentra la atomización de Juntos por el Cambio y el corrimiento de buena parte de la masa electoral hacia la oferta violeta. De Loredo observa esta realidad y actúa en consecuencia. “Entre Lousteau y yo; yo”, parece la lógica del dilema deloredista.
El dilema que termina en 2027
¿Por qué sostiene la postura colaboracionista, pese a que lloró de frustración cuando Milei ordenó el repliegue de la ley de bases? La política es praxis pura y De Loredo hace números.
En su provincia, donde deberá revalidar el título legislativo, la coalición a la que pertenecía experimentó, primero, el corrimiento del electorado hacia Milei; después, la dirigencia se atomizó. Luis Juez acomodó el chasis y pretende ser el vocero libertario en la provincia.
El senador lo desmiente, pero no cesan los rumores sobre su eventual candidatura para 2027. De Loredo conoce las piruetas de su exsocio político y poco le cree. Si efectivamente Juez juega solo o dentro de La Libertad Avanza, el radicalismo enclenque poco podrá hacer para dar pelea por la renovación de los ocho escaños.
Milei mantendrá algo de su base. Martín Llaryora, si sale con Juan Schiaretti, también. El kirchnerismo aspiró en escenarios diversos a mantener una banca como piso. De Loredo se sabe el hilo más delgado de esa sábana corta.
Por Yanina Passero-LP