Misiones Para Todos

Ron DeSantis anunció su candidatura presidencial

Transformó Florida en un laboratorio de ideas conservadoras. Estrella emergente de la derecha estadounidense, el gobernador ultraconservador espera ver cómo sus posturas más duras en materia de inmigración, aborto o cuestiones de género le impulsan hacia la Casa Blanca, para disgusto de Trump.

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, se dispone a dar el salto definitivo en su carrera hacia la Presidencia de Estados Unidos tras anunciar su candidatura a las primarias del Partido Republicano. En ellas espera amplificar su voz para las posiciones políticas ultraconservadoras que defendió durante años y, además, hará frente a su antiguo mentor, Donald Trump, que busca volver a la Casa Blanca en 2024 pese a sus conflictos judiciales.

DeSantis aparece casi a diario en los medios estadounidenses como uno de los mayores protagonistas de la cruzada conservadora contra la ideología progresista “woke” y en los últimos meses abrazó numerosas batallas culturales en torno a la enseñanza, el racismo o la identidad de género. Unos asuntos que, sumados a un endurecimiento de las leyes de aborto y de inmigración, lo convirtieron en una figura destacada para el electorado conservador. 

Ron DeSantis

DeSantis es rígido y distante, pero pragmático, según argumentan sus partidarios, que ponen como ejemplo su gestión de la catástrofe provocada por el huracán Ian en Florida el año pasado. Para esos seguidores el gobernador, un alumno brillante y ambicioso, un hombre que ascendió socialmente por méritos propios, entregado a su familia, encarna el cambio necesario para el Partido Republicano. 

Un retrato elogioso que no parece impresionar a Donald Trump. El expresidente, adepto de los apodos ofensivos, ha intentado dedicarle al gobernador católico el de “Ron DeSanctimonius“, algo así como “Ron el beato“. Con poco éxito hasta el momento. 

Ron DeSantis

Quién es Ron DeSantis

Nacido en Jacksonville en el seno de una familia de clase media de origen italiano hace 44 años, DeSantis se licenció en la prestigiosa Universidad de Yale -donde también destacó en el equipo de béisbol- y en la exigente facultad de Derecho de Harvard. Después ejerció la abogacía en el ejército, sirviendo como asesor en Guantánamo y con tropas de élite en Irak. 

Muy pronto el joven DeSantis se posicionó muy a la derecha del Partido Republicano. En 2011 publicó “Los sueños de nuestros padres fundadores“, una referencia a la autobiografía de Barack Obama, “Los sueños de mi padre”. En el libro, DeSantis criticó al expresidente demócrata por romper con la Constitución debido a su visión “progresista”. 

Ron DeSantis

DeSantis acumuló experiencia en la Marina y en la Fiscalía antes de concurrir en 2012 a las elecciones legislativas nacionales. En un clip de campaña, DeSantis, un político casi desconocido en aquel momento, construía un muro con cubos de colores junto a su hija, en referencia al proyecto de Trump en la frontera con México.

Casado con Casey, una expresentadora de televisión que le asesora de cerca, su victoria en uno de los bastiones más conservadores de Florida le abrió a principios de 2013 las puertas de la Cámara de Representantes, donde contribuyó a la creación del conocido Caucus de la Libertad, una agrupación de congresistas de ultraderecha.

Ron DeSantis

En sus memorias, el exabogado describe como frustrante su paso por el Congreso, aunque en esta etapa ya dejó ver algunas de las que serían sus grandes líneas discursivas durante los años posteriores, incluidos los alegatos en favor de la reducción de la intervención del Gobierno en prácticamente cualquier aspecto, desde la lucha contra el cambio climático hasta la recaudación de impuestos.

Una anécdota repetida en la prensa ilustra su gusto por la soledad decía que, en el Capitolio, solía caminar por los pasillos con auriculares inalámbricos en los oídos, para desalentar cualquier conversación improvisada

Ron DeSantis

En 2016, se postuló para ocupar el escaño que dejaba vacante el senador Marco Rubio, que por aquel entonces quería aspirar a la Casa Blanca, pero la marcha atrás de su compañero llevó a DeSantis a replantearse su futuro político. Su carrera lo terminó llevando en 2018 a las elecciones a gobernador de Florida, su estado natal.

DeSantis ganó Florida con el pleno apoyo de Trump, que desde la Casa Blanca tenía la capacidad de bendecir y prácticamente aupar hasta la victoria a quienes consideraba baluartes de la ideología republicana más conservadora. DeSantis hizo alarde del apoyo del magnate neoyorquino y hacía gala en campaña de su amistad con Trump, utilizando incluso a sus hijos (Madison, Mason y Mamie) para insertar algunos de los mensajes más famosos del presidente.

Ron DeSantis

Se impuso en las elecciones con solvencia -se acercó al 60 por ciento de los votos- y comenzó entonces un mandato marcado en su primera mitad por la pandemia de Covid-19. Su gestión en los primeros momentos de la emergencia sanitaria, que implicó un confinamiento con el que discrepaban otras voces conservadoras, recibió un amplio reconocimiento.

Ya políticamente asentado, DeSantis promovió medidas contra la inmigración y el aborto (Florida prohíbe la interrupción del embarazo a las seis semanas de gestación), al tiempo que suavizó las restricciones para el uso de armas o amplió la pena de muerte a nuevos supuestos, como para el caso de los violadores de niños.

Su visión conservadora en lo social se metió también en el terreno económico, como lo demostró el reciente pulso librado con Disney tras las críticas de la compañía a una ley que limitaba la difusión de contenido LGTBI en las escuelas. DeSantis retiró a la firma, uno de los grandes símbolos culturales de EEUU, del estatus especial concedido a la zona que alberga sus principales parques temáticos.

 

El duelo con Donald Trump

Sus polémicas políticas y su cambiante relación con Trump convirtieron a DeSantis en una de las figuras más reconocidas de la política estadounidense, pero por ahora las encuestas no le favorecen. El expresidente se mantiene como favorito indiscutible en las primarias del Partido Republicano, con una media que supera el 53%, mientras que DeSantis figura por debajo del 21%, según Five Thirty Eight.

El expresidente endureció los ataques contra su antiguo aliado en estos últimos meses, con apodos e insultos como los que suele dedicar a dirigentes demócratas, y no duda en atribuirse los éxitos electorales de DeSantis en Florida. El gobernador, por su parte, intenta marcar distancias llevando su populismo a posiciones más a la derecha que las de Trump.

Ron DeSantis

Ambos previsiblemente pescarán en el mismo caladero de votos. DeSantis, a quien se llegó a considerar el heredero natural del ‘trumpismo’, tiene a su favor las causas judiciales abiertas contra su rival, que le hacen parecer más honesto a ojos de la opinión pública: un 41% de los ciudadanos piensan que lo es, frente al 29% que opina lo mismo de Trump, según una encuesta.

Este mismo sondeo publicado en marzo por la Universidad de Quinnipiac, sin embargo, refleja también que Trump sigue siendo el preferido de los votantes conservadores de línea dura. Entre los “muy” conservadores, un 61% se inclina por el expresidente, mientras que el gobernador recibe el respaldo del 30%.

DeSantis también se unió hace poco a los gobernadores republicanos de Texas y Arizona para enviar a migrantes recién llegados a Estados Unidos a bastiones demócratas del norte y el este del país, una postura intransigente que adopta sin remordimientos, como quien cumple con su trabajo y nada más.  “El problema con DeSantis es que necesitaría injertarse una personalidad”, se burló recientemente Trump en la plataforma Truth Social.