Rusia lanzó el jueves su primera sonda lunar en 47 años, en un intento por ser la primera potencia espacial en alunizar en el Polo Sur, una región que se cree que alberga codiciados depósitos de hielo de agua. Se trata de un intento de Moscú reforzar su presencia en el espacio, desde hace décadas no realizaba este tipo de lanzamientos.
La misión lunar rusa, la primera desde 1976, compite con India, que envió su módulo de aterrizaje lunar Chandrayaan-3 el mes pasado, y más ampliamente con Estados Unidos y China, que tienen programas avanzados de exploración lunar.
El cohete Soyuz 2.1v que transporta la nave Luna-25 despegó del cosmódromo de Vostochny, a 5.550 km al este de Moscú, el viernes pasadas las 2 de la mañana (hora local).
Se espera que el módulo de aterrizaje llegue a la Luna el 21 de agosto, según declaró el viernes a ‘Interfax’ el jefe de la agencia espacial rusa, Yuri Borisov. Anteriormente, la agencia espacial rusa Roscosmos había fijado el 23 de agosto como fecha de aterrizaje.
“Ahora esperaremos al 21. Espero que se produzca un alunizaje suave de gran precisión”, declaró Borisov a los trabajadores del cosmódromo de Vostochny tras el lanzamiento, según Interfax.
Luna-25, del tamaño aproximado de un coche pequeño, intentará operar durante un año en el polo sur de la Luna, donde los científicos de la NASA y otras agencias espaciales han detectado en los últimos años rastros de hielo de agua en los cráteres sombríos de la región.
Hay mucho en juego en la misión Luna-25, ya que el Kremlin afirma que las sanciones de Occidente por la guerra de Ucrania, muchas de las cuales se han dirigido al sector aeroespacial de Moscú, no han logrado paralizar la economía rusa.
La misión lunar también pondrá a prueba la creciente independencia de Rusia en el espacio después de que la invasión de Ucrania en febrero de 2022 cortara casi todos los lazos espaciales de Moscú con Occidente, aparte de su papel en la Estación Espacial Internacional, donde la cooperación de la agencia espacial rusa con la NASA se considera crucial para la supervivencia del puesto avanzado.
“Las aspiraciones de Rusia hacia la Luna se mezclan en un montón de aspectos diferentes. Creo que, ante todo, es una expresión de poder nacional en la escena mundial”, declaró a Reuters Asif Siddiqi, profesor de Historia de la Universidad de Fordham.
El astronauta estadounidense Neil Armstrong ganó fama en 1969 por ser la primera persona en pisar la Luna, pero la misión Luna-2 de la Unión Soviética fue la primera nave espacial en llegar a la superficie lunar en 1959, y la misión Luna-9 en 1966 fue la primera en realizar un alunizaje suave.
Moscú se centró entonces en explorar Marte y, desde la caída de la Unión Soviética en 1991, Rusia no había enviado sondas más allá de la órbita terrestre.