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Sánchez le preguntará a los socialistas si apoyarían una amnistía para catalanes

“En esta ocasión vamos a incorporar si la militancia avala que logremos acuerdos parlamentarios con el resto de las formaciones políticas que nos permitan lograr la mayoría parlamentaria para la investidura”, expresó el jefe de Gobierno en funciones.

El presidente del Gobierno español en funciones, el socialista Pedro Sánchez, anunció este viernes que consultará a la militancia del PSOE si avala los acuerdos sobre una amnistía para los catalanes condenados por la secesión de 2017 con los partidos con los que está negociando para formar Gobierno.

En una comparecencia en Bruselas tras la reunión del Consejo Europeo, Sánchez explicó que el Comité Federal del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que se celebrará el sábado, aprobará hacerle esta consulta a la militancia y se mostró confiado de que el resultado de la consulta será favorable a los pactos.

“En esta ocasión vamos a incorporar si la militancia avala que logremos acuerdos parlamentarios con el resto de las formaciones políticas que nos permitan lograr la mayoría parlamentaria para la investidura”, expresó el jefe de Gobierno en funciones, citado por la agencia de noticias Europa Press.

Tanto la fecha de la consulta como la pregunta concreta que se formulará a las bases se aprobarán en el Comité Federal y se conocerán el  sábado. 

La normativa interna del PSOE solo obliga a consultar a la militancia sobre un acuerdo de coalición, no sobre acuerdos parlamentarios que permitan una investidura.

Sin embargo, según Sánchez, también pedirán la opinión de las bases sobre los pactos que necesariamente tiene que firmar el PSOE con el Partido Nacionalista Vasco, Bildu, El Bloque Nacionalista Gallego, Coalición Canaria y especialmente los catalanes ERC y Junts, que exigen, entre otras cuestiones, una amnistía a los implicados en el intento independentista de 2017.

Sánchez justificó su falta de precisión al informar sobre los acuerdos concretos en el hecho de que en este momento está inmerso en el proceso de negociación con las citadas fuerzas políticas.

Pero lo cierto es que por el momento el líder del PSOE no ha explicado su posición sobre la amnistía ni tampoco sobre otras exigencias del independentismo como reconocer la nación catalana, establecer un mediador o devolver el supuesto déficit fiscal del Estado con Cataluña.

En ese sentido, el expresidente del Gobierno español Felipe González (1982-1996) se quejó hoy de que un día se diga que “no cabe la amnistía ni la autodeterminación” y luego, al contar los votos, se diga que “si cabe”.

Con una amnistía a los implicados en el ‘procés’ (proceso independentista) sería “el Estado el que pide perdón, no el que perdona”, destacó el exlíder socialista, de 81 años, en declaraciones a la prensa en Avilés, en la previa de la segunda y última jornada de la 28° Reunión Plenaria de la Fundación Círculo de Montevideo.

“Yo quiero ver la letra”, agregó, para remarcar que “conceptualmente” se confunden indulto y amnistía.

“El perdón es el indulto. La amnistía es borrar la responsabilidad”, subrayó el expresidente, incidiendo en que la responsabilidad pasaría a ser “del Estado democrático y los que hicieron lo correcto fueron los que vulneraron la Constitución”.

El PSOE terminó en segundo lugar en las elecciones del 23 de julio, por detrás del Partido Popular (PP, derecha) de Alberto Núñez Feijóo, pero este último, sin mayoría absoluta, no consiguió los apoyos suficientes de otras formaciones para ser investido presidente, abriendo la vía a un nuevo Gobierno de izquierda.

Las negociaciones más complicadas son con los partidos separatistas catalanes, especialmente con Junts per Catalunya (JxCat).

Tanto este partido, que dispone de siete diputados, como Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), pusieron condiciones para dar su apoyo a Sánchez, como la aprobación de una amnistía a los independentistas con causas judiciales por la fallida secesión, muy criticada por la derecha y la extrema derecha, pero también por algunos sectores del socialismo, como es el caso de González.

Por su parte, el expresidente catalán Carles Puigdemont, exiliado en Bélgica desde el intento secesionista para evitar a la justicia española, volvió este viernes a reivindicar la declaración unilateral de independencia aprobada en el Parlament regional en 2017 que no se publicó ni aplicó.

“No hemos renunciado ni renunciaremos, por más esfuerzos que algunos hagan para desdecirse”, expresó el líder catalán en una publicación en X en la que defendió que el Parlament “es el representante legítimo del pueblo de Cataluña”.

Asimismo, defendió que todos los pueblos tienen derecho a la autodeterminación, y que “es a partir de esta legitimación y de los resultados del referendo del 1° de octubre que hoy hace seis años que el Parlament proclamó la independencia de Cataluña”.

Puigdemont agregó que desde el Consell de la República la han traducido a 25 idiomas y la mantienen “viva para cuando el independentismo en su conjunto sepa reunirse en una única estrategia, superando tentaciones partidistas”.

“Tenemos que procurar que todo aquello que hacemos no comporte renuncias ni deconstruya lo que comenzamos a construir ahora hace seis años”, concluyó.

Sánchez tiene hasta el 27 de noviembre para tratar de ser investido por los diputados. Si no lo logra, se convocarán automáticamente elecciones para mediados de enero.