El precandidato a presidente por el Frente de Todos se refirió a la crisis económica y llamó a bajar la confrontación. “Este país necesita una gran capacidad de articular acuerdos”, afirmó.
El exgobernador bonaerense, Daniel Scioli, señaló que Argentina no tiene un problema estructural de falta de dólares, sino que está atravesando una coyuntura difícil, pero tiene grandes chances de recuperarse y crecer. “Tenemos sectores estratégicos que todo el mundo demanda y que son grandes generadores de divisas”, remarcó en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
Me gustaría una reflexión tuya acerca de la situación económica, sobre el qué hacer para que no desemboque en una crisis como las otras que tuvimos…
Yo lo que quiero es poner mi experiencia al servicio de la Nación, más allá de las banderas partidarias. Entiendo que este país necesita una gran capacidad de articular acuerdos.
Si bien la política puede ser concebida en el marco del conflicto, de antagonismos de intereses, cuando una Nación se estanca y la sociedad se empobrece, es un momento diferente, consensual. En ese sentido, vengo transmitiendo mi convicción sobre la capacidad para entender los retos que enfrentamos, tenemos la necesidad de volver la política de la capacidad de diálogo y transformación.
Esto como contracara de los que encauzan la bronca, por otro lado muy justificada por el sufrimiento e incertidumbre de la gente, que hay que entender, pero eso exige actuar con mucha prudencia y con una mirada a mediano plazo.
Argentina tiene con qué salir adelante. Estuvimos en la feria más grande de Latinoamérica, Automec, con el gobernador Kicillof. Participé de un almuerzo con el presidente de la poderosa federación de industriales. Evo me hacía relación a esto también. Está la voluntad de Brasil, con Lula, de ayudar en ese sentido.
En cada encuentro con los ministros trato de explicar eso, que tenemos que tener la comprensión de que estamos enfrentando acontecimientos extraordinarios que exigen un sentimiento patriótico de unidad frente a determinados planteos, como los que se están llevando adelante en este momento ante al Fondo Monetario Internacional.
La decisión de Alberto Fernández de no ir por su reelección
Esta es nuestra primera comunicación luego de la definición del Presidente de no competir por su reelección, algo que intuyo que vos tenías pensado que iba a terminar sucediendo así. ¿Cómo tomaste esta definición, teniendo en cuenta que muchos analistas esperaban que fuera después?
Tengo una gran relación personal y de amistad con el Presidente. Al otro día, a la mañana pude hablar con él, desde otro punto de vista, más allá de lo político. Lo comprendí, lo entendí y eso me exige a mí redoblar los esfuerzos para, de cara al futuro, pelear la posibilidad que yo siento que tengo.
Si alguien piensa que este desafío se puede encarar solo, desde un espacio político, se equivoca. Este desafío hay que encararlo con un gran acuerdo nacional, hay que demostrar, con el tiempo, una gran capacidad de administrar con distintos sectores, de la producción, del trabajo, sectores políticos y fundamentalmente, los vínculos con el mundo.
El mundo está convulsionado, hay una crisis de la globalización, tenemos una alianza, que es estratégica, con Brasil. Tenemos que ir encontrando soluciones buenas para el país. En ese sentido, planteo cosas concretas. Creo que de esto se sale de la mano del crecimiento, transformando la matriz productiva para desplegar todas las fuentes de generación de divisas genuinas, con sectores estratégicos, como la energía, el litio, el sector agroalimentario y la economía del conocimiento.
Sé que hay desánimo, y frente a eso creo que no puedo ser indiferente. Quiero transmitir mi visión y asumir un compromiso, independientemente de que la gente, como en cada ciclo democrático, se va articulando una demanda nueva social. No quieren un salto al vacío ni una cosa impredecible, sino que buscan certidumbre, sensatez, moderación, capacidad de diálogo y gobernabilidad, y esa es mi esencia.
Siento que se viene un tiempo distinto para Argentina. Si hay algo que he mostrado en estos años es mi culto a la coherencia, a la defensa de la industria nacional. Ayer, todos los empresarios de distintos puntos del país que tenían sus stands, me transmitían su preocupación.
Ocuparse de eso es el combate contra la pobreza, de la mano de la inclusión, de la educación, un tema poco presente en estos momentos, de cara a esta elección, y que yo considero fundamental.
Claudio Mardones (CM): Después de la decisión de Alberto Fernández de resignar su postulación por un segundo mandato, hay un gran interrogante, que es la posibilidad de evitar las PASO en el FdT. ¿Dónde cree que queda su candidatura en este proceso? ¿Su candidatura se fortalece bajo la idea de intentar llegar a un acuerdo de unidad? ¿Ve que es posible una fórmula única?
Yo tengo una gran confianza. Creo el pueblo argentino tiene muy presente aquel debate histórico del 2015 con Macri. Fundamentalmente, son esas las ideas que yo estoy planteando, actualizadas.
Si hay un espacio político que puede fortalecerse, es justamente el Frente de Todos. Las PASO no son una opción, son una ley vigente que hay que atravesar. Mi vida estuvo plagada de competencia en todos los órdenes. No le temo a la política en términos de confrontación.
Sin embargo la gente está muy sensibilizada e irritada con los conflictos de la política, yo busco el compromiso y la tranquilidad. Mi participación va a ser en esos términos. Soy una persona respetuosa, con una actitud constructiva. Eso es importante para que el día después no solamente esté nuestro espacio unido, sino que también quiero salir en busca de otros sectores sociales que están con bronca, que se pueden volcar por una expresión política que plantea que el camino es dinamitar todo.
Siento que mi gran adhesión está en las fábricas, en las PyMEs que visito, en toda la diversidad del sector productivo a lo largo y ancho de la Argentina.
Yo represento eso. Creo que al equilibrio fiscal se llega por la vía del crecimiento y no como plantean algunos con el retroceso del rol activo del Estado, cuestionando la educación pública o con la “solución mágica” de la dolarización.
¿Cómo hubiéramos enfrentado la pandemia con un país dolarizado? ¿Cómo hubiéramos implementado los ATP, los créditos a tasa cero, entre otras cosas? Argentina debe tener su soberanía, su independencia, y también, ya que esta semana se cumple un día muy particular, el aniversario de la elección de Néstor Kirchner, tenemos que tener referencias muy claras y definiciones de lo que significa la deuda para una familia, para una empresa y para un país cuando te condicionan.
Argentina tiene que generar, en un corto plazo, las condiciones para cancelar la deuda con el FMI. Estoy convencido de eso. Como estoy convencido que la situación que atravesamos, con la sequía y la guerra, merece una reconsideración en los términos del acuerdo con el Fondo.
Todos los sectores políticos se tienen que comprometer, en especial el sector político que tomó la deuda, que tiene responsabilidad. En su momento se advirtió sobre el objetivo y el impacto de la deuda. Hay un condicionamiento que nos impone esta deuda.
La escalada del dólar y la declaración de Alberto Fernández
Alejandro Gomel (AG): El Presidente ayer responsabilizó a sectores especulativos por la corrida cambiaria y habló de la derecha. ¿Cree que esto se trata de una jugada especulativa en contra del Gobierno o hay errores propios del Gobierno que llevaron a esta situación?
Yo quiero llevar calma y ayudar, haciendo todo lo que está a mi alcance a través de la relación con Brasil. De hecho estamos avanzando en dos capítulos centrales de lo que firmaron Lula y Alberto, que tiene que ver con la segunda etapa del gasoducto, por un lado, y con mecanismos de ingeniería financiera para descomprimir el uso de reservas para las importaciones de Brasil hasta que pasemos esta coyuntura, y después veamos, con inversiones estratégicas, cómo mejorar el aspecto de las exportaciones.
Si el presidente ha dicho eso, evidentemente tiene mejor información de la que yo puedo tener desde acá, desde Brasil.
Nuria Am (NA): ¿Está de acuerdo con que se utilicen ese tipo de argumentaciones en momentos en que la situación está tan caliente? ¿Está de acuerdo con que siempre se busque un responsable afuera?
No se busca eso, se hace referencia a temas puntuales.
NA: Bueno, el Presidente habló de la derecha, que todo es culpa de la derecha…
Creo que en este momento, una actitud que la ciudadanía valoraría mucho, de todos los sectores, también de la oposición, que se acerquen y que nos vean con una gran madurez ante una Argentina que está atravesando una situación seria a partir de estos acontecimientos desgraciados e imprevistos, que amerita que haya decisiones extraordinarias para ayudar a un país que tiene absolutamente con qué enfrentar un futuro muy próspero.
El país no tiene un problema estructural de dólares, hay un tema coyuntural. Tenemos sectores estratégicos que todo el mundo demanda y que son grandes generadores de divisas.
Hay un tema puntual. De repente, veinte mil millones de dólares no han ingresado por la sequía histórica. Eso merece una reconsideración en el acuerdo con el FMI, que el ministerio de Economía está planteando, y tenemos que estar todos ahí. Más allá de los sectores del Frente de Todos, sería un salto cualitativo en la convivencia democrática que también sectores de la oposición muestren responsabilidad.
NA: ¿Cree que una imagen de unidad entre Cristina, Alberto y Massa podría ayudar a calmar esta situación?
Más allá de las imágenes, el Presidente ha dicho que viene trabajando con su ministro de Economía para afrontar esta situación, para que impacte lo menos posible en la economía real y que todos los sectores productivos que están demandando recursos y materias primas puedan ir accediendo a los dólares que necesitan para seguir la rueda de la reindustrialización del país.
Yo veo eso. Lo ha dicho el propio jefe de Gabinete y también el canciller Santiago Cafiero. Hay un gobierno de respaldo y acompañamiento, no hay especulación interna, porque hay un interés superior, que es el país.
La necesidad de un acuerdo nacional
Vos dijiste que la unidad del Frente de Todos se va a dar después de las PASO, permitime agregar que también la de Juntos por el Cambio. Quizás uno de los problemas es que, cuando haya candidato claro de ambas coaliciones, uno podría pedirles que, frente a una situación de crisis, se juntaran. Creo que ese acuerdo calmaría a los mercados. Pero el problema que tienen es que tanto la oposición como el Frente de Todos atraviesan una disputa interna, y todavía faltan 100 días para que haya un candidato claro de cada uno de los dos. En otras ocasiones no ha sido así, vos mismo vivenciaste el acuerdo, en 2002 entre Alfonsín y Duhalde…
Eso es lo que necesita el país, ese nivel de madurez y de acuerdo. Eso es lo que demanda en este momento la sociedad, que llevemos calma y tranquilidad. Esa es mi esencia, y lo demostré siempre, la capacidad de conversar con todos los sectores de la vida política.
Lo hice como gobernador, como vicepresidente, y lo hago ahora, cuando recibo gobernadores e intendentes de todos los signos políticos. Lo demostré con Bolsonaro, cuando algunos me decían que le salga a contestar, yo pensaba en el interés argentino, a ver si todavía se rompía el Mercosur, pensaba en las consecuencias que podía tener eso. En ese contexto logré el récord de intercambio comercial entre ambos países.
Vos planteás que si fueras presidente podrías ser una persona que tenga una política consensual, el problema es cómo llegar a esa fecha. Yo hablaba de la actitud responsable por parte de los medios, de los políticos, inclusive de los ciudadanos. Creo que has tenido una experiencia en el 2002 que puede contribuir a un mensaje que creo que es muy necesario, para el oficialismo y la oposición.
Es muy inspiradora esa experiencia del 2002 con Duhalde. Tenía dos pilares fundamentales, los acuerdos, el acuerdo con Alfonsín, que se reflejó en acuerdos parlamentarios, en la integración de su gabinete. Otro pilar fundamental fue el eje productivo. Esos son los dos aspectos que hay que actualizar para estos tiempos.
Si la oposición tiene aspiraciones de gobernar el país, lo que más le conviene es tener una Argentina lo más estabilizada posible. Nosotros, el Presidente y el ministro de Economía, como oficialismo, hace a su misión, a su responsabilidad, trabajar en ese sentido.
Hay que votar en defensa propia. Estoy convencido que esta vez va a ganar Argentina, la gente, los trabajadores, la clase media. Va a ganar la moderación, la sensatez, la experiencia. Yo represento esos valores, y el día después los voy a necesitar a todos, no solo a los del Frente de Todos, sino también a referentes de otros espacios. Tenemos que dar un salto cualitativo para enfrentar problemas y oportunidades que también tenemos en nuestro extraordinario país.