Misiones Para Todos

Se les soltó el patín

El gobierno apostó a todo o nada y ahora Milei tiene uno de los Presupuestos con mayor déficit que se recuerde.

La lógica de apostar todo o nada es genial, hasta que perdés. Toto Caputo impuso la idea de concentrar en el Capítulo 11 del Presupuesto todos los ajustes: universidades, Garrahan, discapacitados, zonas frías, junto con los beneficios a las provincias como la asistencia a las cajas de jubilaciones. Una genialidad: si quieren una cosa que voten la otra. Y Menem aportó otra idea: le meto un candado, el Presupuesto se vota por Capítulo. Todo o nada. Brillante.

Excepto, que fue nada y ahora el gobierno libertario tiene uno de los Presupuestos con mayor déficit que se recuerde.

Si no se hubieran pasado de ingeniosos y seguían el trámite habitual, el Gobierno podría haber salvado algunos artículos de ajuste. Se quedaron sin nada. Venían con el viento en la camiseta de las elecciones y en la primera curva pronunciada se les soltó el patín.

Diego Santilli se gastó unos 100 mil millones en ATN en su raid de seducción a los gobernadores. Menem selló una alianza con los peronistas del norte y ninguneó a los dialoguistas de Provincias Unidas y al PRO. Total les sobraba. O no.

En la tarde del miércoles cuando las cosas empezaron a complicarse, Santilli y Lule Menem aterrizaron en Diputados. Y de esas charlas surgió otra genialidad: repartimos los cargos que quedan en la Auditoria, le damos uno más al kirchnerismo y otro a los peronistas del Norte y listo. Tenemos los votos. 

Excepto, que no pasó. Los peronistas se votaron los cargos en la AGN y no le votaron el Capítulo 11. ¿Cómo puede el Gobierno caer en una celada tan infantil? No hay muchas más explicaciones que la mala praxis política. O dicho de otra manera, es el mismo equipo que la venía chocando antes de ganar las elecciones. Lo que cambió fue el resultado electoral, no el equipo.

Con un agravante, que es propio del ADN de los libertarios. Para cerrar con los peronistas tiraron por la borda al PRO, los radicales y los de Provincias Unidas. Les encanta sacrificar a la gente que los quiere ayudar, les encanta cerrar con los peronistas, que son los que saben de política de verdad. La liga a la que quieren pertenecer. La liga de la política despiadada, inescrupulosa.

¿Cómo puede el Gobierno caer en una celada tan infantil? No hay muchas más explicaciones que la mala praxis política. O dicho de otra manera, es el mismo equipo que la venía chocando antes de ganar las elecciones. Lo que cambió fue el resultado electoral, no el equipo.

El problema es que la jugada se la hicieron a ellos y que te ocurra eso cuando sos gobierno y manejas todos los recursos del Estado, no es habitual. Un politólogo diría que merma tu liderazgo político, el peronista Vernet decía que el problema de perder es la cara de boludo que te queda.

Y no fue una derrota menor. Es estratégica. El Presupuesto era la primera de las leyes que Estados Unidos le pidió a Milei que pase por el Congreso, para darle cierta institucionalidad a su revolución capitalista.

Ahora Milei quedó en una situación imposible: si veta su propio Presupuesto expone su debilidad política y si lo acepta, entra en déficit. Le queda el recurso al que viene apelando, incumplir en los hechos las leyes que lo obligan a darle recursos a las universidades y los discapacitados. 

Pero son leyes que fueron votadas, vetadas, insistidas por los dos tercios de las dos cámaras y vueltas a votar en el Presupuesto. Cuesta encontrar en la historia reciente leyes con tanta fortaleza institucional y legitimidad política. La voluntad del Congreso es clarísima y su incumplimiento pone al Presidente y los ministros muy a tiro de denuncias penales por incumplimiento de los deberes de funcionario público.

La salida lógica sería abordar un acuerdo sensato que acomode lo que se pueda acomodar en el Senado. Por ahí el gobierno se va a encontrar con la misma gente que ofendió en Diputados.

Cristian Ritondo. El jefe de bloque del PRO, ya tiene listas las denuncias por inconstitucionalidad contra Menem por haber apurado el reparto de las sillas vacantes en la AGN, por fuera el temario de las extraordinarias. Varios abogados además quieren denunciar penalmente al presidente de la Cámara de Diputados. Ritondo por ahora no quiere cruzar esa línea, pero si deja correr que desde ahora Menem deberá conseguirse sólito el quórum.

La salida lógica sería abordar un acuerdo sensato que acomode lo que se pueda acomodar en el Senado. Por ahí el gobierno se va a encontrar con la misma gente que ofendió en Diputados.

Esto obliga al riojano a volver sobre quienes el Gobierno ofendió: los gobernadores de Provincias Unidas que lideran Llaryora y Pullaro. De hecho, sin el aporte al quórum de los diputados de Provincias Unidas este miércoles el gobierno no habría podido sesionar.

Si se miran bien las votaciones de esta madrugada todas rondaron los 131 votos. Ritondo con aliados tiene unos veinte diputados y Provincias Unidas otro tanto. El gobierno no tiene quórum propio.

Por eso, la derrota de Diputados es trascendente. Porque el Gobierno puso en crisis un sistema de alianzas delicado, en el que no le sobra nada y esto coloca un enorme interrogante sobre las reformas que Milei necesita para que su mandato salga de la maldición de Macri del fracaso de la segunda mitad, justo después de ganar las elecciones por porcentajes casi idénticos a los que obtuvo el libertario.

Ocurre además en el preciso momento que el FMI le impuso un giro al programa económico, alarmado por la debilidad de las reservas, que es lo mismo que decir, la capacidad de pago de sus deudas de la Argentina. La tormenta que acumula en el horizonte esa inquietud ya la conocemos y se llama crisis de deuda.

Por Ignacio Fidanza-LPO