Angustiada, la modelo contó que hace un año la están tratando por una bacteria que tiene en la sangre y eso imposibilita el trasplante de riñón que necesita para vivir. Mientras tanto, se somete a diálisis y prueba medicamentos para calmar dolores
“Estoy atravesando un momento muy crítico de mi vida”. Con esta definición alarmante, pero real Silvina Luna dio una entrevista este martes a LAM para hablar de cómo se encuentra hoy de salud. La modelo, visiblemente angustiada por la situación que atraviesa, contó que todavía no puede hacerse el trasplante de riñón que necesita para vivir porque desde hace un año tiene una bacteria en la sangre, mientras tanto se encuentra realizando diálisis y un tratamiento. “Hay momentos de aceptación y momentos que me despierto y digo ‘estoy viviendo una pesadilla’. Pero estoy acá, firme, de pie, siempre fui una persona de salir adelante. Siempre tengo recaídas. Son más los momentos buenos que busco en el día a día, buscar momentos de alegría, eso me hace muy bien”, describió en su charla con Ángel de Brito.
Luna reconoció que haber participado de la primera edición de El Hotel de los Famosos fue una mala decisión. “Fue muy exigente, después me arrepentí. Me encanta trabajar, me habían propuesto eso… Nunca nos hablaron de que iba a ser tan exigente. Realmente eran pruebas para gente muy entrenada. Ellos sabían que yo tenía este problema. Me subió el calcio y tuve que ir a internarme 4 o 5 días… Ahora aprendi a pedir ayuda, lo hablo con mis amigas”, contó.
Silvina destacó que le hace muy bien estar acompañada de su hermano, que tiene 37 años, “él es mi familia”, aclaró, ya que sus padres murieron. También ponderó a sus amigas, que van mucho a su casa porque ella no puede salir. Hoy, la vida de Silvina depende de la diálisis que se hace tres veces por semanas, cuatro horas por día. “Me llevo un libro, trato de dormir para que no se me haga tan largo. Sé qué almohadones llevarme, es como un club. Veo gente mayor ahí y digo ‘me la tengo que bancar’. Los sillones son muy incómodos, son 4 horas que estás quieto. Empecé con un dolor en el ciático y las piernas desde que empecé diálisis y fue muy duro porque se hizo crónico… Son dolores que nunca he tenido. Cuando uno vive con dolor no podés pensar en nada. De a poco van encontrando los analgésicos posibles para que me pase”, compartió.
“Hay días que me quiero quedar durmiendo, pero tengo que ir a diálisis porque eso me está salvando. Si no funcionan los riñones no podría vivir”, expresó. “Los días que tengo diálisis vuelvo a casa y me quiero acostar. No hago nada ese día. Es día a día. Al otro día disfruto cada cosa”.
“Con la alimentación siempre me cuide, ahora me agregaron no comer con sal. Tomar poca agua. Ahora solo puedo tomar un litro, un litro y medio por día. Eso porque uno va cargando líquido… Me ayuda el amor, y creer. Esos días que decís: ‘no puedo más’, tengo fe y visualizo que voy a estar trasplantada y voy a volver a recuperar mi vida”, señaló.
“Voy a recuperar la vida pero no va a ser la misma de antes, claramente… Desde hace mucho me voy postergando. Los años pasaron. Es uno de mis deseos es ser madre, que me despertó hace un tiempo. En las relaciones no se dio. A veces sueño que cuando me trasplanten pueda tener un bebé, adoptar a un nuño. Quiero devolver ese amor que me dan”, expresó.
“A veces me pongo a pensar las cosas que fui perdiendo. No está bueno pensar en eso. Fueron doce años que me perdí de viajes, cumpleaños, trabajos. Todo eso me afectó y me afecta. El tema monetario, por la cantidad de medicaicón que tengo que tomar, no estoy trabajando tampoco… Mucho tiempo callé porque me daba verguenza hablar de esto. Hice catarsis. Esta bueno sacarlo y que la gente sepa”, y por último hizo hincapie: “Me encanta vivir. Quiero vivir. Pero nunca sabés los caminos”, completó ente lágrimas.