“Ahora tengo un poco de calma”, contó Graciela Sosa y se mostró conforme con el fallo que condenó a los rugbiers por la muerte de su hijo. En tanto, su papá Silvino Báez expresó que “se consiguió lo que se buscaba, que era justicia”.
Este 6 de febrero se conoció la sentencia del juicio que comenzó el 2 de enero en los Tribunales de Dolores contra los ocho rugbiers imputados por el asesinato de Fernando Báez Sosa, el joven de 18 años que fue atacado a golpes en enero de 2020 a la salida del boliche Le Brique, en Villa Gesell.
En este marco, los padres de Fernando, Silvino Báez y Graciela Sosa, consideraron este lunes por la tarde que al escuchar el veredicto sintieron “emoción” y “paz en el corazón”, porque saben quiénes mataron a su hijo.
En conferencia de prensa, además, Graciela, la madre del joven, aseguró: “A partir de ahora nace una historia muy importante en la Justicia argentina al ser condenados estos asesinos que arrebataron a nuestro hijo de una manera tan cruel. Estamos muy conformes. Comienza una nueva etapa en nuestra vida y seguiremos luchando para que quede firme la sentencia”.
Y afirmó que la condena a cadena perpetua para los acusados fue lo que “esperó” durante tres años, el lapso que transcurrió desde el asesinato de su hijo hasta la sentencia del juicio.
Además, la mujer recordó los momentos en las audiencias en las que tuvo que ver las imágenes del asesinato de su hijo registradas por las cámaras : “Todas las audiencias fueron dificiles. No es fácil ver como matan a tu hijo. No podía dormir muchas noches al ver a mi hijo implorando piedad para que no le dieran mas patadas, algo que no ocurrió. Dijeron que fue riña y yo no vi eso. Eran ocho contra un inocente indefenso”, expresó.
Asimismo, enfatizó en que hoy “culmina una etapa y comienza otra”. “Es ahora cuando realmente vamos a hacer nuestro duelo y vamos a aprender a convivir con el dolor”, señaló, visiblemente emocionada.
Con respecto a la actitud de los rugbiers, Graciela se mostró escéptica y aseguró que “fue actuado” el desmayo que tuvo Máximo Thomsen durante la lectura del veredicto. “No me conmovió para nada. Ellos disfrutaron matando a mi hijo. En algún momento pueda olvidar todo eso, pero perdornarlo es muy difícil”, señaló.
“Me arrebataron a un hijo que solo quiso ir a divertirse. Mi hijo regresó, pero en un cajón cerrado del que nunca más va a salir. Su ausencia y nuestro dolor es perpetuo para siempre también”, insistió.
En tanto, el padre de Fernando Báez Sosa, Silvino, dijo que lo que le diría a su hijo es que “consiguió Justicia” y que “va a estar presente todos los días”. “Voy a seguir queriéndolo aunque no lo vea”, afirmó, con lágrimas en los ojos.
“Escucho los audios de mi hijo para buscar en qué sostenerme y seguir. Lo que más queria era justicia para Fernando y que su asesinato no quedara impune”, agregó.
Por último, Graciela volvió a quebrarse al recordar a Fernando: “Extraño mucho a mi hijo. Era un chico bueno, sano, que luchó muchísimo para llegar a donde estaba, y todo lo que hizo para ser alguien en la vida quedó truncado. Siempre lo recordaré como era. A veces veo sus videos para mantener viva y recordar su voz, aunque me quiebre”.