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Sin sorpresas y entre abucheos en la ONU, Netanyahu promete “terminar el trabajo” en Gaza

Tal como se esperaba, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se dirigió a la Asamblea General de la ONU con un discurso en el que defendió los "éxitos" de su Gobierno contra Hamás, definió su asedio en Gaza como un desafío "existencial" para su país y acusó a los líderes occidentales de “ceder a la presión de los islamistas radicales”, al reconocer un Estado palestino. Su llegada causó el retiro de decenas de delegaciones, e incluso aliados como Estados Unidos presenciaron su intervención con diplomáticos de menor rango.

Benjamin Netanyahu utilizó su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas para ofrecer una actualización de su última intervención, celebrando lo que llamó "éxitos" en su ofensiva contra Hamás, rechazando el reconocimiento del Estado palestino y negando las acusaciones de genocidio y hambruna por las acciones de su Ejército en Gaza.

Apenas un puñado de delegaciones presenciaron su intervención. El premier pronunció su discurso con un mapa que identificó con el nombre de "la maldición" y en el que marcó en rojo las "amenazas" regionales para Israel. Además, intervino con un pin en la solapa que contenía un código QR que llevaba a imágenes de los ataques del 7 de octubre de 2023.

Su llegada fue recibida con abucheos y murmullos por parte de algunas delegaciones, el retiro de varias decenas y sonoros aplausos por parte de otras, como la de Estados Unidos, que sin embargo presenció su intervención con diplomáticos de menor rango, entre los que no estaba ni siquiera su embajador ante la ONU.

Benjamin Netanyahu muestra un mapa que ha denominado como "La Maldición" durante su intervención ante la Asamblea General de Naciones Unidas. Nueva York, 26 de septiembre de 2025.
Benjamin Netanyahu muestra un mapa que ha denominado como "La Maldición" durante su intervención ante la Asamblea General de Naciones Unidas. Nueva York, 26 de septiembre de 2025. AP - Richard Drew

Netanyahu destacó que desde su última comparecencia ante la Asamblea General el año pasado, Israel ha logrado avances para poner fin a “la maldición del eje del terror de Irán, un eje que amenaza la paz de todo el mundo, la estabilidad de nuestra región y la mera existencia de mi país”.

El líder del Likud también se jactó de haber “eliminado la máquina del terror de Hamás”, “mutilado a Hezbolá, eliminando a la mayoría de sus líderes y buena parte de su arsenal” y “destruido el programa de armas nucleares y de armas balísticas de Irán”.

El primer ministro agradeció la actuación “audaz y valiente” del presidente estadounidense Donald Trump en la lucha contra Irán, un país al que definió como “una amenaza mortal para Israel y el mundo civilizado”, pero hizo un llamado a rematar la victoria eliminando sus almacenamientos de uranio enriquecido.

Mensaje a Hamás y encuestas improvisadas

Aunque reclamó importantes victorias contra Hamás, Netanyahu proclamó que sus miembros persisten en la Ciudad de Gaza y que pretenden "repetir el 7 de octubre”. Por tanto, aseguró que “Israel tiene que terminar la tarea, y hacerlo lo más rápido que podamos”, en referencia a su prometido objetivo de "eliminar" al grupo islamista, una misión en la que ya deja más de 65.000 palestinos muertos, la gran mayoría civiles, indican el Ministerio de Salud local y las agencias humanitarias.

El mandatario israelí confirmó la información que habían reportado medios locales, de que había ordenado instalar altavoces en la frontera con Gaza para transmitir su discurso, y agregó que también había intervenido los teléfonos celulares en todo el enclave para ser escuchado.

Entonces, se dirigió en hebrero a los rehenes cautivos en manos de Hamás y les recordó que “no los hemos olvidado ni un solo segundo, no vamos a descansar hasta que los traigamos a todos a casa”.

También reiteró su mensaje a Hamás sobre las condiciones para lograr la paz: “Depongan las armas, liberen a los rehenes ahora. Si lo hacen vivirán, si no Israel los encontrará”. Y recordó que “si Hamás acepta lo que exigimos, la guerra puede terminar ahora mismo”.

Netanyahu muestra una encuesta que aplicó a las pocas delegaciones que presenciaron su discurso ante la Asamblea General de la ONU. Nueva York, 26 de septiembre de 2025.
Netanyahu muestra una encuesta que aplicó a las pocas delegaciones que presenciaron su discurso ante la Asamblea General de la ONU. Nueva York, 26 de septiembre de 2025. AP - Richard Drew

Netanyahu improvisó una encuesta a los pocos asistentes para identificar amenazas comunes entre Israel y Occidente, para concluir que “nuestros enemigos son sus enemigos, nos odian a todos por igual, quieren arrastrar al mundo moderno a la oscuridad del pasado, al fanatismo. Israel está luchando por todos ustedes", sostuvo.

Asimismo, el premier recriminó a los gobiernos occidentales que en los últimos días se han sumado al reconocimiento del Estado palestino, de quienes sugirió que aplican un doble rasero. “Los líderes que en público nos condenan en privado nos agradecen el apoyo de inteligencia que les damos para prevenir ataques”, aseveró, y citó una declaración del canciller alemán Friedrich Merz a la cadena ‘ZDF’ reconociendo que “Israel hace el trabajo sucio por todos nosotros”.

El primer ministro israelí no ahorró críticas para los líderes occidentales que han endurecido su discurso hacia su Gobierno, a los que acusó de ceder a “la presión de los islamistas radicales, los medios sesgados y grupos antisemitas”.

En ese sentido, los señaló de luchar contra la paz. “¿Cuándo van a aprender? ¿Cómo van a luchar contra la yihad los que sacrifican a Israel? Como dijeron los profetas, han convertido el mal en el bien, y el bien en el mal”.

Ni genocidio ni hambruna: Netanyahu niega  responsabilidad

El líder israelí utilizó la tribuna de la Asamblea General para negar las acusaciones de genocidio, validadas por una comisión independiente de  expertos de la ONU que se basaron en la definición legal contenida en la Convención de Naciones Unidas sobre el Genocidio.

También negó la existencia de hambruna, que fue declarada el pasado 22 de agosto en la Gobernación de Gaza por el principal monitor de seguridad alimentaria del mundo, que advirtió que puede extenderse por todo el enclave.

“Es lo contrario. Israel está adoptando más medidas para minimizar las bajas civiles que cualquier ejército en la historia”, aseguró, citando un coeficiente entre combatientes y no combatientes muertos en el conflicto, que según él es “bajísimo, sobre todo si se considera que Gaza es una de las zonas más densamente pobladas de la tierra”.

Cifras del ministerio de Salud de Gaza aseguran que desde el inicio del conflicto han muerto 65.000 personas, sin discriminar entre militantes y civiles.

Netanyahu aseguró que ha llevado adelante una campaña de lanzamiento de folletos y envío de mensajes de texto y por redes sociales para desalojar las áreas donde se desarrollarán ataques, y acusó a Hamás de meterse “en las escuelas, en las mezquitas, en los hospitales” para “amenazar” a la población que quiere proceder al desalojo.

Para Israel cada baja civil es una tragedia, para Hamás es una estrategia. ¿Un país que quiere cometer un genocidio le diría a la gente que se vaya para que estén a salvo?”, preguntó a la audiencia.

Netanyahu también sostuvo que su gobierno ha alimentado a Gaza “desde el principio de la guerra”, con el ingreso de “más de dos millones de toneladas de alimentos”, a razón según él de “casi 3000 calorías por persona por día”, pero reiteró su versión de que “Hamás lo roba y lo vende a precios exorbitantes para financiarse”.

"No lo vamos a hacer": Netanyahu remarca que no permitirá un Estado palestino

El discurso de Netanyahu incluyó referencias a un supuesto repunte del antisemitismo, “que vuelve y vuelve, no muere nunca, crece una y otra vez”.

Citó episodios como la supuesta muerte de una sobreviviente del Holocausto en el ataque incendiario de Colorado en junio pasado -aunque la mujer, Barbara Steinmetz, sobrevivió y ofreció declaraciones tras el incidente- y el asesinato de dos empleados de la embajada de Israel en Washington DC.

Este preludio le sirvió para condenar a los dirigentes occidentales que “reconocieron incondicionalmente el Estado Palestino”, acusándolos de enviar “un mensaje claro: asesinar a los judíos se recompensa. Será una marca de vergüenza para todos y cada uno de ustedes”.

Manifestantes protestan contra la presencia de Netanyahu en la ONU. Nueva York, 25 de septiembre de 2025. El primer ministro israelí ha acusado a líderes occidentales de "ceder a la presión de los islamistas radicales".
Manifestantes protestan contra la presencia de Netanyahu en la ONU. Nueva York, 25 de septiembre de 2025. El primer ministro israelí ha acusado a líderes occidentales de "ceder a la presión de los islamistas radicales". AP - Yuki Iwamura

Netanyahu aseguró ser partidario de la solución de dos Estados, pero acusó a los palestinos de ser los que nunca han creído en esa vía: “Ellos quieren un estado Palestino en lugar de Israel, no junto a él. Cada vez que se les da territorio, lo utilizan para atacarnos”.

"Dar un Estado palestino es recompensar a fanáticos que perpetraron la masacre del 7 de octubre (...) No lo vamos a hacer", subrayó en un tono desafiante.

El líder de ultraderecha también lanzó sin pruebas duras acusaciones contra la Autoridad Palestina a la que señaló de "pagar para matar a judíos (...) Mientras más judíos matan, más pagan”.

El primer ministro, incluso, comparó dar “a los palestinos un territorio a una milla de Jerusalén” con “darle a Al Qaeda un Estado, a una milla de Estados Unidos, después del 11 de septiembre (de 2001)”.

Netanyahu cerró su discurso con unas duras palabras a los dirigentes occidentales que han reconocido el Estado Palestino, seguro de los efectos limitados que ese paso pueda tener, debido a que Israel controla y decide sobre cómo viven los palestinos.

“No vamos a cometer un suicidio nacional porque ustedes no tienen las agallas de enfrentar a medios de comunicación hostiles que exigen nuestra sangre. Pueden rendirse ante la presión, pero Israel no lo hará”.

Por Eumar Esaá-France24