Misiones Para Todos

Sobre héroes y tumbas: ¿peligra la rebeldía de los gobernadores con Milei?

Backstage de la disputa entre los mandatarios y la Casa Rosada. Semáforo de relación: sumisos y hostiles. El peso del cierre de listas, entre pactos “indignos” y la urgencia por sobrevivir.

Alfredo Cornejo, alguna vez macho alfa de la política de Mendoza, se encamina a una rendición ante La Libertad Avanza (LLA). Acuerdo que un operador califica de “indigno” y explica la retirada del mandatario radical del pacto de los gobernadores en el Senado. Sin reelección, con Javier Milei en 60% de imagen positiva en la provincia, Cornejo mastica una doble condena: no poder bendecir a su sucesor para 2027 y no poner al candidato a diputado para las elecciones del 26 de octubre.

Para ese casillero rankea el ministro de Defensa, Luis Petri. La ironía más cruel, casi una provocación, es que LLA desliza que ese lugar de Petri –radical, candidato a vicepresidente con Patricia Bullrich, precandidato a gobernador en 2023 que perdió la interna contra Cornejo– debe “pagarlo” la UCR. Es decir: el gobernador tendría que ceder el tope de la lista a su posible verdugo y aceptar que LLA ponga a una candidata “pura” segunda en la boleta.

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Hace una semana, Cornejo le puso fecha a la elección de cargos locales en simultáneo con la nacional. Fue la explicitación de un acuerdo con LLA, en el mismo rango que Leandro Zdero, gobernador de Chaco, que pactó con los libertarios en las elecciones de mayo. El tercer habitante de ese triunvirato tiene nombre: Rogelio Frigerio, gobernador de Entre Ríos, que se encamina a pintarse de violeta.

Juega Urtubey

Los tres aparecen cruzados por un fantasma: la deriva electoral de Jorge Macri en CABA. Ese episodio facilitó la entrega del PRO en la provincia de Buenos Aires. Los gobernadores temen ir solos, sin pactar con LLA y enfrentados al peronismo, quedar en un no lugar y terminar terceros. Un deja vú del 2017 cuando la disputa entre Mauricio Macri y Cristina Kirchner polarizó la elección en todas las provincias y las terceras fuerzas quedaron fuera de la foto.

Por aquel entonces, Alberto Weretilneck, gobernador de Río Negro, se lanzó con un partido “provincial” y se mancó: después de una pésima PASO, bajó la lista. El socialismo quedó tercero lejos en Santa Fe, el cordobesismo perdió en Córdoba y Juan Manuel Urtubey, gobernador de Salta, terminó detrás del PRO y de un peronismo bis referenciado en CFK.

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En estas horas, Urtubey hará una avanzada para ser candidato a senador nacional en Salta del panperonismo, con el OK de Cristina. Podría acoplarse a un espacio que se lanzó hace algunos meses llamado Primero La Patria, donde confluyen dirigentes y legisladores de todo el país, muchos del interior y con distintos orígenes dentro del registro variado del peronismo.

Si Urtubey logra armar un frente amplio, será un problema para Gustavo Sáenz, que suele jugar a dos puntas y, al igual que la Misiones de Hugo Passalacqua (y de su jefe político Carlos Rovira), es un dador de gobernabilidad para la Casa Rosada.

El regreso de la interna cerrada

En el grupo de diputados de Primero La Patria está José Glinski, legislador por Chubut, provincia donde el peronismo prepara una “interna cerrada” para elegir a los candidatos para octubre. La eliminación de las PASO sacó del sistema el mecanismo para resolver diferencias dentro de los partidos o los frentes. En Chubut, el PJ y un grupo de partidos, entre ellos el Frente Renovador de Sergio Massa, armaron el frente “Unidos Podemos” y definieron una elección de “afiliados”, programada para el 3 de agosto, para definir a los postulantes para el Congreso nacional.

De un lado está Dante Bowen, intendente de Dolavon, apoyado por Glinski y varios jefes comunales del interior. Del otro Juan Pablo Luque, exintendente de Comodoro Rivadavia, y excandidato a gobernador en 2023, con el apoyo del buró del PJ y de La Cámpora. En el pasado, Bowen militó en el camporismo mientras Luque apareció más cerca del espacio en tensión con CFK. Cosas que pasan. Carlos Linares, senador nacional, amigo de Cristina, hasta acá jugó equidistante.

El peronismo opera sobre la certeza de que Ignacio “Nacho” Torres, el postmacrista que gobierna Chubut, no acordará con LLA. Es lo más probable, de hecho el gobernador convocó a un plebiscito sobre los fueros sindicales, judiciales y de legisladores, para provincializar la elección y tener agenda propia. Hay otro elemento: está muy enfrentado con la franquicia local de La Libertad Avanza (LLA). Torres fue de los mandatarios que impulsó el pacto que derivó en los proyectos sobre Impuesto a los Combustibles y el reparto de ATN.

¿Peligra la rebeldía de los gobernadores?

Hay un semáforo sobre la posición de cada gobernador respecto a Casa Rosada. Están los sumisos como Cornejo, y del otro lado aparecen aquellos que no tienen diálogo, como Axel Kicillof. La posición de los panperonistas, está clara, a excepción de Raúl Jalil, de Catamarca, que suele mover a sus diputados en beneficio de LLA. Los demás, están en la vereda de enfrente: Sergio Ziliotto de La Pampa –uno de los promotores iniciales del acuerdo de los 24, que contó el proceso en C5N–, Gildo Insfrán de Formosa, Gerardo Zamora de Santiago del Estero y Gustavo Melella de Tierra del Fuego.

Quien levantó el tono fue Martín Llaryora, el cordobés, que descarta ir en un acuerdo electoral con LLA, pero depende de cómo avanza el armado de Juan Schiaretti: el exgobernador y excandidato presidencial se decidió a armar en todo el país. De hecho forma parte del frente Somos Buenos Aires en PBA, y eso debería ser un indicio de que aceptará ser candidato a diputado nacional por Córdoba.

Hay un interrogante sobre lo que puede hacer Osvaldo Jaldo, en Tucumán. Jaldo forma parte de la línea intermedia que es el punto frágil de la unidad de los gobernadores. Al rionegrino Weretilneck, “El brujo”, en Casa Rosada lo ponen en el grupo de los dialoguistas, con los que se puede acordar y ver un plan compartido: si conviene a ambos, ir separados, sino buscar un acuerdo. Rio Negro es una de las provincias que elige senadores: el riesgo de armar dos boletas es que dividir votos puede hacer que el peronismo se filtre por el medio, gane la elección y se quede con los dos senadores de la mayoría.

Claudio Poggi de San Luis y Marcelo Orrego de San Juan aparecen en una postura similar: no quieren romper con LLA pero depende de la voluntad que exprese, del otro lado, Karina Milei. En casos como San Juan, donde hay referentes de la hermanísima enfrentados con el gobernador, como –el diputado José Peluc– las chances se alejan. Algo similar puede ocurrir en Santa Fe donde Maximiliano Pullaro se prepara para ir con un armado propio y hace, cada tanto, movimientos de cierta autonomía, como los carteles que instaló estos días en las rutas nacionales destruidas por falta de mantenimiento.

Los carteles que aparecieron en las rutas santafesinas.

La cuestión política

Sobre el universo de los sinuosos, Milei tiene margen para ir a buscar héroes para blindar los vetos a los aumentos a jubilados y la emergencia en discapacidad. Por ahora, demora poner la firma para ganar tiempo: día que pase sin que la ley entre en vigencia son recursos que deja de perder. No hubo, hasta el miércoles a la noche, mensajes de Casa Rosada. No hay negociación en curso. Este jueves, quizá, Guillermo Francos se salude en un cóctel en La Rural con algunos mandatarios.

Esta semana, dos informes de la Fundación Mediterránea, abordaron el costo fiscal de los proyectos de los gobernadores: el del impuesto a los Combustibles, anualizado, tendría un costo de 0,16 del PBI para Nación mientras que el referido a los ATN impacta con 0,05 del PBI si se proyecta todo el 2025 cuando, de quedar en pie, solo se aplicaría 5 meses. De ahí que los gobernadores no lo tomen como una cuestión fiscal sino política.

Por Pablo Ibáñez-Cenital