Mónica, Nicolle y Victoria crearon una asociación civil para “inspirar, integrar y acompañar el camino de más mujeres en la agroindustria”. Potencian a muchas estudiantes porque “hay mega talentos sueltos que aún no saben a dónde pueden llegar”.
Mónica Lucero, Nicolle Samyn, y Victoria González nacieron en distintos puntos del país, estudiaron diferentes carreras pero su recorrido laboral hizo que se conocieran. La rutina de trabajo las llevó a compartir mucho más que las responsabilidades diarias. Coincidir en la perspectiva del rol de la mujer en la agroindustria las impulsó a convertir una visión en acción.
Ahora son “Las chicas del agro”, creadoras de una asociación civil sin fines de lucro, que trabajan “para contribuir a alcanzar la paridad de género en la agroindustria”, y buscan “inspirar, integrar y acompañar el camino” de las mujeres en el campo.
“Encuentro”, otras de las definiciones de “Las chicas del agro” (Crédito: instagram/laschicasdelagro).
“No se imaginan lo que pueden hacer porque no hay referentes”
“Nos unieron las historias personales y una necesidad grupal. Siempre estuve muy sola en los trabajos, integrando mesas formadas mayoritariamente por hombres, y percibí que al ser pocas mujeres en diferentes áreas es complejo conectar”, explicó Mónica en diálogo con TN.
La economista, oriunda de la localidad pampeana de Rancul, consideró que “hay una especie de cañería rota entre la oferta y la demanda laboral”. “A veces hay búsquedas y no aparecen mujeres en las entrevistas. También sucede que los mandatos familiares hacen que muchas dejen de lado las propuestas que se les presentan”, explicó.
“Las chicas del agro desde un año recorren escuelas, universidades y organizan espacios de conversación en distintos lugares para potenciar la inserción en la agroindustria. “Muchas estudiantes no se imaginan lo que pueden hacer porque no hay referentes e intentamos desde la Asociación darle una mano a esos mega talentos que hay sueltos y que aún no saben a dónde pueden llegar”, reflexionó.
Como mentora de muchas mujeres, Mónica advierte que “las dificultades en la inserción laboral se dan también porque hay quienes creen que no pueden, que no tienen posibilidades o si están en pareja con un compañero de la facultad, el que termina la carrera generalmente es el hombre”. “Empezamos con charlas en ámbitos educativos y ahora lanzamos un programa de coaching de cinco meses para orientar a las que están estudiando a que puedan cumplir el objetivo de conseguir el título”, indicó.
“Con este suelo fértil no puede ser que no podamos crecer”
La pampeana le confesó a TN que lo que más quiere “es la federalización de este proyecto, que llegue a todas las escuelas y universidades del país”. “Soy optimista, sé que es cuestión de tiempo. En el campo hay muchas oportunidades y con este suelo fértil no puede ser que no podamos crecer”, dijo.
“Las chicas del agro tiene además una potencia muy grande porque cuando una ayuda a otra, la solidaridad es una rueda que no para. Si a una mujer le cambia la vida, no se va a quedar de brazos cruzados y va a pensar en cómo colaborar con otra”, concluyó.
Las chicas del agro en una palabra (Crédito: instagram/laschicasdelagro).
Por Ani Kuper-TN