Ezequiel Vidal González es hijo de un histórico futbolista que tuvo su tarde gloriosa en la Bombonera en 1988. Ahora, él busca brillar con la camiseta azul y amarilla.
La historia de la familia Vidal González no tiene desperdicio, quizás ni en los sueños se puede imaginar. En 1988, Antonio pisó la Bombonera con la camiseta de San Martín de Tucumán. Y no fue un día cualquiera: esa tarde, el Santo goleó 6-1 a Boca, que era dirigido por José Pastoriza y que tenía figuras como Carlos Navarro Montoya, Enrique Hrabina, Claudio Marangoni y Walter Perazzo.
Vidal González fue autor de tres de los seis que anotó su equipo y su nombre quedó grabado en las páginas doradas del fútbol argentino. Hoy, su hijo, Ezequiel, firmó su primer contrato con el equipo de la Ribera con tan solo 16 años.
“Tengo una historia particular con Boca. Le hice tres goles en la Bombonera jugando para San Martín de Tucumán”, contó Antonio en diálogo con TN.
Y, luego agregó: “Y no solamente eso, le había hecho cuatro goles a Boca en un amistoso jugando para Guaraní de Posadas, cuando el DT era Pancho Sa. Le ganamos 6-0 y le hice cuatro goles a Gatti”.
La historia de cómo llegó el hijo de un verdugo de Boca al Xeneize
Ezequiel Vidal González nació el 22 de julio de 2007 y juega como extremo por la derecha o por la izquierda. Su papá, Antonio, recordó cómo fue el desembarco en el Xeneize: “El lunes pasado firmó su primer contrato con tan solo 16 años. Es una alegría enorme. Mi hijo está haciendo una carrera muy linda. Lo trajimos con 10 años. Fue en una prueba de Boca en Misiones, nosotros somos de Candelaria, que queda a 24 km de Posadas”.
Y, en ese contexto, añadió: “En Boca lo descubrió Omar Perotti y Farías. A los dos meses nos hicieron venir al predio de Boca. Hizo dos pruebas más y se quedó. Vinimos a vivir con Ezequiel y lo estamos acompañando. Es el séptimo año que estamos con él”, explicó.
Los logros de Ezequiel en Boca: “Fue uno de los goleadores del club”
Boca salió campeón en séptima división el pasado año. La categoría es dirigida por Antonio Barijho y Ezequiel fue uno de los goleadores. “Lo subieron a quinta en diciembre del año pasado, después de que terminó el campeonato de séptima”, relató el papá del joven futbolista.
Ezequiel tuvo una experiencia increíble cuando se enteró de que debía incorporarse a la pretemporada de Reserva mientras estaba de vacaciones con su familia en Misiones. “El 28 de diciembre nos tuvimos que volver porque empezaba a entrenar”, relató.
A pesar de haberse contagiado de dengue, condición que lo dejó un mes sin entrenamientos, Ezequiel pudo recuperarse y reintegrarse al equipo. Hoy, es una de las grandes promesas del club.
“Es una historia muy linda, con una satisfacción enorme”
Antonio, emocionado, contó que su historia como jugador fue muy linda y lo llenó de una enorme satisfacción. “Y ahora mi hijo está haciendo todas las divisiones en Boca, tiene la posibilidad de jugar su segundo campeonato en Reserva y todas las condiciones para triunfar. Es un sueño”, cerró.
Por Nicolás Campolongo-TN
Por Nicolás Campolongo-TN