Oriana Ayala nunca se dio por vencida y hoy en día trabaja de lo que siempre soñó, aunque con algún que otro disgusto. “Acá en la Argentina las condiciones para las mujeres camioneras son muy precarias. La actividad no está preparada para nosotras”.
Durante su adolescencia Oriana Ayala descubrió su pasión e interés por los camiones y todo el trabajo que implicaba manejarlos. A pesar de las trabas que parecían infinitas y alguna que otra advertencia, ella persiguió uno de sus sueños y lo consiguió. Hoy, con tan solo 23 años es camionera y ya realizó viajes tanto nacionales como regionales a Brasil y Uruguay.
La joven de General Rodríguez es furor en las redes sociales, Instagram y TikTok, donde acumula más de 100 mil seguidores en cada una y comparte entusiasmada el día a día de su trabajo y algunas que otras dificultades. Unas de ellas son las condiciones de los baños que debe usar durante sus viajes. “No está preparado para nosotras las mujeres”, relató en diálogo con TN
Oriana trabaja como transportadora de distintas máquinas y vehículos como contenedores, autos de carrera, grupos electrógenos, generadores, entre otras tantas cosas. “Transportamos de todo menos alimentos”, aseguró.
“Acá en la Argentina las condiciones para las mujeres camioneras son muy precarias”
A pesar del amor profundo que siente por su profesión, la joven hizo especial hincapié en que el momento que tiene que ser uno de los más gratificantes y aliviadores de sus largos días de trabajo, muchas veces suele ser todo lo contrario. Los baños, en los que para que darse una ducha, la mayoría de las veces no se encuentra en el mejor estado, en cuanto a higiene o infraestructura.
En este sentido, reclamó: “Acá en la Argentina las condiciones para las mujeres camioneras son muy precarias. Sin embargo, recalcó que tampoco lo está para los hombres, ya que se trata de lugares poco cuidados y desprolijos”.
En cuanto al momento de abastecerse durante sus traslados, Oriana contó que dentro del mismo camión cuenta con cocina y una heladera conservadora para mantener los alimentos frescos. A la hora de dormir, frena el vehículo en una estación de servicio “segura” para estar tranquila y al otro día se despierta y sigue el rumbo hacia el destino que le haya tocado.
Una adolescente que persiguió su sueño
“Es algo que se fue dando de a poco. Cuando era adolescente me empezó a gustar y llamar la atención este mundo”, relató a TN y reveló cómo comenzó todo. “Empecé a averiguar y llevó su proceso”.
A sus cortos 13 años aprendió a manejar una camioneta con su tío, que fue su principal profesor. “Era re chiquita y sabíamos que estaba mal, pero como era en un pueblito tranquilo de Colón, lo hacía cuando se podía”. Después de unos años, a los 18, se mudó a Buenos Aires y fue ahí que se interesó sobre el vehículo de larga dimensión y las ganas de aprender a manejarlo crecieron. Le insistió a su primo en que le enseñe, a pesar de que él no quería, pero lo terminó convenciendo y lo logró.
Si bien ella se dedicaba a un rubro completamente distinto, aprovechaba cada momento que podía para manejar por lo menos un rato el camión.
A sus 21 años decidió hacer la capacitación exigida por la CNRT para quienes buscan insertarse en el sector del transporte de carga como conductores de vehículos pesados. “Estaba carísimo. Era mucha plata, pero pude juntarla y pagármelo”, sostuvo mientras contó que muchas personas le decían que no lo haga porque era “difícil” y se le complicaría conseguir empleo por el simple hecho de ser mujer y no tener experiencia en el rubro.
Una cuestión de género: la dificultad para conseguir trabajo como camionera
A pesar de que se trata de un empleo más que nada habitual entre los hombres, cada vez son más las mujeres que buscan pertenecer al mundo de los viajes como transportadoras en camiones, con todas las dificultades que muchas veces pueden presentarse.
El caso de Oriana no fue un caso apartado, ya que afirmó que conseguir empleo en ese sector le costó muchísimo. “Pasé por un montón de lugares buscando trabajo, pero no me querían tomar en ningún lado”, declaró conmovida.
Después de un tiempo de no darse por vencida, la suerte cambió a su favor y se dirigió al último lugar, con un poco menos de ánimo pero siempre con su objetivo presente. Una vez allí, que es la empresa donde trabaja en la actualidad, el dueño la miró sorprendido por su corta edad, pero confió en ella y todo terminó de la mejor manera, contando siempre con el apoyo de su familia.
“Me hizo hacer una prueba. Hasta el día de hoy me dice que no entiende qué pasó, pero le gustó como manejaba y me contrató”, dijo. Y fue a partir de ese momento que comenzó la travesía de hacer lo que más le gusta, acompañada por la ayuda de sus compañeros que le enseñaron desde cambiar una rueda hasta detalles más específicos sobre el vehículo. Hoy en día, Oriana es la única mujer en la entidad.
Sus viajes comenzaron siendo a puntos nacionales, pero al pasar el tiempo logró uno de sus mayores desafíos: manejar a destinos internacionales. Brasil y Uruguay fueron los dos países a los que viajó completamente sola, parando en el medio solo para comer y dormir, pero siempre disfrutando de su trabajo hasta el último kilómetro.
“El viaje más largo que hice fue a San Pablo (Brasil), que me llevó un total de cinco días. Manejaba desde las 7 de la mañana hasta las 8 de la noche”, detalló. “Fue la mejor experiencia que tuve. Muy lindo”, aseguró.
Ella siempre se sintió acompañada por sus compañeros de trabajo como por los tantos que se cruza en la ruta. “Muestran respeto y me ayudan”, aclaró. Pero en las redes sociales todo es distinto. “Me juzgan y me atacan por ser una mujer que maneja un camión”, se quejó y sacó a la luz que muchas veces algunos hombres le preguntan con quién se “acostó” para conseguir su empleo, desmereciendo su propio esfuerzo y sacrificio por estar donde está hoy.
“Más que nada, los hombres grandes me dejan esos comentarios en mis videos. Me da la sensación de que por ahí se sienten amenazados”, sostuvo.
En cuanto a cómo se ve dentro de un par de años, la chica expresó que se visualiza subida a un camión por el resto de su vida, trabajando largas horas todos los días. En este marco, contó que tiene otros proyectos en mente, pero su próximo sueño a cumplir es contar con una red de camiones y ser la dueña de una empresa.
Finalmente, Oriana dejó más que claro lo que significa ser camionera. “No lo veo como un trabajo, lo veo como un estilo de vida, es un sueño”, precisó. “Nos sentimos con poder arriba del camión manejando”, completó.
Por Rocío Hagenmüller-TN