¿Vuelve el kirchnerismo? ¿Vivimos el otoño del PRO? La semana demagógica de LLA.
La medición de la consultora Scentia registra que, por primera vez desde que asumió Milei, hubo un levísimo repunte del consumo masivo en supermercados y autoservicios. La inflación bajó respecto de marzo y ya está por debajo del 50% anual. El dólar sigue estable. La pobreza habría bajado según la UTDT. Abril volvió a registrar superávit fiscal con algunas particularidades de impacto político: 1) bajó el gasto después de varios meses de subir (vuelta a cuidar la canilla, ahora comprometido con el Fondo); 2) subió la recaudación de IVA por mayor actividad: 3) crecieron mucho los ingresos por derechos de importación (¿cómo vendrá la balanza comercial de abril?); y 4) se incrementaron notablemente las transferencias a las universidades (183 %, “hay que cuidar al público de clase media”) y a las provincias (276 %, “para que nadie ande diciendo que soy mal pagador, y de paso aliento la cadena de la felicidad”). Todo esto, sumado a la baja de impuestos para electrónicos (conflicto mediante con Tierra del Fuego) y a la reforma migratoria (bastante relativa), el gobierno libertario cerró una semana a full electoralista. “¿Demagogo yo? Naaaaaaaaa. ¡Si todo lo hago manteniendo superávit de caja!”. Y en eso tiene razón.
Pase lo que pase este domingo en la CABA, y aunque el electorado no se nacionalice realmente –los analistas los nacionalizamos– será un barajar y dar de vuelta en el distrito, y del cual se podrán extraer muchas conclusiones respecto de hacia dónde marcha la política argentina en la era libertaria. Con este comicio local se habrá votado en seis distritos, de los cuales la mitad forma parte de los cinco grandes (o sea que tampoco son fenómenos marginales). Dicho de otra manera, en una cuarta parte del país federal. Porque recordemos que en octubre la elección será nacional, pero dividida en 24 fotos.
Si a la baja participación le agregamos la mayor fragmentación, el laboratorio TMAP habrá confirmado su teoría de las minorías nítidas: ya no sirve mucho hablarle a la mayoría, sino a ciertos núcleos homogéneos para no diluir el aprovechamiento. Eso implica que sube el incentivo para campañas radicalizadas, ya que un centro moderado e independiente no interesaría mucho, más aún si los que se están quedando en casa tienen ese perfil. Gran desafío para candidatos y consultores, y ni hablar para estimar proyecciones electorales con encuestas.
Hasta acá, en un contexto de menos dinero circulante en la política, los oficialismos reinan con comodidad. Es decir que, secar la plaza de pesos, está beneficiando más a “las castas provinciales” que a los retadores. Lógicamente, los mandamases provinciales tienen suficiente poder como para influir en la oferta opositora a gusto y placer. Por otro lado, también significa que esta realidad contradice una de las máximas de la fe macrista: la demanda no estaría ordenando a la oferta, sino todo lo contrario.
Con baja participación y fragmentación política, se confirma la teoría de las minorías nítidas que importan.
La semana cerró con el aval del Procurador Casal al pedido del fiscal Villar respecto a la condena de 12 años a CFK. La pregunta inmediata es si la Corte Suprema va a expedirse rápidamente o no sobre la cuestión, dada la alta sensibilidad política del caso. La cuestión no es sencilla por varias razones.
Primero, porque los magistrados no quieren meterse en cuestiones de impacto político de modo inoportuno. La Suprema no quiere ser vista como un actor político más, sobre todo cuando muchos temas terminan en sus manos por conflictos no resueltos en el ámbito correspondiente. En segundo lugar, el único que quiere acelerar es Lorenzetti –¿en venganza porque no se aprobó el pliego de su pupilo Lijo?–, pero no es la tónica de los otros dos integrantes. En tercer término, un apuro del Máximo Tribunal afectaría su credibilidad para los conocedores de sus tiempos.
Existen varios otros temas dando vueltas que absorben la atención del cuerpo. Solo para hacer una lista somera: la integración de conjueces por la sanción a Lázaro Báez, la fusión de Telefónica que involucra al grupo Clarín, las peleas serias en la Cámara Federal y en Comodoro Py, y la implementación del nuevo sistema acusatorio. Y como si esto fuera poco, la intención del Gobierno de expandir la Corte a siete miembros (¿para negociar con Cristina en un paquete más amplio?). Es decir, se trata de un ajedrez bastante más complicado que el caso de la expresidenta.
Todos sabemos que la fecha clave es el 17 de agosto, cuando se deban inscribir candidaturas para la elección de cargos nacionales. A partir de esa fecha, los aspirantes tienen fueros y, si son elegidos, los tendrán hasta diciembre de 2029. Una eternidad en la política autóctona. Después de la experiencia 2019, nadie está en condiciones de asegurar que el kirchnerismo no regrese al poder nacional con todo lo que eso significa. ¿Volvería con aires de venganza? Por las dudas, mejor meditar bien lo que se decide, y eso requiere tiempo y serenidad. Noventa días no alcanzan para eso.
La jefa dijo que asumía la presidencia del vilipendiado PJ para “ordenarlo”, porque estaba un poco “torcido”. No sabemos si lo está ordenando, pero parece que lo está achicando. En las dos provincias que intervino –Salta y Jujuy– la cosecha fue magra. Era obvio que eso iba a pasar porque en la era de las redes, a la tropa ya no se la ordena, se la conduce. Por eso la disidencia bonaerense le va ganando partida tras partida: algunos decidieron agarrar el bastón de mariscal como Ella pidió. Ahora, bancate la pelusa. En situación de crisis estructural, el peronismo se horizontaliza y va camino de convertirse en una federación de movimientos populares provinciales, en donde cada caudillo resuelve según el interés de la comarca.
Se fue Pepe Mujica. Más allá de lo humano y lo ideológico, su trayectoria nos deja varios comentarios: 1) los dirigentes pueden cambiar con el tiempo; 2) la actitud de los dirigentes puede influir sobre la tónica de los ciudadanos; y 3) cambiar situaciones negativas no puede ser a cualquier costo. Vale recordar que en la vida todo tiene un límite. Nos guste o no.
Por Carlos Fara