Un joven de 19 años recibió una feroz golpiza durante la celebración del Día del Amigo, en el Club Náutico Arsenal de Zárate. “Hoy me pudo haber tocado a mí ser como la mamá de Fernando Báez Sosa”, expresó Natalia, madre de la víctima.
Un nuevo ataque de rugbiers en la ciudad de Zárate, provincia de Buenos Aires, generó conmoción y preocupación. Un grupo de jugadores agredió brutalmente a un joven de 19 años durante la celebración del Día del Amigo, este sábado, en el Club Náutico Arsenal de Zárate.
En medio de la fiesta, el joven fue golpeado mientras estaba de pie y, al caer al suelo, recibió varias patadas en la boca que le causaron una herida que requirió dos puntos de sutura en los labios. Además, recibió una fuerte patada en la sien.
Natalia, la mamá de la víctima, contó que el grupo de agresores primero atacaron a dos amigos de su hijo y fue entonces que el joven de 19 años intercedió: “Uno de esos chicos quedó tirado en el piso y cuando mi hijo lo fue a buscar para sacarle la gente de encima, comenzaron a golpearlo a él y fue el que terminó mayormente dañado.”
La mujer agradeció la aparición de dos personas que rescataron a su hijo en medio de la brutal golpiza que estaba recibiendo. “Él termina en el piso y lo siguen pateando, la seguridad estaba en un sector VIP del lugar”, detalló sobre el incidente.
“Entiendo que no había seguridad en ese lugar, sino que estaba por fuera. Y en el momento en que empiezan a ver la pelea, se acercan y los sacan. Hubo dos personas que pudieron salvar a mi hijo”, remarcó Natalia.
La madre de la víctima contó que el joven fue atendido de inmediato por los servicios de emergencia y aclaró que, luego de realizarle una tomografía, pudieron confirmar que está en buen estado de salud: “El golpe que recibió en la sien no le generó ninguna lesión grave”.
La madre del joven, Natalia, contó que si no hubieran intervenido varias personas que estaban en la fiesta, el hecho podría haber terminado en una tragedia. “Hoy me pudo haber tocado a mí ser como la mamá de Fernando Báez Sosa”, expresó Natalia en sus redes sociales.
“Volvemos a repetir historias que nos quedan muy marcadas”, fue la lamentable conclusión que sacó la madre de la víctima sobre el episodio que ocurrió en Zárate, la ciudad de donde son oriundos los asesinos de Fernando Báez Sosa.
Uno de los rugbiers involucrados ya había sido echado del club por violento
Natalia aclaró que su intención no es estigmatizar a todas las personas que juegan al rugby, pero expresó su preocupación por la creciente violencia asociada a este deporte: “Ellos representan ese deporte y llevan a cabo estos episodios terribles”.
La Policía identificó a los agresores y los directivos del club declararon que el principal atacante ya había sido expulsado de la institución por haber participado de una pelea en el mismo boliche que organizó la fiesta del sábado en el Club Náutico Arsenal de Zárate.
“Son hechos que se repiten. Hace dos semanas tuvieron una situación de este estilo en Campana”, remarcó Natalia, quien brindó un escalofriante detalle sobre la relación que había entre el grupo de amigos de su hijo y los agresores.
“Él conocía a los chicos de la ciudad. Es el cuarto episodio que el grupo de mi hijo recibe un ataque de ellos. Hace unos meses, ellos recibieron un primer agravio contra uno de los amigos, pero no pasó a mayores. Volvió a repetirse con otro de los chicos y esta es la cuarta vez”, detalló la mujer.
Por último, agregó: “Mi intención es que estos chicos entiendan algo, porque evidentemente no entendieron nada de lo que pasó hace cuatro años. Siguen recayendo en estas situaciones. No quiero llegar a otra instancia porque a mi hijo lo tengo y está vivo, pero un golpe de más o un golpe distinto lo mata”.
Un antecedente trágico: el crimen de los rugbiers
El 18 de enero de 2020, Fernando Báez Sosa, un joven de 18 años y estudiante de Derecho, fue asesinado a golpes a la salida del boliche Le Brique, en Villa Gesell. Los agresores, un grupo de rugbiers de Zárate, atacaron a Fernando de manera coordinada y brutal, causándole lesiones mortales en la cabeza y el cuerpo.
El caso fue ampliamente documentado por cámaras de seguridad y testimonios de testigos, lo que llevó a la detención y condena de los involucrados. En febrero de 2023, cinco de los rugbiers recibieron cadena perpetua, mientras que los otros tres fueron sentenciados a penas menores.
Fuente TN