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Un disparo, una “llamada rara” y una camioneta quemada: la desaparición de un argentino que transportaba bolsos por una suma millonaria

Se trata de Nicolás del Río, de 42 años, que fue visto por última vez mientras llevaba un cargamento con 300 bolsos de diseño de la empresa Amiata valuado en 500 mil euros.

Un argentino que se radicó en Italia con su mujer y su hijo es buscado de forma intensa desde hace más de 20 días. La última conversación que tuvo con su familia fue el pasado 22 de mayo cuando debía transportar bolsos de diseño por una suma millonaria. Sin embargo, a casi un mes del hecho, no hay noticias de su paradero y la única evidencia es la camioneta del hombre, que fue hallada quemada.

La víctima fue identificada como Nicolás del Río, de 42 años. Desde hace un año el hombre, que cuenta con la ciudadanía italiana, reside en la ciudad de Siena, en la región de Toscana, donde trabaja como transportista. Según explicó su esposa Carolina, él se encargaba de retirar carteras de lujo de las fábricas para llevarlas a un depósito y, posteriormente, realizar la entrega de la mercadería en distintas ciudades cercanas.

El miércoles 22 de mayo, Del Río estaba en la zona de Castel del Piano para agarrar un cargamento con 300 bolsos de diseño de la empresa Amiata que estaba valuado en 500 mil euros. Sin embargo, la carga nunca llegó a destino y el hombre no volvió a ser visto, por lo que su familia hizo circular sus fotografías en redes, especialmente en los grupos de argentinos en el país de Europa.

La llamada extraña con su jefe

Con el avance de la investigación se dio a conocer la declaración de su jefe y un vecino. En esa línea, la última persona con la que tuvo comunicación ese día fue con su jefe, con quien habló por teléfono a las 17:10 para comentarle sobre una situación poco clara respecto a la mercadería.

Nicolás del Río

Hubo una llamada media rara con su jefe. Un tal ´Goni´ decía que lo conocía y que necesitaba llevar unas cajas a determinado lugar, pero el jefe de mi hermano le respondió que ese lugar había cerrado hace un año y medio”, explicó Ezequiel del Río, hermano de la víctima, en diálogo con TN.

“El jefe de mi hermano, indagando, le avisa que ese lugar había cerrado hace un año y medio: ‘¿Cómo puede ser que quiera llevar unas cajas ahí?’ Inmediatamente lo llamó al dueño de esa empresa y este le dijo: ‘No, nosotros no estamos esperando nada’. Ahí es cuando el jefe de mi hermano lo vuelve a llamar y el celular dio apagado. Desde ese momento no se sabe más nada”, añadió el joven.

Nicolás del Río

La camioneta de Del Río quemada y la palabra de su hermano

Sumado a esto, la camioneta de Del Río fue hallada prendida fuego en una zona descampada de la ciudad de Roccalbegna. De acuerdo a las primeras investigaciones de la policía italiana, “en ese lugar donde supuestamente lo cruzaron no hay cámaras ni pudieron rastrear su celular”, indicó Ezequiel. “No hay documentación y tampoco encontraron su celular”, agregó.

Asimismo, el hermano del hombre indicó que “hay un testigo que escuchó un disparo y fuertes ruidos, pero no se encontró evidencia de sangre ni cartuchos de balas en la zona”. En ese sentido, la principal hipótesis de la familia es que la persona que lo llamó por teléfono lo habría entregado a delincuentes que se manejan bajo la modalidad de piratas del asfalto y que lo privaron de su libertad.

Nicolás del Río

Otra de las quejas de la familia es que la policía local no da respuestas. “Nosotros nos enteramos ocho días después y nos dijeron que lo buscaban como ciudadano italiano”, expresó el hermano. En tanto, la esposa indicó en diálogo con TN que “la policía se comunicó la primera noche para consultar si había vuelto [Del Río] a mi casa durante la madrugada, y al otro día mandaron un patrullero”. “No están haciendo nada”, denunció la mujer.

Y agregó: “Es la primera vez que pasa esto en el pueblo, no se escucha ni de robos. La tranquilidad que hay es uno de los motivos por los que elegimos irnos de la inseguridad que hay en la Argentina”.

“Quiero creer que lo tienen guardado con vida en algún lugar porque se deben sentir rodeados. Yo pienso y le ruego a Dios que sea así y que estén hasta con las carteras. A mí lo único que me interesa es que esté con vida”, concluyó Carolina.