El movimiento clandestino integrado por mujeres hace referencia a una diosa de la mitología eslava y se convirtió en un símbolo de la resistencia ucraniana en el sur de Ucrania ocupado por los rusos.
“Ocupantes, no molesten a las mujeres ucranianas”, es una de las frases que “Mavka furiosa” se encarga de difundir por el sur de Ucrania bajo ocupación. Se trata de una organización clandestina que se dedica a incomodar a las tropas rusas a través de campañas de sabotaje que incluyen la difusión de propaganda proucraniana y la falsificación de rublos con mensajes encubiertos.
“¡Las mavkas lo ven todo!”, reza uno de los folletos que circulan en las regiones de Zaporiyia, Crimea y Jersón, bajo ocupación rusa en el marco de la invasión iniciada el 24 de febrero de 2022. Todos cuentan con una imagen de una mavka, tal como se conoce a la diosa que protege los bosques y que es famosa en la mitología eslava. Un símbolo que ya de por sí a Rusia le molesta.
Entre las actividades destacan la distribución de folletos proucranianos, grafitis, la destrucción de símbolos rusos, la recopilación de información sobre las tropas rusas. Un ejemplo es la imagen de una mujer golpeando a un soldado ruso con un ramo de flores, con la leyenda “No quiero flores, quiero mi Ucrania”. Parte de la resistencia es hacer girar los folletos en formato digital para que otros residentes puedan imprimirlos y pegarlos en sus ciudades.
“Esto no es Rusia”
Uno de los mecanismos más originales de sabotaje que implementaron las Mavka es la falsificación del rublo, la moneda rusa que es utilizada por el Kremlin en los territorios ucranianos ocupados como otra manera de “rusificar” a la población.
Los rublos presentan modificaciones y mensajes que buscan “intimidar” a los soldados que deben velar por la ocupación rusa. Por ejemplo, en la esquina superior izquierda del billete original yace el símbolo del Banco de Rusia, mientras que en el falso se ve al ‘Banco de enojado Mavka’.
En el centro, el rublo porta el Monumento de Neva, que se encuentra en San Petersburgo, una figura femenina que sostiene un cetro. Ésto fue modificado por el Tridente, un símbolo de la nación ucraniana y de rasgos similares al personaje de Mavka. Además, la frase “billete de Rusia” o la suma de rublos fueron reemplazadas por las frases “esto no es Rusia” y “¡estás en Ucrania!”.
Otra frase hace exclusiva alusión a la política interna de Rusia, sacudida por la contraofensiva ucraniana y el desgaste de la guerra. “El rublo es tan inútil como las amenazas de Putin a Prigozhin”, reza la frase, que se burla así de la caída del valor del rublo.
“No son bienvenidos en Ucrania”
El movimiento de resistencia fue fundado por tres amigas de Melitopol y actúa en los el sur del país ocupados por Rusia a través de una eficiente coordinación por Telegram. La idea de un movimiento clandestino de mujeres surgió en una reunión que organiazaron en la previa del Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
“Teníamos claro que los ocupantes harían algo y que, sin duda, regalarían flores a las mujeres en las calles. Queríamos demostrarles que no pueden comprarnos con flores y que sabemos lo que queremos, que es volver a Ucrania”, dijo una de las fundadoras al portal DW, quien pidió resguardar su identidad por motivos de seguridad.
La mujer es oriunda de Simferópol, una localidad situada en la Península de Crimea, anexada por Rusia en 2014. “Durante la ocupación intentamos todo el tiempo dejar clara nuestra resistencia, también ayudamos a otros movimientos. Pero siempre pensábamos que sería bueno hacer algo como mujeres”, dice la cofundadora del movimiento que ya lleva más de cien colaboradoras de todas las edades.
Estas valientes mujeres son consideradas como “escuadrones de sabotaje” por parte de los canales de información prorrusa. En los grupos prorrusos además se describe a las mavkas no como diosas de la mitología ucraniana sino como “zombies malvados” que son “similares a la chica muerta que sale del televisor en la película La Llamada”.
La difamación no frena a las ucranianas organizadas que continúan imprimiendo cientos de billetes y folletos que difunden valientemente desafiando a Moscú.Ellas sostienen que el objetivo además de resistir es recordarles a los ocupantes que “no son bienvenidos en Ucrania”.