La víctima fue identificada como Mateo Pérez y tenía 22 años. Había sido reportado como desaparecido y lo buscaban desde el pasado lunes 6 de febrero.
Un hombre asesinó a su compañero de trabajo y luego lo sepultó en el patio de su casa. Para disimular el lugar donde lo había enterrado y así evitar que se viera la tierra removida, le colocó una lona encima y luego agregó un montículo de arena.
La víctima se llamaba Mateo Pérez y tenía22 años de edad. Había sido reportado como desaparecido y lo buscaban intensamente desde el pasado lunes 6 de febrero, ya que hacía 4 días que no volvía a su domicilio. Según un informe policial que llegó hasta la fiscalía que investiga el caso, un compañero de trabajo había sido la última persona que había tenido contacto con él. Ambos trabajaban en una panadería.
El asesino, identificado como Marcelo Alfredo R. D., de 38 años, había colaborado en el momento de la búsqueda como testigo. En su relato, dijo que vio a Pérez el lunes a la noche cuando terminaron de trabajar y afirmó no saber más nada de él.
Sin embargo, efectivos de la División investigaciones a esa altura contaban con imágenes de cámaras de seguridad en la cual ambos aparecían juntos. En los videos se los ve juntos subiendo a un remis con destino al barrio San Roque, donde finalmente ocurrieron los hechos.
La búsqueda de Pérez continuó, pero ante el falso relato, la fiscal a cargo de la investigación, Sonia Meza,ordenó realizar un allanamiento a la vivienda del sospechoso. En el operativo buscaron alguna evidencia que marcara la presencia de la víctima en ese domicilio. No había nada que hiciera presumir que Mateo hubiera estado allí, por lo que se supuso que el presunto asesino se había tomado el trabajo de hacer desaparecer toda prueba que lo incriminara.
Pero el sospechoso subestimó el trabajo de los investigadores. Nunca imaginó que uno de los efectivos iba a posar su mirada en el fondo de la propiedad, donde había una lona cubierta de arena.
Primero se le preguntó si hacía mucho tiempo que la arena estaba allí y luego se decidió removerla. Cuando se quitó el montículo y levantaron la lona, los policías vieron que había tierra removida. Pidieron autorización para excavar y fue entonces que dieron con el horror: el cuerpo de Mateo Pérez había sido enterrado a una profundidad aproximada de un metro.
La fiscal ordenó la realización la autopsia, la cual determinará si fue estrangulado, como sospechan los investigadores. A simple vista el cuerpo no presentaba heridas. La pareja del acusado fue demorada y podría quedar detenida si prueban que encubrió el crimen. Para los investigadores no está descartado la intención de robo como móvil del asesinato, porque el supuesto asesino tenía en su poder la tarjeta de débito del fallecido.
Fuente: TN