Expertos en comunicación política analizan la jugada mediática del candidato libertario. Coinciden en que el nuevo romance “ablanda” la imagen del candidato más votado de las PASO.
No solo el equipo económico de Javier Milei y sus patillas remiten a la política de la década de los 90′. Revelar un romance, su más reciente jugada mediática, también. Especialistas en Ciencias Políticas consultados por Letra P coinciden en que su noviazgo con Fátima Florez es un clásico intento por “ablandar” a un candidato de pérfil rígido, presuntamente sólido en temas técnicos, para “matizar su agenda” de “temas de la casta” en el último tramo de la campaña.
En Radio Mitre, a través de la periodista de espectáculos Marina Calabró, el ultraderechista confirmó su romance con la humorista, imitadora y actriz, a quien en su discurso de cierre de campaña había identificado con la cifra 540. “Siempre es muy importante el rol de los afectos, el rol de los amigos… El rol de 540, que algún día lo sabrán”, había agradecido con misterio el economista después de consagrarse como el candidato más votado en las elecciones PASO. Florez le aseguró a Calabró que tiene con el economista “una conexión espiritual de otra dimensión”.
En diálogo con Letra P, el politólogo Gustavo Marangoni, director de M&R Asociados, analizó que la decisión de no esperar a después de octubre para comunicar este noviazgo sirve para “ablandar la figura, matizar la agenda” del postulante “anarcocapitalista”. Su colega de Reyes Filadora Consultora, Florencia Filadoro, coincidió en que “abona la idea de un Milei más blando” y que “mejora la escucha y la llegada a la gente, una de las principales críticas que se le hacían en los grupos focales”.
Su vida personal es uno de los misterios que rodean al candidato. Hasta ahora, el círculo más cercano de Milei se mostraba casi vacío: a su intimidad sólo accedían su hermana, Karina Milei, a quien apodó “El Jeje”, y sus cuatro perros mastines ingleses, con los que vive en un barrio cerrado de Benavídez.
Marangoni advirtió que un candidato o presidente “que esté solo puede dar lugar a comentarios” y que con esta relación corta “ese espacio de dudas, de vacío y con una figura muy conocida, del ambiente artístico, que se caracteriza por sus imitaciones políticas, casi un imaginario de que está saliendo con la doble de Cristina (Fernández de Kirchner)“.
Con todo, Filadoro no cree que el electorado “termine de definir su voto en base a este tipo de información” y, además, remarcó el peligro que supone esta figura pública que ahora se convierte en “una nueva vocera”. “Puede ser un frente que se le complique en la medida en que no haga declaraciones beneficiosas para la campaña”, advirtió.
En una línea completamente distinta, el sociólogo Pablo Romá, de Circuitos Consultora, consideró que “no todo puede ser interpretado desde la estrategia política” y que “es difícil controlar todo”. También negó que el estado civil de una figura política influya en algo. “En una sociedad como la que tenemos ya no; para determinados sectores más conservadores puede ser un problema, pero yo creo que no”, afirmó a Letra P.
El legislador porteño que aspira a la Jefatura de Gobierno por La Libertad Avanza (LLA), Ramiro Marra, remarcó en Radio Futurock que “si Javier confirmó su relación con Fátima Flórez es porque lo siente así, no por un tema estratégico, porque él no piensa en esos términos y no tiene esa visión de la política”.
Romá sí coincide con Marangoni y Filadoro en cuanto a que implica un cambio para la imagen del líder de LLA y una forma de contrarrestar críticas. “A Milei, presentar ese noviazgo, un poco por las críticas que viene recibiendo, le permite dar una idea de mayor estabilidad y cierta confiabilidad”, aseguró el sociólogo.
Por Maira Haunau-Letra P