El hecho se registró el sábado en el barrio San José. En la casa había dos mujeres y cinco chicos, uno de los cuales alertó del fuego. La familia damnificada perdió todo
El dolor se proyecta en su mirada. En sus lágrimas descarga la bronca e indignación. Sus gestos plasman su temor, atenta a cada persona que cruza por el lugar, inquieta ante posibles represalias porque “es gente jodida, no tienen nada que perder”, alertó.
La joven de 25 años, madre de dos pequeños, ruega que se preserve su identidad porque ya le quemaron su casa, en cuyo interior se hallaban siete personas: ella, una amiga y cinco criaturas de entre once meses y siete años.
Si bien por el hecho fue detenido un sospechoso de 22 años, identificado como Nicolás Alcides B., alias “Nico”, la damnificada aseguró que el citado “está acostumbrado a entrar y salir de las comisarías, tiene un montón de antecedentes y es un peligro, pero siempre lo sueltan”.
“Ya me quemó la casa y quiso matar a siete personas. Si mi nene de 4 años no se despertaba todos moríamos quemados. Estamos vivos de milagro, o gracias a mi nene que nos salvó. Pero seguro que el delincuente sale y viene a terminar lo que empezó, porque no fue la primera vez que quemó una casa”, subrayó.
El hecho se registró en la madrugada del último sábado en perjuicio de una vivienda del barrio San José de Oberá, circunstancia en que el fuego avanzó y destruyó íntegramente la propiedad de mampostería y madera.
Las posteriores pericias de la División Bomberos de la Policía determinaron que el foco ígneo se originó por acción de un combustible líquido, precisó un vocero del caso.
En consecuencia, a partir del testimonio de varios vecinos, el lunes el Juzgado de Instrucción Uno libró órdenes para la detención y el allanamiento de la vivienda del implicado, ubicada sobre calles Madre Selva y Caroba, en el barrio Cien Hectáreas.
“Fue desesperante, de terror”
En diálogo con El Territorio, la damnificada no ocultó su desconsuelo por la pérdida total de sus bienes, muchos de los cuales aún se halla pagando, ya que hace seis meses se mudó a la casa que fue incendiada.
“Nos quedamos con lo puesto, quedé en cero. Se quemaron hasta los documentos”, graficó.
En tanto, subrayó el accionar de su hijo de cuatro años, quien se despertó primero y alertó sobre el avance del fuego. De no ser por el pequeño, podría haberse tratado de una tragedia de magnitudes impensadas.
El supuesto agresor fue visto en la zona horas antes del incendio.
Al respecto, la progenitora mencionó que “el fuego empezó en la pieza de los chicos y, gracias a Dios, mi nene sintió el humo y se despertó. Pero el fuego ya estaba sobre él, por eso se quemó el hombro y parte del brazo. Gritó, corrió y me desperté. Así, igual apenas tuvimos tiempo para salir. Aspiramos mucho humo; fue desesperante, de terror”.
Precisó que tras la primera asistencia en el Hospital Samic, el lunes el pequeño fue trasladado a Posadas por el abuelo materno, como primera medida para estar más cerca del Hospital de Pediatría para realizar las curaciones, pero también porque el niño tenía terror de volver al barrio.
“Me cuenta mi papá que mi nene le dice que le gusta Posadas porque allá la gente no quema las casas. De día está bien, pero duerme y tiene pesadillas. Quedó muy afectado, pobrecito. Los chicos de mi amiga también están asustados, pero por suerte ninguno sufrió quemaduras”, explicó.
También señaló que en primera instancia en la Seccional Quinta no habrían querido tomar la denuncia contra el sospechoso porque “dijeron que la semana pasada le llevaron una citación por otro caso y no lo encontraron porque estaba en Corrientes, supuestamente. Por eso recién el lunes nos tomaron, después de que insistimos y aportamos testigos”.
Fundadas sospechas
Consultada al respecto, la víctima aseguró que nunca tuvo ningún inconveniente con el presunto pirómano, quien a su vez poseería antecedentes por delitos contra la propiedad e incendio.
En cambio, otros vecinos manifestaron que el implicado es violento y consume drogas, aunque no tendría una patología psiquiátrica diagnosticada.
Incluso, un mecánico del barrio comentó que el domingo un hermano del detenido le habría reconocido la autoría del hecho.
“El mismo tipo me quedó un tinglado, pero estuvo preso unos días y salió. Ahora, este domingo el propio hermano se acercó y me dijo que él metió fuego la casa de la chica, pero no sabe por qué”, indicó.
Por su parte, la damnificada mencionó que en la misma madrugada una vecina escuchó ruidos afuera de su vivienda, miró por una ventana y observó que el sospechoso estaba rondado, dato que no hizo más que avalar la presunción en su contra.
“La verdad que no sé si se enojó por algo, pero no entiendo por qué me hizo esto. Es un daño terrible, yo crio sola a mis hijos y no sé cómo voy a hacer para volver a tener mi casa y mis cosas. Y me pongo a pensar en lo que pudo haber pasado. Esto fue un intento de homicidio, por eso una persona así no puede estar libre”, reflexionó.
El hecho generó enorme conmoción en el barrio, al tiempo que desde la comuna se comprometieron en construir una vivienda de emergencia sobre parte de la base incendiada. Luego habrá que conseguir camas, muebles y todo lo que requiere una familia.
En ese sentido, la joven instó a quienes puedan colaborar con ella y sus hijos, ya que literalmente se quedaron con lo puesto, al tiempo que remarcó “que el culpable pague con la cárcel por lo que hizo. Fue muy grave y tiene que estar preso”.
Fuente: El Territorio