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Un militar reveló cómo funcionaba la “oficina del odio” de Bolsonaro que difundía noticias falsas

El teniente coronel Mauro Cid pormenorizó a investigadores sobre el llamado gabinete del odio, integrado por asesores de Jair Bolsonaro, para difundir noticias falsas contra opositores al expresidente brasileño (2019-2022).

En entrevista publicada en la revista Veja, el alto oficial, que fungió como ayudante de órdenes de Bolsonaro, explicó que su antiguo jefe intentó ocultar objetivos de indagación sobre intentos de golpe de Estado en este país.

La Policía remitió al Supremo Tribunal Federal (STF) un informe sobre la actuación de las milicias digitales bolsonaristas (partidarios del político ultraderechista) y una especie de paso a paso para los ataques.

Con la delación premiada de Cid, los investigadores quieren tener más detalles de las ilegalidades cometidas por Bolsonaro durante su administración.

Tal confidencia se trata de un pacto entre el acusado y el Ministerio Público (acusador), y el primero colabora con las investigaciones; o sea, el delator renuncia a su derecho al silencio y en cambio recibe una ventaja, que puede variar según el grado de su cooperación.

El exconsejero manifestó que Bolsonaro consultó a militares sobre formas de aplicar un complot golpista en el gigante sudamericano.

Investigadores encontraron en el celular del teniente coronel un borrador para la asonada, con el decreto de la llamada Garantía de la Ley y del Orden, la cual preveía estado de sitio «dentro de las cuatro líneas» de la Constitución.

Cid fue detenido en mayo a causa de fraudes en tarjetas de vacunación de Bolsonaro y su familia.

En septiembre, el ministro Aleandre de Moraes, del STF, aprobó el acuerdo para el teniente coronel delatar.

Se espera que el uniformado revele más detalles de las ilegalidades de Bolsonaro en la investigación del sonado caso de las joyas.

En octubre de 2021, al volver de un viaje de Arabia Saudita, la comitiva del exministro Bento Albuquerque, que representó a Bolsonaro en un evento, intentó entrar en el país con carísimas joyas.

Tal conjunto con collar de diamantes fue decomisado en el aeropuerto internacional de Guarulhos (Sao Paulo).

Asesores del entonces gobernante intentaron liberar las alhajas.

Un segundo fardo con reloj y anillos, pasó irregularmente por la aduana y fue incorporado al acervo personal de Bolsonaro.

Investigaciones señalaron que el expresidente se quedó con un tercer conjunto de prendas que incluía un reloj Rolex, que, posteriormente, habría sido vendido por Cid en Estados Unidos.

Después de que la historia salió a la luz en marzo, el Tribunal de Cuentas de la Unión decidió que Bolsonaro debía devolver los regalos, lo que llevó al abogado de su familia, Frederick Wassef, a recomprar el reloj para entregarlo al gobierno.

Por ley, regalos recibidos por gobiernos de otros países no pueden ser incorporados al patrimonio personal y deben pertenecer al Estado brasileño.