El USS George Washington ingresará al espacio marítimo argentino junto al destructor USS Porter y al buque logístico USNS John Lenthall. Los motivos detrás de la operación y el despliegue internacional.
Uno de los portaaviones más grandes del mundo, el USS George Washington perteneciente a Estados Unidos, llegará a fin de mes al espacio marítimo argentino junto a dos buques militares en busca de colaborar con las fuerzas navales del país. Durante su estadía, será visitado por el presidente Javier Milei para supervisar una serie de ejercicios en conjunto.
El arribo de estas naves se da en el marco de un despliegue internacional denominado Southern Seas 2024 (Mares del Sur), organizado por el Mando Sur de EE.UU., que prevé interacciones y actividades combinadas con fuerzas militares y navales de Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Perú y Uruguay.
Entrarán a la Zona Económica Exclusiva del Mar Argentino por la altura del Río de la Plata, aunque no se adentrarán en las 12 millas de lo que ya se llama mar territorial. Tampoco arribarán a ningún puerto argentino debido a que el país no posee una terminal apta para recibir a una embarcación de semejantes dimensiones.
Bajo el mando de las Fuerzas Navales del Mando Sur y de 4ta Flota de EE.UU., en la zona navegará el portaaviones de propulsión nuclear de clase Nimitz USS George Washington, junto con el destructor de misiles guiados de clase Arleigh Burke USS Porter y buque logístico de reabastecimiento de clase Henry J. Kaiser USNS John Lenthall.
Se espera que Milei, junto al ministro de Defensa, Luis Petri, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, la canciller Diana Mondino y autoridades de la Armada, se trasladen hasta el portaaviones el 30 de mayo en helicópteros provistos por la marina estadounidense como invitados de la fuerza de ese país. Allí, supervisaran estos ejercicios en conjunto realizados en las cercanías de la Base Naval Puerto Belgrano de Bahía Blanca.
Además, se encontrarán con el embajador de EE.UU., Marc Stanley, quien actuará como el nexo civil entre los gobiernos y ambas fuerzas armadas. Esto será un día después de que Petri festeje el aniversario del Ejército argentino en su Mendoza natal, mientras que en Washington habrá una importante recepción para la delegación argentina, que luego destinará militares para algunos ejercicios con sus pares argentinos.
El motivo de la llegada de los tres buques militares estadounidenses
“Mares del Sur 2024 ofrecerá la oportunidad de mejorar la interoperabilidad y aumentar la competencia con las fuerzas marítimas de los países aliados”, aseguró el Contralmirante Jim Aiken, Comandante del Mando Sur de las Fuerzas Navales de EEUU. “Despliegues como Mares del Sur 2024 fortalecen las asociaciones marítimas y fomentan la confianza con nuestros socios en la región”.
La llegada del portaaviones había sido confirmada en febrero por el Gobierno del presidente estadounidense Joe Biden, en una señal de fuerte apoyo a la gestión del Milei, la cual se materializó hace exactamente un mes durante el encuentro que el presidente argentino mantuvo en Ushuaia con la comandante del Comando Sur de los Estados Unidos, Laura Richardson.
En rigor, se trata de una señal diplomática concreta de la ofensiva estadounidense para contener el avance de China en Latinoamérica, buscando dar otra señal de absoluto dominio del Océano Atlántico y de parte del Pacífico.
A la vez, es una reformulación de las relaciones en el plano militar con la Argentina después de más de casi dos décadas de cortocircuitos y con las claras intenciones marcadas por Milei de pertenecer a la OTAN como “socio global”.
Al igual que los despliegues anteriores, desde Mando del Sur aseguran que “Mares del Sur 2024 fomentará la buena voluntad, fortalecerá las asociaciones marítimas, contrarrestará las amenazas y construirá nuestro equipo”.
¿De que se trata la operación Southern Seas 2024?
La operación Mares del Sur 2024 comenzó en abril pasado cuando el USS George Washington partió junto a los dos buques militares desde la Estación Naval de Norfolk en Virginia. En el trayecto, los navíos navegaron por todo el Caribe, el mar de Brasil y se espera que ingresen a la Zona Económica Exclusiva del Mar Argentino entre el 29 y el 30 de mayo.
Luego de que se anunciara su misión, varios gobiernos extranjeros, incluyendo al ruso, consultaron en la Cancillería preocupados por un presunto nivel de armamento nuclear que pudiera traer el portaaviones. Y también si con este venía un submarino.
Fuentes del Gobierno insisten en que, durante su estadía en aguas argentinas, la marina de Estados Unidos y la nacional solo harán ejercicios en conjunto. Uno de los puntos más importantes de la operación será el paso de los aviones navales Super Etendard por la cubierta del George Washington.
Para las aeronaves argentinas, las mismas que participaron con éxito en la guerra en las Islas Malvinas en los ataques al destructor Sheffield y al portaaviones ligero Invincible de la Royal Navy, se traduce en una oportunidad única de poder ejercitar maniobras en un portaaviones después de un largo período de tiempo que pasaron en reparación.
El Gobierno busca que los militares argentinos participen este año de varios ejercicios con fuerzas extranjeras aliadas. Más aún, si se tiene en cuenta el claro alineamiento de Milei con EE.UU. y su pedido a la OTAN de que Argentina sea aceptada como su “socio global”, lo que provee un mayor grado de cooperación militar.
Una vez concluidos los ejercicios en conjuntos, los buques de 4ª Flota estadounidense navegarán por todo el Atlántico Sur y darán la vuelta hacia el Pacifico a través del Estrecho de Magallanes, que es de jurisdicción chilena, pero se estima que allí hay pesqueros chinos que van y vienen de un océano a otro.
En Valparaíso hará un ejercicio militar con la Armada de Chile, la cual mira atenta y algo recelosa el despliegue estratégico que vienen teniendo los militares argentinos tras años de letargo impuesto por la política. Luego, la flota partirá para San Diego, luego California y de allí a Japón.
Southern Seas 2024 es la décima misión en la región desde 2007 y la tercera en la que participa el USS George Washington. El portaaviones también participó en las misiones Southern Seas 2008 y Southern Seas 2015.
Por primera vez desde que se realiza este tipo de operaciones, el personal internacional embarcado estará compuesto por aproximadamente 24 oficiales de 11 naciones aliadas que servirán a bordo del USS George Washington.
Este personal recibirá instrucciones de profesores del Colegio de Guerra Naval de Estados Unidos y trabajará junto al personal embarcado del Escuadrón Destructor 40 para llevar a cabo una planificación operativa detallada en apoyo de las operaciones en el mar.
Las naciones que planean participar en este personal embarcado internacional incluyen a Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, los Países Bajos, Paraguay, Perú, Trinidad y Tobago, Reino Unido y Estados Unidos.
“Todos los días, los marineros a bordo de un portaaviones y su ala aérea acuden al combate entrenados y equipados para una amplia gama de misiones”, dijo el Mando Sur. “Están preparados para controlar el mar, realizar ataques y maniobrar en todo el espectro electromagnético y el ciberespacio. Ninguna otra fuerza naval dispone de una gama y profundidad de capacidades de combate equiparables”.