Se trata de Luis Esteban Kyburg, un ex oficial naval que tenía orden de arresto nacional e internacional desde 2012 por crímenes de lesa humanidad. “Esto es difícil de soportar y muy doloroso para los familiares de las víctimas”, declaró la fiscal de Berlín.
El ex oficial de la marina germano-argentina, Luis Esteban Kyburg, murió en Alemania en medio de las acusaciones de secuestro, tortura y asesinato de al menos 23 personas durante la última dictadura militar argentina. Así lo anunció la Fiscalía de Berlín. Las autoridades presentaron cargos contra el ex teniente en noviembre.
Margarete Koppers, fiscal general de Berlín, manifestó: “La muerte del acusado pone fin abruptamente a los esfuerzos de décadas de los familiares y las autoridades investigadoras de Argentina y Alemania por esclarecer las atrocidades cometidas en la base naval de Mar del Plata durante el golpe de Estado de 1976. Esto es difícil de soportar y muy doloroso para los familiares de las víctimas“.
Arroyo, Carlos Alberto Luis Esteban KYBURG, como indica su DNI argentino, falleció el 11 de octubre a los 76 años debido a causas naturales. Sin embargo, la notificación oficial de su muerte a la justicia se realizó recién ayer, 15 de noviembre, según la Fiscalía de la capital alemana. El exteniente de la marina argentina fue localizado en 2020 en la capital alemana, donde residía desde 2012, mientras estaba prófugo de la justicia.
El ex teniente de navío Kyburg estuvo bajo investigación durante varios años en Alemania y Argentina. Pero los funcionarios alemanes rechazaron la demanda de extradición hecha por el gobierno argentino porque él también es ciudadano alemán y, por lo tanto, no puede ser juzgado en otro país.
En 2012, cuando la Justicia argentina pidió su captura nacional e internacional, Kyburg ya se había convertido en ciudadano alemán y gozaba en primer lugar del anonimato.
El ex oficial fue imputado en la denominada causa de la Base Naval Mar del Plata en 2013, acusado de participar en los escuadrones de la muerte, pero huyó con su esposa a Alemania para eludir el requerimiento de la Justicia, que libró en su contra un pedido de extradición en marzo de 2015.
Los residentes del barrio de Friedrichshain lo describen como un respetable caballero de edad avanzada. Iba a clases de tango los fines de semana. Un vecino: “Parecía un médico de cabecera, era muy amable y tranquilo”. Kyburg pudo ocultar su oscuro pasado durante siete años hasta julio de 2020.
Luis Kyburg coordinaba los operativos ilegales junto al comandante Rafael Guiñazú
Segundo al mando a los 28 años de la unidad de la Agrupación Buzos Tácticos UT 612, una unidad de élite de 600 nadadores de combate, Kyburg desempeñó un papel clave en atacar a los denominados “subversivos”.
Además actuó como jefe del Departamento Personal, Operaciones y Logística de la Armada Argentina, la unidad desde la cual se planificaron los secuestros y asesinatos de 152 personas que se perpetraron en la ciudad de la costa atlántica entre 1976 y 1983, además de las apropiaciones de bebés.
“Como segundo al mando, Kyborg coordinaba junto al comandante, que era Rafael Guiñazú todos estos operativos ilegales de secuestro, cautiverio, tortura y muerte. Las víctimas eran colgadas de los pies y puestas boca abajo en tanques de agua. Sólo las sacaban cuando se ponían azules. Lo hacían una y otra vez.”, explicó el abogado en derechos humanos, César Sivo.
Varios efectivos que se desempeñaban como buzos tácticos de la Armada durante la última dictadura cívico militar fueron condenados en 2016 en el juicio oral y público de las causas Base Naval 3 y 4, pero el exmarino no estuvo sentado en el banquillo de los acusados.
En 2017, el periodista argentino Toni Hervida localizó a Kyburg en el antiguo Berlín Oriental, una zona plagada de edificios restaurados que aún conservan un dejo del estilo arquitectónico de la era socialista.
“Hay un torturador caminando por Berlín”, titulaba una nota publicada en julio de 2020 por el diario alemán Bild, que mostraba al exmarino con barba caminando. “Aquí estoy, espero responder ante un Tribunal en Alemania, no en Argentina. Soy inocente“, le dijo al periodista.
A pesar de una orden de detención internacional, se permitió al germano-argentino permanecer en su tierra. Las autoridades no consideraron que hubiera riesgo de fuga. Kyburg guardó silencio sobre los cargos.
El gobierno argentino había impuesto una recompensa de $5 millones por Kyburg.
Los homicidios
En Alemania no era posible acusar a Kyburg por crímenes de lesa humanidad sino por homicidio, “el único de los delitos por los que se lo acusa en Argentina que la ley alemana no considera prescrito”, explicó el abogado Wolfgang Kaleck, secretario ejecutivo del Centro Europeo por los Derechos Humanos y Constitucionales (ECCHR, por sus siglas en inglés) y abogado querellante en el procesamiento en contra de Kyburg.
Del centenar de casos de violaciones a los derechos humanos que le endilga la Justicia argentina, en Berlín se podía tomar las que culminaron en desapariciones. Ejemplo son las de Omar Marocchi y Fernando Hallgarten. Fernando fue secuestrado en agosto de 1976 y Omar en septiembre junto a su compañera Haydée Valor que fueron vistos en la Base Naval. Anahí Marocchi, hermana de Omar, fue hasta entonces la única querellante en el proceso contra Kyburg en Alemania. Se había sumado Fabián, el hermano de Fernando.
Al estar desaparecidas las víctimas, no hay prueba de muerte porque no hay cuerpo y, además, probar qué grado de responsabilidad tuvo el acusado en los homicidios, hizo que el tribunal alemán diera pasos muy lentos en todo el proceso.