Alberto Daniel Rey Pardellas se desempeñó en el Batallón de Comunicaciones 181 de Bahía Blanca. Justificó el aberrante crimen mientras era enjuiciado y puso como ejemplo a Juan Cabandié y “Wado” de Pedro.
Durante una audiencia en un juicio en su contra por crímenes de lesa humanidad, el represor Alberto Daniel Rey Pardellas justificó el plan sistemático de robo de bebés en la última dictadura cívico militar al señalar que la apropiación de los hijos e hijas de los detenidos-desaparecidos tuvo un “sentido humanitario”. Además, denunció que algunos de los nietos recuperados tienen “la sangre maldita”.
Alberto Daniel Rey Pardellas se desempeñó en el Batallón de Comunicaciones 181 de Bahía Blanca. En ese lugar, que funcionó como centro clandestino de detención, tenía a su cargo la represión de la llamada área 511. Está acusado por 90 casos de secuestros y tormentos, un homicidio y tres casos de lesiones gravísimas, en el marco de una asociación ilícita.
El militar retirado sigue las audiencias del juicio que comenzó en 2022 desde su casa por videollamada. Así lo hizo durante casi dos audiencias completas en las que pidió ampliar su indagatoria antes de que comiencen los alegatos de la fiscalía.
Según una investigación de la periodista Luciana Bertoia, Rey Pardellas, que se encuentra bajo prisión domiciliaria, reescribió el delito de apropiación de hijos de desaparecidos como un acto “humanitario” de los apropiadores.
Las atroces declaraciones del represor
“Es un estribillo común de la prédica izquierdista de posguerra decir que aquí no hubo guerra sino genocidio, y que la apropiación de hijos de terroristas fue una práctica aberrante”, describió el represor ante el tribunal oral que lo juzga junto a otros imputados.
“Es preciso contestar con toda claridad que cada uno de los llamados ‘nietos recuperados’ demuestra dos cosas. Primero: el sentido humanitario de quienes provocaron (sic) como propios a los hijos de terroristas –que, dicho de paso, eran pavorosos padres–, suponiendo además que de esa forma se evitaría que crecieran odiando como odiaban sus padres“, sostuvo el militar casi octogenario.
Cuando habló de nietos recuperados, el imputado hizo el típico gesto con sus manos, arqueando los dedos índice y medio, de las comillas, para relativizar el concepto y disparó: “Se ha comprobado, -no todos-, que muchos de estos, al igual que sus padres, tienen la sangre maldita“.
Sobre esos casos de “sangre maldita”, Rey Pardellas mencionó a los nietos recuperados y ex funcionarios Juan Cabandié, sobre quien recordó una discusión callejera con una policía por un episodio de tránsito, y Eduardo “Wado” De Pedro, hoy diputado nacional, a quien acusó de “mentiroso”.
Los jueces del Tribunal Oral Federal de Bahía Blanca Sebastián Foglia, Marcos Aguerrido y Ernesto Sebastián lo interrumpieron y lo llamaron al orden cuando el discurso del acusado por delitos de lesa humanidad escalaba.