Misiones Para Todos

Un testigo complicó a los policías acusados por la Masacre de Monte: “Nos pidieron 35 mil pesos”

El hombre contó ante el jurado popular que antes del hecho fue arrestado junto a su hermano Aníbal, el joven que manejaba el auto en el que iban las víctimas, y que allí los efectivos policiales “los apretaron”.

El segundo día del juicio por la Masacre de Monte tuvo como protagonistas a los familiares de las víctimas que murieron el 20 de mayo del 2019, tras ser perseguidos a tiros por la policía. Algunos brindaron testimonios conmovedores y otros revelaron datos que podrían perjudicar a Rubén Alberto García, Leandro Ecilape, Mariano Ibáñez y Manuel Monreal, los cuatro efectivos que están siendo juzgados por este hecho.

Frente al jurado popular, la primera en declarar fue la mamá de Gonzálo Domínguez (14). Susana Ríos contó que la noche del 19 de mayo del 2019 su hijo salió con Danilo Sansone (13) rumbo a la plaza de San Miguel del Monte, algo “normal” que hacían los jóvenes. Con el pasar de las horas, le pareció que era “rarísimo” que no le contestara el teléfono, ya que “era un hijo excelente”.

Gonzalo Domínguez (14), Danilo Sansone (13), Camila López (13) y Aníbal Suárez (22) murieron en la Masacre de Monte. (Foto: NA)
Gonzalo Domínguez (14), Danilo Sansone (13), Camila López (13) y Aníbal Suárez (22) murieron en la Masacre de Monte. (Foto: NA)

“Le dije que no venga tarde porque teníamos a su padre internado en La Plata por un ACV y teníamos que madrugar. A la madrugada me enteré que había pasado un accidente en la ruta de un Fiat 147. A las 4.30 se me despertó un sexto sentido como madre. Me fui al hospital, pero lo vi lleno de gente, no me animé a entrar. Di la vuelta y cuando llego a mi casa, veo que para una moto con dos personas que me dijeron que Gonzalo estaba en el auto”, relató Susana con lágrimas en sus ojos.

La mamá de la víctima contó que volvió al hospital, donde se encontró con la intendente de aquel entonces, Sandra Mayor, y los funcionarios municipales Hugo Medus y Claudio Martínez, quienes le negaron que hubieran existido disparos contra el auto en el que viajaba Gonzalo.

Susana Ríos, mamá de Gonzalo, exigió justicia en las puertas de Tribunales de La Plata. (Foto: TN /Nicolás González)
Susana Ríos, mamá de Gonzalo, exigió justicia en las puertas de Tribunales de La Plata. (Foto: TN /Nicolás González)

“Después de eso sale una médica que me dice que había un cuerpo sin reconocer. Le dije que quería entrar a verlo. Cuando entro a la sala había cuatro cuerpos tapados. Me llevan al cuerpo y con solo verle las medias iba a saber si era mi hijo o no. Le destaparon los pies y alcancé a ver sus pies y su ropa interior. Pedí que si su carita no estuviera destrozada, quería verlo, le descubrieron la cara y le veo con un golpe muy fuerte en la sien. Salí de ahí destrozada: había perdido a mi Gonzalo”, recordó.

Presenciando la declaración de Susana, se encontraban en la sala de audiencias la única sobreviviente del hecho, Rocío Quagliarello (actualmente de 17 años), a quien le quedaron secuelas no solo psicológicas, sino también físicas, ya que tiene una dificultad para caminar. La joven no escondió su emoción durante el relato de la mamá de su amigo y lloró durante todo el testimonio.

El dato que podría complicar a los policías acusados

El hermano de Aníbal Suárez (22), el joven que manejaba el 147 la noche en la que los chicos fueron perseguidos por efectivos de San Miguel del Monte, reveló que la policía local había extorsionado a la víctima un mes antes del hecho. Dijo que lo habían detenido porque no poseía los papeles en regla de su automóvil, donde le exigieron el pago de “una coima de 35 mil pesos”.

Emanuel Suárez se sentó ante los 12 jurados y la presidenta del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de La Plata, Carolina Crispiani, con una expresión seria en su rostro y los brazos entrecruzados.

“La última vez que lo vi a Aníbal fue el domingo 19 de mayo a la noche. Era changarín, albañil. Nos habíamos venido de Misiones a Monte por trabajo un año atrás. Quería ayudar a su mamá, que seguía viviendo allá”, explicó Emanuel.

El joven señaló que Aníbal había cambiado su moto por un Fiat 147 poco tiempo antes del hecho y recordó que los policías de la zona solían generarle problemas con los documentos del vehículo, ya que Suárez no había cambiado su domicilio legal a San Miguel de Monte.

Aníbal Suárez tenía 22 años y la noche de la Masacre de Monte conducía el 147 que se estrelló contra el acoplado de un camión. (Foto: Facebook)
Aníbal Suárez tenía 22 años y la noche de la Masacre de Monte conducía el 147 que se estrelló contra el acoplado de un camión. (Foto: Facebook)

En ese contexto, Emanuel refirió una situación ocurrida antes de la muerte de su hermano, en la que agentes bonaerenses los detuvieron y los extorsionaron: “La policía nos hizo seña de luces y nos llevaron a la comisaria. Ahí nos empezaron a apretar porque teníamos el domicilio en Misiones. Que teníamos que pagar una multa para salir. Como no teníamos domicilio en Monte, nos dijeron que iban a dejarnos detenidos”.

Sin embargo, el hermano de Aníbal afirmó que los policías se ofrecieron a liberarlos a cambio de que les pagaran 35.000 pesos: “Les dimos 5 mil pesos que, para nosotros, era mucha plata”, reveló.

A su turno, el tío de Aníbal, Hugo Suárez, declaró que estaba al tanto que el auto de su sobrino “tenía el seguro vencido”. “No se lo quisieron asegurar por el mismo tema del domicilio”, sumó.

“La pérdida de Aníbal significó mucho para mí. Era un hijo más, estaba con mi hijo. Para mis hijos era como un hermano más. No tenía maldad”, manifestó con emoción y con la voz entrecortada Hugo, quien dijo que vive en San Miguel del Monte desde hace 18 años, donde trabaja como albañil.

El testimonio que complica la defensa de los policías

Jonathan Coria Peralta, un empleado de una pizzería frente a la Municipalidad de San Miguel del Monte, declaró ante el jurado y evidenció un fuerte contraste con el alegato de apertura de la defensa de los policías imputados, que precisamente le endilgó la responsabilidad de los hechos a Aníbal Suárez.

El abogado Guillermo Baqué lo acusó de manejar en estado de ebriedad con 3,26 gramos de alcohol en sangre, de huir de la policía tras conducir “zigzagueando” por la avenida que costea la laguna, a la vez que manifestó que ese joven “también emborrachó a los adolescentes”.

Coria relató que aquella noche pasó con su vehículo al Fiat 147 en el que viajaban las víctimas, y manifestó que “el auto circulaba de forma normal” y aclaró que “no iba en zigzag”.

“Eso fue después de las 12, cuando terminé mi turno. Yo tenía un Ford Escort y pasé al 147 del choque por la Costanera. Yo iba a 70 kilómetros por hora y el Fiat iba más lento. Antes había visto a dos chiquitos empujar ese auto porque se había quedado frente a la plaza principal”, afirmó el empleado.

“Fue una casería”

Juan Carlos Sansone, el padre de Danilo, aseguró que lo que le pasó a los chicos “fue una cacería”. “Nunca más vamos a estar felices en mi casa, lo único que quiero por él y sus amiguitos. Es muy feo lo que estoy viviendo. Miren donde estoy: pidiendo justicia por él”, exclamó, entre lágrimas desconsoladas.

El testimonio de Juan Carlos conmovió a todos los presentes en la Sala A del Fuero Penal de La Plata, e incluso hizo llorar a uno de los jurados, que atentamente escucharon su relato.

Me quise matar más de dos veces por mi hijo. Ahora sigo adelante por ellos. No sé qué pasó esa noche, yo lo despedí de mi casa bien y me lo devolvieron un cajón todo tapadito, se le veía la carita nomás. Era lo único que no tenía lastimado. Era un ángel”, continuó Juan Carlos, quien, al finalizar su relato, tuvo que ser asistido por un especialista en salud mental ya que manifestó sentirse “muy descompuesto”.

Juan Carlos Sansone, papá de Danilo, momentos antes del inicio del juicio que se lleva a cabo en los tribunales penales de La Plata. (Foto: TN /Nicolás González)
Juan Carlos Sansone, papá de Danilo, momentos antes del inicio del juicio que se lleva a cabo en los tribunales penales de La Plata. (Foto: TN /Nicolás González)

Luego del papá de Danilo fue el turno de su esposa, Gladys Ruizdía, que afirmó que mataron a su hijo “sin piedad y a sangre fría”.

“Para que esto no vuelva a pasar, exijo perpetua. Arruinan vidas, arruinaron familias. Me mataron en vida”, completó la mujer con la voz entrecortada e indicó que desde hace cuatro años continúa con custodia de la Gendarmería Nacional, ya que denunció haber recibido varias amenazas de muerte.

En la misma línea, Yanina Zarzoso, la mamá de Camila López (13), otra de las víctimas fatales, contó que le tiene “miedo” a la policía y relató cómo se enteró del fallecimiento de su hija.

El pin con el pedido de justicia por Camila. Lo llevaba puesto la madre de Gonzalo, quien también perdió a su hijo en la Masacre de Monte. (Foto: TN /Nicolás González)
El pin con el pedido de justicia por Camila. Lo llevaba puesto la madre de Gonzalo, quien también perdió a su hijo en la Masacre de Monte. (Foto: TN /Nicolás González)

“La mamá de Rocío Quagliarello me llamó a las tres de la mañana y me dijo que las chicas habían tenido un accidente. Yo pensé que se había caído de la bicicleta. Entonces fui pensando en eso. Estaba enojada y estaba pensando en que la tenía que retar. Pero en el hospital me enteré de la peor noticia que me podrían haber dicho en mi vida”, recordó.

Se espera el testimonio de dos testigos presenciales

El juicio se inició el lunes con la elección del jurado popular que el 17 de mayo deberán definir si los policías imputados son culpables o no de los delitos de “homicidio agravado por abuso de función como miembro de las fuerzas policiales calificado por el empleo de armas de fuego, y violación de los deberes de funcionario público”.

En los lineamientos de la acusación, el fiscal de juicio Mariano Sibuet dijo que los policías imputados cometieron un “acto atroz”, que actuaron de manera “inmotivada” y afirmó que las víctimas, “al verse rodeadas”, vivieron momentos de “terror, angustia y miedo”, por lo que le solicitó al jurado popular que “emitan un dictamen justo para hacer honor a la justicia”.

Se espera que el juicio continúe este miércoles, a partir de las 10, donde declararán varios testigos que se encontraban en las cercanías del lugar en el que el Fiat 147 impactó contra el acoplado de un camión. Dos de ellos declararon en la etapa de instrucción que vieron el momento en el que uno de los policías abrió fuego contra el auto en el que iban los cuatro chicos esa noche. Ambos podrían resultar testimonios clave.

Fuente: TN