En los últimos días, el partido de Activar fundado por el clan Puerta, estuvo sumido en la mira de la justicia. Es que miembros de la familia del diputado Germán Kiczka se encuentran imputados por la justicia federal en una causa de distribución de pornografía infantil.
En diferentes medios de comunicación circulan versiones similares, todas apuntan a la preocupación del diputado por recuperar una notebook que habría dejado en la casa de su padre, Leonardo Kiczka -de 73 años- y su hermano, Sebastían – de 45-, ambos involucrados en la causa que lleva adelante Daniela Dupuy.
Lo que es llamativo de esta situación es el silencio sepulcral de la oposición misionera. La UCR está más volcada a sus internas partidarias y sus cargos que a trabajar por el bien común; por su parte, el PRO, los “paladines” de la justicia y del “cambio” para la Argentina – hoy forman parte del gobierno de Milei y terminaron absorbidos por el libertario-, desaparecidos del esquema.
La pregunta es por qué Martín Goerling, Mikaela González Coria, los hermanos Schiavoni, y todos los que responden a Mauricio Macri y la ministra de Seguridad de Milei no exigen justicia, ¿no solicitan la banca de JxC por la que llegó el Diputado puertista; hoy probablemente involucrado en una causa de pedofilia y pornografía infantil. Si el caso sacudiera al gobierno provincial que conduce el Frente Renovador, todos estarían escandalizados. Pero no, les toca de cerca entonces, sin más, su doble vara moral les permite mirar para otro lado. Tal como la diputada nacional, Florencia Klipauka, ¿siguen todos de vacaciones?
En la Argentina se profundiza una crisis económica y social sin precedentes, en Misiones la oposición envuelta en causas judiciales o protegiendo sus cargos partidarios, guardando absoluto silencio cuando las balas pegan cerca. ¿Cuáles son, entonces, las “irregularidades” que buscan cambiar? O solo aplica la norma de denunciar y solicitar investigaciones profundas cuando trabaja el oficialismo.
Si quieren asumir la responsabilidad moral de trabajar por la gente, no pueden protegerse bajo el manto del silencio y la complicidad. A dónde van a ir a parar con el discurso de la justicia, la libertad y la protección de las instituciones si ante la más mínima duda, deciden quedarse callados y no pedir la pronta investigación del Diputado Kiczka y su consecuente banca de representante. Siempre lo supimos, son una oposición de cartón.
Por Emilia Guevara