El obispo de Rawson advirtió que la construcción del oleoducto que llegará hasta el puerto en Punta Colorada “perjudicaría algunos ecosistemas del mar”. Las duras críticas de Miguel Ángel Pichetto y José Luis Espert.
La Iglesia se metió de lleno en la discusión por el nuevo megaproyecto petrolero de YPF, que abarca la construcción del oleoducto Vaca Muerta Sur, y alertaron a las autoridades locales sobre el impacto ambiental que podría aparejar. Mientras los planes de la compañía estatal avanzan, obispos de la Patagonia señalaron que “perjudicaría algunos ecosistemas propios del mar territorial” y fueron duramente criticados por diputados nacionales.
Uno de los que expresó activamente su preocupación fue el monseñor Roberto Álvarez, obispo de Rawson, quien envió una carta al gobernador de Chubut, Ignacio Torres y al procurador general de la provincia, Jorge Luis Miquelarena, detallando sus inquietudes y animando a los funcionarios del Estado a preguntarse sobre “la responsabilidad que les competería en el debate de este asunto tan delicado para el medioambiente”.
“Ni el agua, ni la contaminación respetan fronteras, y prueba de ello es que el Gobierno nacional acaba de adherirse a la custodia de la biodiversidad más allá de los límites soberanos, firmando el acuerdo para la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica marina. Si nos estamos resguardando más allá de la milla 200, ¿no deberíamos garantizar ese cuidado en nuestra jurisdicción?”, cuestionó Álvarez.
El oleoducto Vaca Muerta Sur, que está en desarrollo en Neuquén y Río Negro, atravesará la meseta patagónica y terminará en un puerto en Punta Colorada, sobre las costas del Golfo San Matías, a unos 30 kilómetros de Península Valdés. Se trata de una inversión de 2500 millones de dólares y será “el primer proyecto RIGI de la Argentina”, según afirmó el CEO de YPF, Horacio Marín.
En este sentido, Álvarez cuestionó si “el asunto” es exclusiva responsabilidad de Río Negro, que modificó leyes para darle vía libre al proyecto; o si Chubut también debería estudiar “si el emprendimiento gasífero atenta contra el artículo 99 de la Constitución provincial“, la cual establece que el Estados ejerce el dominio eminente sobre los recursos naturales renovables y no renovables, migratorios o no, que se encuentran en su territorio y su mar.
Los cuestionamientos de la Iglesia sobre Vaca Muerta Sur
El obispo de Rawson señaló que la carta tiene como único objetivo “ayudar a los poderes del Estado provincial a preguntarse sobre la responsabilidad que les compete en el debate de este asunto tan delicado para el medioambiente y si este llegara a tener consecuencias para aquello que compromete en algo al territorio provincial”.
“¿Están Uds seguros que no incidirá en el asentamiento del Pingüino de Magallanes que es tan vulnerable a los derramamientos de petróleo? ¿Y en la repoblación de la ballena Franca Austral, antes diezmada por la caza y que ha elegido el golfo para reproducirse? ¿Qué sucederá con las principales actividades económicas de las comunidades locales, como son las pesquerías artesanales, el turismo orientado a la pesca deportiva, el buceo y el avistaje de fauna marina, si el tráfico de barcos cambia los hábitos de las especies o los derrames se suceden?”, mencionó Álvarez.
No obstante, aclaró en sus formulaciones que no intenta asentar posturas científicas y que no lo mueve ningún posicionamiento ideológico. “Es solo mi preocupación ciudadana, a la que se suma la carga de ser el obispo que tiene el oficio pastoral sobre esa zona de la provincia del Chubut”, advirtió.
“Si nos quitan el derecho a preguntar, si ante la pregunta las respuestas van a ser destempladas, se toca una dimensión muy importante de la democracia de la República“, sostuvo el monseñor Álvarez en diálogo con PERFIL. Y enfatizó: “Lo que me compete es hacer preguntas, porque no soy especialista en ambiente, pero desde el año pasado se acercan no sólo los movimientos ambientalistas, sino también cámaras hoteles de Turismo y un montón de gente expresando su preocupación sobre este tema”.
En esta misma línea, recordó en el escrito el artículo 41 de la Constitución nacional: “Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo”.
Los cuestionamientos de Álvarez van en sintonía con los que expresó días atrás el obispo de Alto Valle de Río Negro, moseñor Alejandro Benna, quien advirtió sobre “los proyectos que hipotecan el agua y la tierra”, en el marco de la tradicional peregrinación a Chimpay, el pueblo donde nació el beato Ceferino Namuncurá.
Ante la presencia del gobernador Alberto Weretilneck, solicitó que “a quienes no les importa el cuidado de la tierra, los proyectos que hipotecan el agua y la tierra, que escuchen a la gente y haya un diálogo transparente, no audiencias públicas que son obras de teatro con actores pagos”.
El intercambio entre el gobernador Ignacio Torres y el obispo de Rawson
En respuesta a los dichos del obispo de Rawson, el gobernador Torres sostuvo que existe un “marco de legalidad y juridicidad para la aprobación y la ejecución” de los proyectos de Vaca Muerta. “Los intereses sectoriales y las inquietudes que puedan generarse deben encauzarse dentro de estos procedimientos y pautas. No es legítimo imponer una visión por fuera de la institucionalidad y de las normas que organizan el poder del Estado”, añadió.
Sin embargo, aclaró que en el caso de la provincia de Chubut “podrá estudiarse la posibilidad de la celebración de un convenio interprovincial con Río Negro para el desarrollo de un plan de manejo ambiental conjunto de los ecosistemas conformados por el Golfo San Matías y el Golfo San José, a los fines de monitorear el funcionamiento de las actividades productivas que se aprueben y desarrollen en dicho ámbito territorial”.
Ante el argumento del Gobernador, el monseñor Álvarez replicó con una segunda carta en la que advirtió que en su rol de obispo, le “interpela cumplir con aquello que Francisco nos daba como marco conceptual en una de sus encíclicas”. Y cita: “El sometimiento de la política ante la tecnología y las finanzas se muestra en el fracaso de las cumbres mundiales sobre medio ambiente. Hay demasiados intereses particulares y muy fácilmente el interés económico llega a prevalecer sobre el bien común y a manipular la información para no ver afectados sus proyectos”.
“La alianza entre la economía y la tecnología termina dejando afuera lo que no forme parte de sus intereses inmediatos. Así sólo podrían esperarse algunas declamaciones superficiales, acciones filantrópicas aisladas, y aún esfuerzos por mostrar sensibilidad hacia el medio ambiente, cuando en la realidad cualquier intento de las organizaciones sociales por modificar las cosas será visto como una molestia provocada por ilusos románticos o como un obstáculo a sortear”, continúa el obispo de Rawson en referencia a los dichos del Papa.
Asimismo, Álvarez advirtió: “Incluyo en lo ilegítimo que sería imponer una visión por fuera de la institucionalidad y no asumir de la misma ley aquello que se refiere al principio de cooperación donde se formula que ‘…los recursos naturales y los sistemas ecológicos compartidos serán utilizados en forma equitativa y racional. El tratamiento y mitigación de las emergencias ambientales de efectos transfronterizos serán desarrollados en forma conjunta’”.
No obstante, en conversación con PERFIL el obispo aclaró que tiene “un diálogo muy lindo tanto con Ignacio (Torres) como con (Jorge Luis) Miguelarena”. “Nos vemos mucho y podemos conversar de otras cosas. Podemos tener distintas perspectivas y seguir tomándonos un café. Es muy difícil lograrlo con el nivel de agresividad de X (extwitter), por eso me parece que en las grandes ciudades se pierde lo humano”, señaló en referencia a las críticas que recibió a través de este medio.
Espert y Pichetto contra los obispos de la Patagonia por Vaca Muerta Sur
El oleoducto Vaca Muerta Sur que está en desarrollo por parte de YPF sumaría una nueva capacidad de transporte de petróleo no convencional con salida a través del Golfo San Matías de Río Negro. En esa misma zona, a mediano y largo plazo se trabaja en el proyecto de GNL que finalmente se adjudicó a la provincia de Río Negro luego de que se descartara la posibilidad de que fuera a Bahía Blanca, en la provincia de Buenos Aires.
Es por ello que el diputado Miguel Ángel Pichetto cuestionó las preocupaciones de la Iglesia sobre la importante construcción. “Los obispos de la Patagonia están en contra del progreso y el desarrollo. Se oponen al oleoducto, al gasoducto, y a todo lo que significa trabajo. Parece que quieren más pobreza y menos oportunidades para la gente”, mencionó.
En sintonía con estas declaraciones, y en un tono más fuerte, el diputado nacional José Luis Espert también disparó contra los curas. “Los obispos de la Patagonia comen hostias alucinógenas ¿Que es esa ridiculez de que están en contra del oleoducto Rio Negro-Golfo de San Matías? Que manera obscena de militar pobrismo y miseria. Dedíquense a las cosas Dios. No jodan”, disparó.
En respuesta a la polémica declaración de Espert sobre que “comen hostias alucinógenas”, el obispo de Rawson señaló a PERFIL en tono de broma: “Que se lo haga a alguien de otra religión a ver si lo pueden tomar así con tanta liviandad“. Y añadió: “Por otro lado, cuando se pierde la cultura del encuentro, cuando se resuelve en un tweet, se pierde humanidad. La verdad no me afecta lo que diga alguien porque ni lo leo, pero hay gente sencilla que lo quiere a su obispo y se preocupa”.
“Yo no tengo ningún problema en encontrarme a tomar un café con Pichetto o Espert. No es que voy a decir ‘me ofendio con su tweet entonces yo le contesto igual o no hablamos’, porque es más importante el objeto final de que desde la ciencia y lo institucional respondan preguntas sobre este proyecto”, concluyó el monseñor Álvarez.
Por Romina Veloso-Perfil