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Vanesa Garay: “Este premio me anima, me da más fuerzas de seguir y a empezar el 2026 con más ganas”

La Agencia 246, de Vanesa Garay, de Posadas, fue seleccionada como la destacada de 2025 durante el almuerzo de cierre de año que la Red de Ventas del IPLyC realizó recientemente en el Hotel Cabañas del Parque, de Oberá. El reconocimiento fue por haber mantenido “una excelente imagen, un compromiso constante y un crecimiento sostenido” durante el año que se despide. Y porque “su profesionalismo, dedicación y responsabilidad se ven reflejados en cada acción y en la confianza que transmiten a los apostadores”.

“Para mí es una distinción muy importante porque llevo dos años luchando para llegar a este nivel. Toda la vida trabajé para otra agencia y, ahora, por fin, soy la titular del negocio”, manifestó Garay, emocionada, tras recibir la declaración.

Sostuvo que se destacó por el nivel de venta. “Me dedico mucho, casi todo el día permanezco en la agencia y es todo a pulmón. Soy sola en el local y tengo disponibilidad de horario. Hago horario corrido, de 8 a 21, pero todo este esfuerzo vale la pena”.

Sus clientes saben que, si está ausente, “es porque salí a hacer algún trámite bancario o fui hasta el área de juegos del Instituto para presentar los premios o buscar los juegos. Por suerte abren temprano y yo estoy cerquita, en Santiago del Estero casi 25 de Mayo. Para tener a cargo una agencia de quiniela es necesario manejar varios frentes, los juegos, los trámites, no resulta fácil, pero lo estoy afrontando”.

Al referirse a los clientes, contó que reunirlos fue difícil “porque la gente del barrio no me conocía cuando empecé. Luego comenzó a gestarse la confianza y con el paso de los días, se cruzaban a preguntarme si había comido algo, si tomé agua, porque me veían todo el día en la máquina. Les agradezco un montón porque están atentos, dispuestos a cualquier cosa. La atención de los vecinos fue extraordinaria, y cómo me siguen atendiendo, es algo de no creer”.

“Ahora tengo mi clientela, muchos son de donde anteriormente trabajaba, gente que me responde, que me sigue. El que tiene auto y puede venir a hacer su jugada, viene, de lo contrario lo hace por mensaje y después va a pagarme. Eso es un gesto muy lindo. Cuando sacan, dicen, dejá para seguir jugando, o me pagan para el mes”, agregó la agenciera, devota del Divino Niño, que buscó independizarse para poder “manejar mis tiempos. Donde trabajaba anteriormente, fui empleada por casi veinte años. Fue demasiado tiempo, pero gracias a Dios llegó este momento”.

Confió que lo que más se comercializa en la 246 es la Quiniela y la Poceada. “Cuando mis clientes sacan premios grandes, enseguida los están cobrando, ese es el principal motivo del éxito junto con la buena atención. La gente saca y quiere su dinero, con justa razón”, dijo. A diario trata de incrementar cuestiones motivacionales, de poner alguna cartelería nueva. “Ahora este cuadro engalanará una de las paredes. Conté a mis clientes que iba a venir al almuerzo, pero no me esperaba esto. Estoy muy contenta. Esto me anima, me da más fuerzas de seguir, para empezar el 2026 con más ganas, más entusiasmo, porque día a día le pongo el hombro. A mi alrededor, todos lo saben. Nunca tengo cara larga o de chinchuda, vivo como si no tuviera problemas”, destacó quien siempre tiene a mano agua fresca, mate, tereré a gusto para que sus clientes se sientan como en casa.

Por su comercio para mucha gente adulta, “a la que hay que tener paciencia, enseñarle algunas cosas, sobre todo que tienen que ver con la tecnología. Te preguntan, ¿cómo se juega determinado juego, a veces te dicen soñé con tal cosa. A todas esas las tengo en la cabeza porque fueron años de consultar los libros de sueño. Siempre se le ayuda, se le orienta. Con los jóvenes procedo de la misma manera, aunque ellos buscan la Poceada, sobre todo cuando tiene premios interesantes, como los dólares. Al menos en el sector en el que estoy, pasa eso”.

Aseguró que con la puesta en marcha de la Tombolita aumentaron las ventas y que todos los días recalca a los jugadores que guarden los cupones “porque se viene la camioneta. En tres oportunidades vendí el segundo premio de la Poceada, así que las posibilidades de ganar están latentes. Al poco tiempo de empezar, vendí un segundo premio y eso fue como un envión que me ayudó a crecer porque puse los carteles afuera, buscando al ganador. Hace poquito, pagué más de tres millones de pesos a un ticket de quiniela”.