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Violento motín y heridos en la comisaría Primera de Posadas

La revuelta se registró ayer de madrugada en reclamo de agilización de causas, por presuntos maltratos y porque “la comida es solo agua salada”. Al menos dos hombres sufrieron lesiones con traumatismos graves.

Fueron dos horas de extremo temor por la violencia que amenazaba desde las celdas de la comisaría Primera de Posadas, en el barrio Villa Sarita. Al menos una treintena de detenidos protagonizaron un motín que necesitó de la labor de efectivos del Grupo de Intervención Rápida (GIR) para que no se registrara una tragedia.

De acuerdo a fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, la revuelta se inició pasadas las 23 con gritos de detenidos que reclamaban que les entreguen los alimentos que familiares les habían acercado y que a diario se los “quedarían” los controles de guardia de la seccional dependiente de la Unidad Regional I.

Pero la bronca no apuntaba solamente al supuesto “robo de mercaderías”, lo que había provocado la erupción y posterior estallido fue la comida o el estado de la misma y que correspondía al servicio diario que el Servicio Penitenciario Provincial debe proveer a cada unidad de detención. “Es agua con sal y algo que parece color tomate, es agua salada, es una falta de respeto y viola derechos esenciales”, ratificó una voz incuestionable.

Los incidentes se aproximaron a su punto de mayor virulencia cuando los detenidos de la celda 1, al menos ocho había en un espacio para cuatro, acomodaron los colchones para prenderlos fuego. Antes de que esto se convierta en una masacre de llamas, la guardia de la comisaría de calle Alberdi, a pocos metros de la Cámara de Representantes de la Provincia, solicitó la asistencia del GIR y demás efectivos afines para frenar la protesta. El procedimiento antimotín dejó varios heridos, al menos dos con lesiones traumáticas en rostro y cráneo por la represión.

Otras fuentes remarcaron que una vez que se controló la situación, se determinó que en el sector de calabozos de la seccional estaban alojados treinta detenidos con imputación judicial y en los espacios comunes del pabellón de seis celdas, había al menos una docena de contraventores ingresados horas antes.

Durante la tarde, se presentó el presidente de la Comisión Provincial de Prevención de la Tortura, Eduardo Scherer, para recabar información sobre lo sucedido. En contacto con este medio, adelantó que lo sucedido fue “grave” pero que no daría detalles porque se ampliarán las investigaciones a partir de mañana y no se descartan denuncias penales.

Este medio pudo saber sin embargo que, los reclamos de los detenidos no solo apuntan al hacinamiento y el estado paupérrimo de la comida, también al maltrato constante de los guardias policiales y a la falta de celeridad de la Justicia de Instrucción para que resuelvan las situaciones procesales. Sobre este último punto exigieron que los defensores oficiales de la Justicia se acerquen y les expliquen el estado de los expedientes y que los jueces y fiscales determinen medidas concretas, no exigen ser liberados sino que las causas se definan.

Antecedente

Durante la noche del sábado 5 de noviembre del año pasado en la comisaría Quinta de Garupá, dependiente de la Unidad Regional X, se desató un motín con incendio de colchones con las mismas quejas que se replicaron ayer en la Primera: condiciones de alojamiento.

No se registraron heridos de gravedad pero fue un enfrentamiento también contra una treintena de detenidos que iniciaron las llamas dentro de las cuatro celdas con capacidad máxima cada una para tres personas.

La paz retornó tras la acción de efectivos del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) y GIR en los pasillos de la comisaría para reducir a los más violentos.

Fuente: Primera Edición