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Volcán PRO

La formalización del pase de Patricia Bullrich a La Libertad Avanza suma un nuevo temblor al volcán del PRO. Hace más ruido adentro, entre la dirigencia, que afuera, donde las encuestas siguen reflejando que la mayoría del votante amarillo mutó a violeta.

Sólo le faltaba firmar. Aunque el enésimo cambio de vestuario partidario de Patricia Bullrich, esta vez a La Libertad Avanza, estaba más cantado que el Himno Nacional, su formalización le suma un nuevo temblor interno al volcán que ya es el PRO.

Se subraya aquí el efecto endógeno de la novedad. Hace más ruido adentro, entre la dirigencia, que afuera, donde las encuestas siguen reflejando que la mayoría del votante amarillo mutó a violeta. ¿Será? La conducción macrista, dolida, rebaja el impacto ante el nuevo turno electoral de este domingo en varias provincias y, sobre todo, el que se viene en diez días en la Ciudad de Buenos Aires, cuna del PRO y donde gobierna desde hace casi dos décadas.

En LLA se duda que el pase de Bullrich redunde en votos. Como argumento de prueba, muestran que si creyeran lo contrario no hubiera brillado por su ausencia en el raleado mini acto callejero del martes el vocero-candidato Manuel Adorni. Junto a Bullrich estaba Karina Milei, la hermanísima presidencial y afiliadora serial libertaria.

Lo que más interpela del paso dado por la ministra de Seguridad es el vínculo político contradictorio entre LLA y el PRO. Aliados en el Congreso. Enemigos en CABA. Coqueteos en la Provincia de Buenos Aires. En principio, el bloque PRO en Diputados se mantendría unido. En la Legislatura porteña, el bullrichismo ya se había sumado al espacio libertario karinista. Y lo mismo sucederá ahora en la Legislatura bonaerense.

Hay que preguntarse qué harán también los intendentes PRO con peluca. La vicegobernadora de Mendoza, Hebe Casado, por ejemplo, anunció que deja el PRO y que también se va a afiliar a LLA. ¿El virus reafiliatorio se expandirá por otros espacios, como la UCR?

Por sí o por no, muchas de las respuestas a estos interrogantes se podrían develar a partir del resultado en los comicios porteños. Al menos así lo tienen asumido tanto dentro del PRO como de LLA.

Por eso, les importa menos que gane en el distrito la lista peronista, liderada por el ex radical Leandro Santoro, y más que Adorni supere a Silvia Lospennato, que encabeza la boleta amarilla.

En ese duelo, los libertarios están convencidos que vencer al macrismo en su reducto maximiza su legitimación como líderes de una nueva etapa política, sometiendo al PRO a una suerte de rendición incondicional. Los Macri (Jorge y Mauricio) intentan pelear por una negociación que se les escurre de las manos.

De lo que ocurra en la elección porteña, en apariencia un simple turno de renovación legislativa local y parcial, dependerá gran parte del futuro inmediato del espacio oficialista. Un volcán en actividad que podría entrar en erupción.

Por Javier Clavo-Perfil