“Vamos a construir un mejor Uruguay”, prometió el mandatario. Al evento asistieron mandatarios de toda la región como Lula da Silva (Brasil) y Gabriel Boric (Chile).
El presidente electo, Yamandú Orsi, y la vice, Carolina Cosse, hicieron la toma de posesión en un acto al aire libre en Plaza Independencia, recogiendo la antorcha de su mentor y padrino político, el exmandatario José “Pepe” Mujica, en el retorno de la izquierda al poder tras cinco años de gobierno de centroderecha. “Vamos a construir un mejor Uruguay”, prometió el nuevo mandatario en su discurso.
A la vez, es una jornada histórica para Uruguay, que este año cumple 40 años de democracia ininterrumpida. Al evento asistieron mandatarios de varios países. Javier Milei se ausentó.

Orsi comenzó su traslado a las 13:15 desde Canelones hacia el Palacio Legislativo en un vehículo eléctrico, que lo llevará durante toda la jornada en la que asumirá la presidencia.
A las 13:45 llegó al Palacio Legislativo el presidente de Chile, Gabriel Boric, quien aseguró que es muy importante su presencia en la asunción “como país latinoamericano, con quien tenemos faroles compartidos”. El presidente chileno admitió que el Frente Amplio fue “una inspiración en política”. También afirmó que “correspondía asistir para despedir al presidente Lacalle Pou con quien tuvimos un excelente diálogo”.

Seguido de Boric llegó, Felipe VI, Rey de España, que se presenta en Uruguay para su segunda asunción presidencial y quien no dio declaraciones a la prensa. Otro mandatario que también arribó al Palacio Legislativo fue Santiago Peña, presidente de Paraguay. Ambos se dirigieron de inmediato a saludar a los ex mandatarios uruguayos, Julio María Sanguinetti, Luis Alberto Lacalle y José “Pepe” Mujica, dispuestos en un palco especial.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, y el de Brasil, Lula da Silva, fueron los últimos dos mandatarios en llegar al evento.

A las 14:05 arribó al Palacio Legislativo Yamandú Orsi junto a la vicepresidente electa, Carolina Cosse, quienes fueron recibidos por una comisión multipartidaria de legisladores, para luego trasladarse al atril principal del recinto y entonar las estrofas el himno nacional uruguayo.
A las 14:30 el presidente de la Asamblea General, Alejandro Sánchez, se dispuso a tomarle la promesa de honor de Yamandú Orsi: “Yo, Yamandú Orsi, me comprometo por mi honor a desemepeñar lealmente el cargo que se me ha confiado y a guardar y defender la Constitucion de la república”. Tras la promesa de honor, Alejándro Sánchez confirmó la investidura de Orsi como presidente de Uruguay. Acto seguido, realizó lo mismo la vicepresidenta Carolina Cosse.

El primer discurso de Yamandú Orsi como presidente de Uruguay
Ante la Asamblea General, autoridades nacionales e internacionales, expresidentes y el pueblo uruguayo, el nuevo mandatario pronunció un discurso en el que destacó la fortaleza democrática del país y trazó las líneas de su gobierno.
La sesión comenzó con un reconocimiento a la presidenta de la Asamblea General y a su “amiga Carolina Cosse“, seguido por saludos a “señoras y señores legisladores”, al “señor Presidente y Ministro de la Suprema Corte de Justicia”, y a los “señores presidentes y jefes de Estado de países hermanos”. Orsi también agradeció la presencia de “señoras y señores jefes y miembros de delegaciones internacionales que nos honran con su presencia” y saludó a los “señores comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas” y a los expresidentes presentes: “Julio María Sanguinetti, Luis Alberto Lacalle Herrera y José Mujica”.

“En un día como hoy, pero hace exactamente cuarenta años, Uruguay recuperaba su democracia”, señaló Orsi, recordando el 1 de marzo de 1985, cuando el país “recobraba la institucionalidad democrática luego de trece años de dictadura cívico-militar”. Subrayó que desde entonces, “asistimos al período más largo de vida democrática de la historia de nuestro país“, un hecho que calificó como “un enorme orgullo poder celebrarlo no solo ante mis propios compatriotas, sino ante mandatarios y autoridades de varias partes del mundo”.
En un pasaje clave de su discurso, el presidente llamó a la unidad en la diversidad: “Seamos siempre adversarios, pero nunca enemigos“. Añadió que es necesario alejarse “todo lo posible del cinismo y la frivolidad para no tener que lamentar el descreimiento en la política y sus consecuencias”. En este sentido, agradeció a los partidos políticos, “vasos comunicantes de la democracia con el pueblo, estructura de los debates civilizados garantizados, del pluralismo democrático, vacuna contra los excesos surgidos del mesianismo”.

El presidente evocó el pasado reciente, afirmando que “atrás quedaba el período más doloroso de nuestra historia contemporánea, marcado por la persecución política y la crueldad humana como método de gobierno y por el saqueo económico como parte central de ese proyecto político”. Advirtió que “hay secuelas de ese periodo que continúan hasta hoy”, por lo que consideró “tan justo como imprescindible mantener intacto el compromiso con la libertad, la verdad y la justicia”.
Orsi resaltó la tradición democrática uruguaya, donde “cada cinco años, los ciudadanos han elegido a sus gobernantes en una fiesta cívica que enorgullece a la República”. Destacó que “este es un país de partidos políticos, de alternancia en el poder de acuerdos”, y que “la confianza sigue siendo un elemento central para su funcionamiento“. “Por eso decimos que el Uruguay funciona“, afirmó, para luego agradecer: “Gracias, Democracia. Gracias, República. Gracias, partidos políticos por hacer de este Uruguay una amalgama plural de convivencia que aún despierta asombro en el mundo”.

El mandatario asumió el cargo tras ser electo el pasado 24 de noviembre, cuando “los uruguayos, ciudadanas y ciudadanos de nuestro país me otorgaron a través del voto, la mayor responsabilidad a la que un uruguayo pueda aspirar: la presidencia de la República”. Reflexionó que “solo una síntesis de republicanismo con partidos políticos sólidos como la de nuestro país, pudo lograr que alguien como yo, o como ustedes, legisladores electos que venimos del interior o de un barrio de la capital, que somos trabajadores, profesionales o empresarios, podamos, por decisión de la ciudadanía, acceder a estos honorables cargos“.
Con un tono de compromiso, Orsi declaró: “Llego a la presidencia con la misma convicción y vocación de servicio de siempre. No llego solo. Llego con la experiencia de mis años en mi querido Canelones, con lo aprendido de cada vecino o vecina con quienes trabajamos por un mejor departamento”. También mencionó las influencias de “Marcos Arámbula, Tabaré Vázquez y José Mujica”, cuyos legados lo acompañan en esta nueva etapa.

Orsi también tuvo palabras de reconocimiento para los expresidentes presentes y para quienes “desgraciadamente ya no están entre nosotros, Jorge Batlle y Tabaré Vázquez”, así como para el presidente saliente, Luis Lacalle Pou, “por sostener y alimentar esta reconstrucción democrática de manera ininterrumpida durante cuatro décadas”.
El nuevo gobierno, afirmó, “llega precedido de esa acumulación positiva”, y prometió cultivarla para conquistar “cada vez más derechos, cada vez más desarrollo cultural, artístico y científico”. Recordó que gracias a esa estabilidad, “el país pudo superar en el 2002 su peor crisis en este período democrático”, mediante “la acción política y el diálogo incansable“.
Entre las prioridades de su gestión, Orsi destacó la necesidad de “recuperar la senda de crecimiento” a través del “desarrollo más intensivo del conocimiento y de la inversión“, y enfrentar el cambio climático con “estrategias de desarrollo con un enfoque sostenible y humano”. Anunció la creación de una “Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación en Presidencia de la República” y un “plan nacional de aguas” para garantizar recursos y producción.
En materia social, el presidente se comprometió a combatir la pobreza infantil, y afirmó que “un país que no cuida a sus niñas, a sus niños, no se cuida a sí mismo“. También subrayó la urgencia de abordar la salud mental y “reconstruir la convivencia”, con un enfoque firme contra el crimen organizado, el narcotráfico y el lavado de activos.

Finalmente, Orsi cerró su discurso con una promesa: “Hoy hice un juramento que prometo honrar con dedicación, con escucha atenta, con fervor y con trabajo incansable”. Concluyó con un llamado a la acción: “Vamos a construir un mejor Uruguay. Hoy comenzamos. Larga vida a la República. Larga vida a la democracia. Larga vida a los partidos políticos que garantizan el pluralismo y la libertad”.
La fiesta de la democracia y la libertad uruguaya
El Gobierno electo decidió realizar el evento a cielo abierto para “priorizar la fiesta de la democracia y la libertad, con la participación de la ciudadanía a 40 años del retorno de la institucionalidad”, luego de considerar “las actualizaciones de los pronósticos meteorológicos”, señala el comunicado oficial.
“El traspaso de mando presidencial, asunción y firma de actas de ministras y ministros entrantes” se llevará a cabo en la Plaza Independencia, frente a la Torre Ejecutiva, sede del Gobierno, en la ciudad de Montevideo, detalla el texto.
“Los saludos protocolares tendrán lugar en el Palacio Estévez (antigua Casa de Gobierno) y posteriormente está previsto que el Presidente, Prof. Yamandú Orsi, se dirija a Plaza Independencia para saludar a la ciudadanía y disfrutar del espectáculo artístico”, agrega.
“En caso de que las condiciones climáticas lo obliguen, está previsto el uso del Auditorio Nacional Adela Reta como espacio alternativo para el desarrollo de la ceremonia de cambio de mando”, puntualiza el Gobierno electo.
Cabe aclarar que, en un país laico como Uruguay, el juramento es modificado por una “promesa de honor”, tras la cual el presidente queda investido en su cargo.
El FA regresa al Ejecutivo luego de haber gobernado entre 2005 y 2020, con una interrupción de cinco años, entre el 2019 y 2024. Lo novedoso en esta nueva etapa es la renovación en el liderazgo dentro del espacio que ya no estará en cabeza de los históricos, Tabaré Vazquez o José Mujica, sino de Orsi, un docente de historia de 57 años que fue intendente del departamento de Canelones, y de Cosse, quien fue intendenta de Montevideo.
El triunfo del Frente Amplio en las elecciones de 2024
En las elecciones realizadas el año pasado, el FA logró imponerse ante la Coalición Multicolor integrada por partidos tradicionales, como el Partido Nacional (Blanco) y el Partido Colorado, pero también por la expresión de la extrema derecha uruguaya, Cabildo Abierto.
Luego de varias instancias de votación, en la que los espacios políticos definieron sus candidatos, en segunda vuelta el FA obtuvo el 49,8% de los votos, mientras que la Coalición Multicolor sacó el 45,9%, en unos comicios en los que participó el 90% del padrón electoral.
De esta manera, Orsi, que fue apoyado por el expresidente Mujca, tanto en la interna del FA como en las elecciones generales, salió victorioso frente al delfín de Lacalle Pou, Álvaro Delgado.
Fuente: Perfil