El Gobierno de Yemen alertó este sábado 2 de marzo sobre las consecuencias que puede tener el hundimiento, el pasado viernes, de un barco británico que transportaba un material altamente tóxico. El navío había sido atacado por los rebeldes hutíes hace semanas y claudicó por inclemencias climáticas, reportó el organismo encargado de hacerle seguimiento. Estados Unidos asegura que la embarcación transportaba toneladas de fertilizante, mientras Yemen dice que se trata de fosfato amónico.
En la noche del viernes 1 de marzo, el buque Rubymar, que cargaba miles de toneladas de fertilizante, se hundió en el mar Rojo. El hundimiento de la embarcación, que fue atacada por los rebeldes hutíes a mediados de febrero, podría causar una “catástrofe medioambiental sin precedentes”, advirtió el Gobierno de Yemen.
El primer ministro y canciller de Yemen, Ahmed bin Mubarak, lo expuso en su cuenta de X: “El hundimiento del barco Rubymar es una catástrofe medioambiental sin precedentes para Yemen y la región. Es una nueva tragedia para nuestro país y para nuestro pueblo”.
A los daños que tenía el navío se sumaron cuestiones climáticas que culminaron en el hundumiento, detalló el grupo de crisis que gestiona el caso, en un comunicado replicado por la agencia de noticias oficial yemení Saba.
El barco era de propiedad británica y navegaba bajo la bandera de Belice, aunque según las autoridades yemeníes la dirección del barco era siria y la tripulación la conformaban 11 sirios, seis egipcios, tres indios y cuatro filipinos que fueron evacuados a Djibouti.
La nota redactada por los encargados añade que están “estudiando los próximos pasos” para “determinar las mejores formas de afrontar las repercusiones y atender el desastre ambiental causante”.
El Gobierno de Yemen recalcó que el siniestro del Rubymar causará graves daños en las aguas territoriales del país en el mar Rojo y subrayó la nula colaboración de la comunidad internacional que “no ha respondido a los llamamientos para evitar el desastre”.
Además, Bin Mubarak aseguró que ese país “paga cada día el precio de las aventuras de la milicia hutí”.
En las últimas dos semanas, en las que el barco estuvo semihundido, las autoridades yemeníes solicitaron a países, organizaciones y a Naciones Unidas que atendieran el caso, dado que el buque llevaba “grandes cantidades de amoníaco y aceites”, y así evitar que eso cayera en las aguas marinas.
Según el Comando Central de Estados Unidos (Centcom), el barco transportaba más de 41.000 toneladas de fertilizante; contrariamente, el Ejecutivo yemení afirmó que eran 22 toneladas de fosfato amónico, altamente tóxico.
Desde el pasado 19 de noviembre, los hutíes, grupo respaldado por Irán, han lanzado decenas de ataques contra barcos mercantes en el mar Rojo en apoyo a los palestinos de la Franja de Gaza y para dañar económicamente a Israel, y sus acciones han provocado severas disrupciones en el comercio marítimo mundial.
En respuesta, EE.UU. y el Reino Unido bombardearon posiciones de los hutíes por primera vez el 12 de enero, cuando atacaron unos 60 objetivos en Yemen.
Por Ramiro Cué Barberena-France24 con EFE