La viuda del opositor Alexéi Navalny, quien murió en febrero de 2024, profundiza la cruzada contra el poder de Putin.
En un país en el que es difícil ser opositor y desafiar décadas de armado político y económico, Alexéi Navalny murió en una de las cárceles de máxima seguridad en febrero de 2024 en circunstancias poco claras. Su esposa, Yulia Navalnaya, acusó a Vladimir Putin de la muerte del máximo líder opositor y se erige como una nueva figura en Rusia.
¿Quién es Yulia Navalnaya?
Yulia Navalnaya nació el 24 de julio de 1976 en Moscú, epicentro de la política de la Unión Soviética y posteriormente de la Federación Rusa. Es hija del científico Borís Aleksándrovich Abrósimov, pero no siguió sus pasos y estudió economía.
Se graduó en la Universidad Rusa de Economía Plejánov y comenzó a trabajar en pasantías en el extranjero hasta que regresó a la capital rusa para ejercer en el sector financiero.

Durante un viaje a Turquía durante el verano de 1998 conoció a Alexéi Navalny, en ese entonces uno de los tantos abogados del país y quien después sería su pareja. Yulia Navalnaya y Alexéi Navalny se casaron en el 2000 y comenzaron a compartir una vida atravesada por la política.
Ese mismo año se unió al partido socioliberal y pro occidental Yábloko, partido al que perteneció hasta 2010, cuando expulsaron a su esposo por conflictos con el secretario Grigori Yavlinski.
De militantes a mártires de la oposición
La salida de la fuerza liberal marcó un punto de inflexión para ambos. Alexéi se radicalizó e inició una lucha que involucraría a las altas esferas de la política rusa. Denunció el proceso electoral en las legislativas de 2011, convocó a protestas y fundó la ONG Fundación Anticorrupción, que luego investigó hasta al presidente Vladimir Putin.
Esta emergente figura política llamó la atención del Kremlin. Con persecución política y causas judiciales, en 2013 fue declarado culpable de malversación de fondos y condenado a cinco años de prisión.
Yulia mantuvo siempre un perfil bajo hasta el envenenamiento de Alexéi en 2020, el ataque más grave y que estuvo cerca de ser fatal. Gracias a una carta dirigida a Putin, consiguió que trataran a su esposo en Alemania y junto a una ONG organizaron su salida de Rusia.

El laboratorio especializado del Ejército alemán descubrió que Navalny fue atacado con un agente químico nervioso del grupo Novichok, desarrollado en la URSS durante la década del 70 y 80.
Alexéi Nalvany se recuperó y regresó a Rusia en 2021, donde fue detenido inmediatamente por el Servicio Federal de Seguridad por anunciar una campaña contra la reelección del presidente. Fue judicializado y acusado de extremismo, fraude y malversación de fondos. En agosto de 2023 fue condenado a 19 años de prisión y, a partir de su encarcelamiento, fue sometido a una desaparición forzada hasta su traslado a la prisión de máxima seguridad IK-3 de Jarp, en Yamalia-Nenetsia.
El 16 de febrero de 2024 y en circunstancias poco claras, murió en prisión tras “perder el conocimiento durante un paseo por las instalaciones” y luego de que fracasaran todos los intentos de reanimación del personal médico del Servicio Penitenciario Federal. Desde el exilio en Alemania, Yulia Navalnaya acusó a Vladimir Putin de asesinar a Alexéi y comenzó una serie de confrontaciones con el Kremlin
La intención de ser presidenta de Rusia
Tras la muerte de su esposo, Navalnaya comenzó a ejercer el rol de referente de la oposición. Fuera del marco de los partidos tradicionales rusos que en ocasiones pactan políticamente con el oficialismo, la nueva figura siguió la ofensiva y las acusaciones de corrupción al gobierno ruso.
La economista y política visitó el Parlamento Europeo y ante los parlamentarios expresó que la única forma de derrotar a Vladimir Putin es “ser ingeniosos” y que no se le puede hacer daño con resoluciones y sanciones.

“Putin es el jefe de una banda criminal organizada, hay que luchar contra ella con los medios disponibles”, expresó Navalnaya en un discurso en el que también le pidió a la Unión Europea que detecte en sus países a los aliados y donantes del Kremlin.
A raíz de esta declaración y otras en la que expresó su deseo de que el régimen caiga, el presidente ruso emitió en julio de 2024 una orden de arresto y la incluyó en la lista de terroristas y extremistas.
Yulia Navalnaya fue más allá y en octubre confirmó que tiene el objetivo de convertirse en la presidenta de Rusia: “Mi oponente político es Vladimir Putin y voy a hacer todo lo posible para que caiga”. Más allá de las ambiciones, el pedido de captura impide su regreso a Rusia, por lo que es imposible su participación en las elecciones mientras Putin viva.
Por Nataniel Peirano DEF