Sin respetar la división de poderes, ni comprender la complejidad de un país con un enorme entramado productivo, Milei pasó la motosierra por la constitución y las instituciones de la república, derogando o modificando a través de un DNU más de 300 leyes de la economía nacional, afectando a las economías regionales y a la clase media asalariada, mientras que, a otros, los expone a la voracidad del mercado, como es el caso de los pequeños productores yerbateros de Misiones.
La teoría de la división de poderes de Montesquieu en su obra “El espíritu de las leyes”, se basan en la idea de que el poder debe ser dividido en tres ramas: legislativa, ejecutiva y judicial. Esta división tiene como fin prevenir la concentración del poder en una sola persona, y así garantizar la libertad y los derechos de los ciudadanos. Contrariamente a esto los Decreto de Necesidad y Urgencia que intenten derogar o modificar más de 300 leyes son un claro ejemplo de intento de suma del poder público y una tentativa de sustitución del congreso nacional.
La motosierra pasó primero por la constitución y las instituciones de la república, derogando o modificando a través de un DNU más de 300 leyes de la economía nacional, afectando a diversos sectores y exponiendo a otros a merced de la voracidad del mercado, como es el caso de los pequeños productores yerbateros de Misiones al derogarse las regulaciones del sector.
En este sentido, constitucionalistas de todo el país destacaron la inconstitucionalidad del DNU presidencial y advirtieron que se vendrá una catarata de cautelares y medidas judiciales debido a esto, no obstante, el “vamos por todo” de Milei no fue cuestionado por los históricos abanderados de la república, que en este caso optaron por el silencio.
En tanto que, los sectores del arco productivo, principalmente de la yerba, el tabaco y la foresto industria salieron en forma unánime a rechazar y repudiar el DNU que los perjudica terriblemente en su actividad económica, sumado a que se les vuelve a cobrar retenciones a las exportaciones, cuando en la campaña se les prometió sacar impuestos, combinado con la apertura de las importaciones, que traerían resultados que golpearían fuertemente a la industria nacional, sobre todo a las pymes que son las generadoras de mayor empleo privado en el país.
Sin embargo, el gobierno de la provincia de Misiones reaccionó inmediatamente ante el avasallamiento, defendiendo a los ciudadanos con dos medidas concretas, primeramente la propuesta de el Ing. Carlos Rovira para crear un Instituto Misionero de la Yerba Mate, que regule la calidad y el precio del producto, defendiendo a los pequeños del abuso de los grandes y no dejando que se repita la crisis de los 90, y posteriormente en la justicia donde el gobernador Hugo Passalacqua anunció que presentará una cautelar en la Corte para frenar la desregulación.
Misiones se destaca por hacer, por innovar y por no esperar que la política se la digiten desde Buenos Aires, por ello, Carlos Rovira posteó en Twitter que “el producto madre de la tierra colorada no está en discusión, y los misioneros somos soberanos para cuidarlo”.
En esta línea, la diferencia no solo se observa en estas acciones, sino que proviene desde su concepción, ya que la Renovación tomó una provincia devastada y endeudada, heredada de Puerta y Schiavoni, y con mucho trabajo consiguió un equilibrio fiscal sin endeudarse y sin que el ajuste recaiga sobre la gente, como lo está haciendo el gobierno nacional. Con el complemento, de que Misiones mantuvo una salud de calidad, seguridad, educación de vanguardia e innovadora, obras públicas y crecimiento económico en todos los rubros. Por eso, el modelo Misionerista es el que la nación debería imitar.
La Casta
Al final, la casta eran las economías regionales y la clase media asalariada, lo cual genera mucha preocupación en estos sectores, como es el caso de los docentes que la intranquilidad se va acrecentando debido a que parte de su sueldo (el FONID), proviene de fondos nacionales que ahora Milei pone en duda su continuidad.
Además, la suba del transporte público y el servicio eléctrico será otro impacto al bolsillo que se sentirá con más fuerza desde enero, por eso, diversos economistas analizan las políticas económicas del actual gobierno y destacan que se está produciendo una gran transferencia de recursos de la clase media asalariada y las pymes hacia los sectores más concentrados de alimentos, energía, construcción, que son los formadores de precios.
Por Fernando Retamozo