El acelerado proceso de electrificación del transporte en los Estados Unidos, impulsado por políticas públicas orientadas hacia la sostenibilidad y la protección ambiental, está generando una importante inversión por parte de empresas mineras y automotrices para cumplir con ambiciosos objetivos de producción.
Empresas como General Motors, Ford y BMW, con las cuales mantenemos un diálogo constante en Washington DC, están planificando una transformación productiva de gran escala que enfrenta diversos desafíos. Uno de los principales retos es asegurar el suministro de litio y otros minerales críticos necesarios para la fabricación de las baterías de vehículos. La disparidad entre la oferta y la demanda ha llevado a un aumento en los precios y generado preocupación acerca de la disponibilidad suficiente de este mineral.
En este sentido, nuestro país desempeña un papel crucial en este proceso: ya somos uno de los principales proveedores de litio a Estados Unidos y tenemos la capacidad de aumentar diez veces nuestra producción, pasando de las actuales 37 mil toneladas anuales a más de 350 mil toneladas en 2030.
Las inversiones realizadas por empresas estadounidenses y de otros países, especialmente en Catamarca, Jujuy y Salta, están teniendo un impacto significativo en la producción. El potencial a corto plazo en términos de generación de empleo y creación de valor en Argentina es enorme.
Sin embargo, la reciente promulgación de la Ley para la Reducción de la Inflación por parte del presidente Joe Biden en agosto de 2022 ha generado preocupación tanto en las empresas automotrices, fabricantes de baterías y mineras como en el gobierno argentino y en otros países proveedores de Estados Unidos.
Esta legislación establece incentivos para la producción de vehículos eléctricos y sus componentes, incluyendo préstamos directos de hasta US$7.500 para la compra de vehículos eléctricos nuevos y de US$4.000 para automóviles eléctricos usados, pero con la condición de que parte de los minerales de las baterías provenga de extracciones o procesamientos realizados en Estados Unidos o en países con los que Estados Unidos tenga acuerdos de libre comercio.
Ambos gobiernos han expresado su interés en abordar esta cuestión, lo cual se ha reflejado en reuniones y eventos organizados por la embajada argentina en Washington DC, en colaboración con el Departamento de Estado y otras agencias. El tema también se abordó en intercambios de alto nivel entre los gobiernos en los últimos meses, incluso durante la reunión entre los presidentes Alberto Fernández y Joseph Biden, el pasado 29 de marzo.
Esta misma semana, la Secretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Todesca, llevó a cabo una intensa agenda de trabajo en EE.UU., tanto con el sector público como con el sector privado, para abordar esta y otras temáticas.
Se desarrolló un enriquecedor diálogo con el Departamento de Comercio, el Departamento de Estado, la Oficina del Representante Comercial (USTR), los principales centros de pensamiento de Washington y con compañías como Albemarle, Livent, Allkem, Rivian, Lilac, Río Tinto, Triangle Lithium, entre otras.
Asimismo, en el primer encuentro de la iniciativa MSP (Minerals Security Partnership), el pasado 17 de mayo, la Secretaria de Minería, Fernanda Avila, presentó proyectos de inversión en Argentina ante funcionarios de 13 países y más de 40 compañías globales. El MSP es un ámbito impulsado por Estados Unidos que reúne a países con potencial inversor en minerales críticos y a las principales empresas globales con el objetivo de consolidar las cadenas de valor y construir líneas de suministro confiables.
En la misma línea de trabajo, el año pasado reunimos a las principales agencias del gobierno de Estados Unidos y a 41 empresas interesadas en la minería estratégica, con los tres gobernadores de las provincias litíferas: Raúl Jalil, Gustavo Saénz y Gerardo Morales. El encuentro cara a cara con los mandatarios provinciales, en la sede del Departamento de Estado, fue clave para clarificar diversos ejes del proceso inversor en esos territorios.
El objetivo es consolidar esta alianza estratégica en el campo de la electromovilidad. Las inversiones e innovación del sector privado estadounidense, combinadas con la solidez de nuestro ecosistema científico-tecnológico, nos permitirá agregar valor y avanzar en la sofisticada cadena de producción de baterías, desde el carbonato de litio hasta el hidróxido de litio, los materiales catódicos y las celdas.
Nuestro diálogo cotidiano con el gobierno y las empresas de Estados Unidos apunta a profundizar esta articulación y generar el máximo beneficio posible para la Argentina en el contexto de esta oportunidad histórica.
Por Jorge Argüello – Embajador argentino en Estados Unidos