El concepto fue desarrollado por Dan Buettner luego de una larga investigación sobre salud y longevidad; hay un documental en Netflix que aborda esta temática
Dan Buettner es un escritor e investigador estadounidense, que durante años trabajó para National Geographic con el fin de investigar la vida saludable y los comportamientos de ciertas poblaciones en el mundo. Uno de sus trabajos le hizo crear el concepto de las ‘Zonas Azules’. Se trata de cinco lugares en la Tierra en donde sus habitantes superan los 90 años. Hace un tiempo se estrenó en Netflix una miniserie inspirada en su trabajo.
Las Zonas Azules se ubican en cinco ciudades en donde las poblaciones viven mucho más que el resto. Esto se debe, según la investigación, a varias cuestiones: una dieta equilibrada, ejercicio y la importancia de poner a los afectos en el primer puesto.
Okinawa, Japón
Japón es uno de los países con la esperanza de vida más larga del mundo, por lo que se especula que hay más de 50 mil centenarios. En este marco, la isla de Okinawa, una península ubicada al sur, tiene el registro de longevidad más alto del país.
Allí, los hombres llegan a vivir alrededor de 84 años y las mujeres alcanzan los 90. El riesgo de enfermedades cardiovasculares, demencia senil y Alzheimer es muy bajo a comparación con otros lugares. Según las investigaciones en esta zona, las personas mayores realizan actividad física diariamente, consumen alimentos de la isla y se relacionan con otras personas.
Mantienen presentes tres principios: el Ikigai; el moais y el Hara Habhi Bu. El primero se refiere a poseer un propósito de vida; mientras que el segundo se relaciona con las amistades y el tercero se centra en la alimentación, más específicamente en una dieta basada en vegetales, pescados y productos de la isla.
Península de Nicoya, Costa Rica
Este sector del país caribeño es muy particular porque allí los lugareños no conocen de lujos ni excentricidades, sino que solo están en contacto con la naturaleza, playas paradisíacas, frutos tropicales y trabajo duro como estilo de vida.
Los ancianos de Nicoya tienen huesos fuertes y bajas tasas de enfermedades cardíacas. Mantienen una vida social activa, además de trabajar mucho y realizar deporte a diario, de baja intensidad. Su dieta está muy relacionada con su longevidad, ya que consumen muchas frutas tropicales y las llamadas “tres hermanas” de la agricultura mesoamericana: las legumbres, el maíz y la calabaza, que les proporcionan calcio, fibra y antioxidantes.
Isla de Icaria, Grecia
Según el Centro Internacional sobre el Envejecimiento, uno de cada tres icariotes llega a los 90 años y tienden a vivir 10 más que el resto de los habitantes de Europa y América. La geografía de este lugar hace que los desplazamientos requieran de un estado físico apto, por lo que se ejercitan diariamente sin notarlo.
La dieta habitual de los lugareños es similar a la mediterránea: alimentos básicos como aceite de oliva, vino tinto, pescado, infusiones de hierbas, miel no pasteurizada, garbanzos, guisantes, lentejas y cantidades limitadas de carne, azúcar y productos lácteos.
Loma Linda, California
En este pequeño pueblo aislado por la falta de contacto con otras costumbres, los lugareños le dan una importancia fundamental a la fe y a sus creencias religiosas y aquí parece estar una de las claves de su longevidad. Suelen vivir hasta diez años más que los otros habitantes de California. Su alimentación es clave: siguen una dieta vegetariana evitando alimentos “bíblicos”.
No consumen cerdo ni carnes rojas, y tampoco pueden fumar, tomar café, ni beber alcohol. Su dieta incluye granos integrales, mucha agua, nueces, verduras, frutas frescas y legumbres.
Barbagia, Cerdeña
Por lo que reveló Dan Buettner, autor del libro The Blue Zones, en este lugar los hombres viven más que en cualquier otro lado, lo que contrario a otras regiones.
En esta isla italiana, muchos trabajaron como pastores o granjeros y en se mantienen activos. Suelen caminar varios kilómetros por día. Además, son muy respetados y forman parte vital de su comunidad. En lo referido a su alimentación, consumen leche de cabra (que reduce el colesterol y es rica en calcio), cebada molida, hinojo (alto en fibra y diurético) y la infusión de cardo mariano (antioxidante y antiinflamatorio), además de productos de sus propias huertas.