Argentina abre un frente con las provincias para dividir el tramo Santa Fe y Timbúes. La renuncia de subsecretario de Puertos de Argentina no afecta la negociación con Paraguay.
Mientras Santiago Peña aguarda la instalación de la comisión técnica con las autoridades de la Administración General de Puertos (AGP) de Argentina para fijar la nueva tarifa del peaje en la hidrovía Paraguay- Paraná, el gobierno de Javier Milei llamó a una licitación internacional para concesionar el dragado y balizamiento del tramo que va de Santa Fe a Timbúes.
Estos trabajos, que serán financiados por el sector privado, dividirá el tramo para barcazas desde la capital provincial hacia el norte, dentro de la idea de una autopista fluvial más fluida y dinámica, según el Ejecutivo del país vecino.
Esta primera intervención del presidente argentino fue bien recibida por los miembros de la Comisión de la Hidrovía, integrada por Uruguay, Brasil, Bolivia y Paraguay, que reclamaban una contraprestación que justifique el pago de la tarifa establecida de forma unilateral por Alberto Fernández en 2023.
La jugada de Milei se da en medio de las alarmas por la bajante en la hidrovía, causada por la falta de lluvias, algo que pone en riesgo el tránsito para la entrada y salida al mar de todo el comercio regional.
Desde el Ministerio de Obras Públicas, liderado por Claudia Centurión, se han invertido alrededor de 10 millones de dólares para agilizar el dragado para el paso seguro de las barcazas en diferentes puntos críticos del río Paraguay. Sin embargo, los niveles de agua en el puerto de Rosario son una amenaza para el inicio de la temporada alta de cosechas.
En medio de la indefinición de la tarifa y la bajante se produjo la renuncia del subsecretario de Puertos y Vías Navegables de Argentina, Pablo Piccirilli, pieza clave en el proceso de licitación que hoy tiene enfrentado a las provincias, especialmente a Santa Fe, que reclama mayor claridad del proyecto y saber quiénes intervendrán en los trabajos. Esto ante una posible intervención de ingenieros del Ejército de Estados Unidos, un punto que acerca a Peña y Milei.
Desde el Ministerio de Obras Públicas se han invertido 10 millones de dólares para agilizar el dragado para el paso seguro de las barcazas en diferentes puntos críticos del río Paraguay. Sin embargo, los niveles de agua en el puerto de Rosario son una amenaza para el inicio de la temporada alta de cosechas
Ante estos conflictos internos del lado argentino, las autoridades paraguayas rechazaron la posibilidad de que pueda influir en la mesa de negociación para determinar una tasa provisoria. “La renuncia del subsecretario de Puertos no influye en las negociaciones porque es otra instancia”, dijo a LPO Julio César Vera, titular de la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP). .
“En principio tuvimos que habernos reunido esta semana en Cancillería para fijar una fecha para la reunión de la mesa técnica, pero el feriado de ayer (miércoles) complicó un poco. Yo presumo que a principios de la próxima semana se fijará una fecha”, explicó el funcionario.
Cabe recordar que las empresas navieras paraguayas finalmente accedieron a pagar una tarifa intermedia a la AGP de Argentina para que los convoyes puedan circular en el tramo Santa Fe-Confluencia de la hidrovía.
A cambio, Argentina se comprometió a no retener las embarcaciones con bandera de ninguno de los miembros del Comité Intergubernamental de la hidrovía ni a impulsar el cobro compulsivo de facturas impagas que se generaron desde el mes de enero hasta la fecha.
LPO reveló en exclusivo el pasado 12 de abril que la canciller argentina Diana Mondino viajó a Brasil para acordar con el gobierno de Lula el acuerdo sobre el que está trabajando el sector privado argentino y paraguayo en este tema.
En ese momento, una fuente que trabaja en el acuerdo explicó que “la tarifa la estipulan ellos, no hay consenso porque es una cuestión de soberanía. “AGP escuchara para que haya un precio amigable”, deslizó.
A su vez, aclararon que no se trata de una mediación brasileña porque en realidad el acuerdo “está resuelto”. “Es defender lo que ya se cerró. Fue una negociación dura, a cara de perro donde nadie regaló nada. Pensaron que Milei iba a eliminar el peaje pero se dieron cuenta de que no hay plata”, concluyeron.