El Gobierno argentino negocia con China el refinanciamiento de los yuanes utilizados en 2023 por Sergio Massa, en busca de extender esos vencimientos
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) informó esta mañana a través de su informe de estados contables que entre junio y julio vence el equivalente a casi USD 4.900 millones correspondientes al tramo del swap con China utilizado en 2023. Ante la imposibilidad de afrontar esos compromisos, el Gobierno argentino mantiene conversaciones para conseguir un refinanciamiento, según fuentes del equipo económico oficial consultadas por Infobae.
Parte de esa discusión comenzó a finales de abril con la reunión que mantuvo en Bejing el titular del BCRA, Santiago Bausili, con el gobernador del Banco Popular de China, Pan Gongsheng. La agenda bilateral contempla además la reactivación de las represas de Santa Cruz, Cepernic y Néstir Kirchner, y el comercio entre ambos países.
“Durante el plazo de vigencia del swap cada Banco podrá utilizar el monto disponible en la moneda local de la otra parte para los usos autorizados en el Acuerdo. Al respecto, al 31 de diciembre de 2023 los fondos en uso son CNY 21.000.000 con vencimiento en unio de 2024 y CNY 14.000.000 con vencimiento en julio de 2024. Al 31 de diciembre 2022 los importes en uso ascendían a CNY 1.500.000 por un plazo de 3 meses con vencimiento febrero 2023 y CNY 7.000.000 por un plazo de 7 meses con vencimiento en julio 2023″, detalló la entidad en su informe de estados contables.
El economista Amilcar Collante calculó que los vencimientos de los tramos activados en yuanes son equivalentes a USD 2.906 millones en junio y USD 1.938 millones en julio. En total serían unos USD 4.844 millones. El BCRA trabaja en una refinanciación aunque no descarta pagar los compromisos, tal como había adelantado el secretario de Finanzas, Pablo Quirno. El problema es que las reservas continúan en terreno negativo.
Pan Gongshen, presidente del Banco Popular de China, recibió al titular del BCRA Santiago Bausili.
El BCRA renovó en junio del año pasado el intercambio de monedas con el Banco Popular de China (BPCh) por USD 18.000 millones que forman parte de las reservas internacionales y representan más de la mitad de ese stock. El ex ministro de Economía, Sergio Massa, utilizó USD 4.900 millones del primer tramo autorizado para afrontar pagos de importaciones, vencimientos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y con bonistas privados.
El vicepresidente de la autoridad monetaria, Vladimir Werning, incluyó el tema en su presentación del “Programa de Estabilización” en diferentes encuentros con inversores internacionales en el marco de las reuniones de primavera del Fondo y el Banco Mundial que se celebró el mes pasado en Washington.
Werning consignó en el documento que de los USD 43.000 millones de reservas brutas que había hasta el 12 de octubre pasado, antes de las elecciones generales, se utilizaron casi USD 5.000 millones del swap, se vendieron USD 18.400 millones y USD 19.600 millones respondían a deuda comercial por importaciones. Allí también precisó que las reservas netas se encontraban en USD 4.100 millones negativas al 19 de abril.
En el Gobierno argentino no hay intenciones de activar el segundo tramo por el equivalente a USD 6.500 millones que había acordado políticamente el Gobierno de Alberto Fernández y que, finalmente, nunca había sido activado formalmente.
El último Staff Report del FMI correspondiente a la última revisión del caso argentino resumió las conversaciones entre el organismo y el equipo económico que comanda Caputo: “El swap activado (USD 4.900 millones) se refinanciará en 2024, en consonancia con los esfuerzos en curso para asegurarlo”.
Milei afirmó ante Bloomberg que el swap “no se va a tocar”.
En junio de 2023 se usaron USD 900 millones para pagos a bonistas privados y USD 1.000 millones para honrar compromisos con el FMI, una herramienta inaugurada por Massa ante las tensiones por los incumplimientos del país en las metas pactadas en el acuerdo y el retraso en los desembolsos.
A fines de 2023 el presidente Alberto Fernández había anunciado la activación de un segundo tramo por USD 6.500 millones. Este medio supo que ese acuerdo se había alcanzado con el gobierno de Xi Jinping, pero el BCRA nunca envió a su par chino la solicitud de aprobación por los primeros USD 1.500 millones.
El swap tiene un carácter virtualmente secreto, ya que China nunca informa el contenido del acuerdo y obliga a sus contrapartes a seguir ese camino. Eso es lo que impide saber, por ejemplo, qué tasa de interés paga la Argentina. Mientras el swap no se activa, no genera costo alguno para las partes, es solamente un intercambio.
Cuando la Argentina pide usar los yuanes, comienza a pagar intereses estimados en 3 puntos porcentuales por encima de la tasa Shibor, un promedio de los bancos chinos. No obstante, nunca se informó oficialmente cuánto le cuesta a la Argentina financiarse con esos yuanes.
La llegada de Javier Milei a la Casa Rosada despertó dudas de cuál sería la relación con el gigante asiático, luego de que durante la campaña afirmara que no quería “hacer negocios con comunistas” al referirse a ese país. En una entrevista con Bloomberg el Presidente afirmó que no tiene la intención de “tocar” el swap de monedas
Por Agustín Maza-Infobae