La crisis interna del bloque de diputados de “La Libertad Avanza” -frustrando el nombramiento de Marcela Pagano como presidenta de la Comisión de Juicio Político- ha sido presentada como una ´interna partidaria´. Los más osados le reprochan al oficialismo un papelón político, o el no ´guardar las formas´.
Casi sin excepción, se ha encubierto o disimulado la gravedad institucional de este episodio, un verdadero golpe de la camarilla de gobierno contra el Congreso. Una reunión constitutiva de la Comisión de Juicio Político, convocada con todas las formalidades y con el debido quórum, había elegido a la diputada oficialista Pagano como presidenta de la Comisión. Intempestivamente, el titular de Diputados y también mileísta Martín Menem salió a descalificar la designación. En horas de esta mañana, el vocero Adorni señaló que el nombramiento de Pagano “nunca existió”. Como consecuencia de la crisis, el frondicista Oscar Zago, presidente del bloque, salió eyectado de su cargo y anunció su salida de LLA.
El renunciado Zago promovía una alianza parlamentaria de LLA con el PRO. El mismo Zago, en estas horas, atribuye su destitución al rechazo del núcleo más duro del mileísmo a un acuerdo permanente con el macrismo. Durante el fin de semana, ‘la jefa’ Karina Milei realizó un acto en el barrio porteño de Palermo, anunciando la constitución de LLA “como partido” en la CABA, el corazón del macrismo. Simultáneamente, Mauricio Macri le adelantaba al ´sobrino´ Santiago Caputo que el acompañamiento a Milei dejaba de ser incondicional, y que pasaría a sopesarse ´ley por ley´. El mileísmo ha puesto manos a la obra en la formación de una fuerza partidaria propia, dirigida a rodear con una capacidad de movilización a los actos de gobierno. Es la ´marca de origen´ de un gobierno de camarilla o poder personal, destinado a manejar con decretazos a las monumentales contradicciones que su gestión política no hace sino agravar.
El caso Pagano es un episodio agudo de esta tendencia bonapartista. Los Milei han desconocido la resolución de una comisión del Congreso, nada menos que aquella que eventualmente deberá discutir y dictaminar sobre una destitución del presidente ´libertario´. Pagano es una recién llegada al universo de La Libertad Avanza. En cambio, el clan Milei quiere blindar el camino de un juicio político con alguien de su riñón –según parece, el elegido sería Benegas Lynch, el vocero de la educación optativa y las bondades del trabajo infantil. Para asegurar este cometido, han perpetrado una virtual intervención del Ejecutivo sobre el Congreso. Es un anticipo de la gravedad que podría adquirir un futuro choque de poderes, particularmente en el caso que estuviera en cuestión la continuidad de la camarilla de Milei al frente del Ejecutivo. En “pequeño”, y al anular la resolución de una Comisión, Milei ha escenificado una tentativa de disolución del Parlamento. La “democracia” argentina, que en otra sala del Congreso negociaba con los golpistas la ´nueva ley ómnibus´ se ha callado la boca ante este monumental atropello político.