El mediocampista de 27 años relató lo sucedido semanas atrás cuando se dirigía al entrenamiento del Funebrero: “Calculo que fue una negligencia mía, que no me di cuenta, en algo me habré distraído”
El pasado 22 de enero una noticia dejó paralizado al deporte argentino tras conocerse que el capitán de Chacarita, Luciano Perdomo, había sufrido un brutal accidente en la ruta y peleaba por su vida. El mediocampista de 27 años logró una milagrosa recuperación tras haberse estrellado contra un camión y lentamente está en proceso de mejorarse tras pasar una semana en coma.
“Me acuerdo poco la verdad. Me acuerdo el pantallazo del camión y nada más. Iba a entrenar, calculo que fue una negligencia mía, que no me di cuenta, en algo me habré distraído. Después fueron segundos que me bajé de la camioneta, me acuerdo de eso y después ya no me acuerdo mucho”, explicó en una entrevista con F90 por ESPN.
El Puchi aseguró que no recuerda cuál fue el error que derivó en el accidente y subrayó: “En un momento no sabía en qué auto había chocado. Si era el de mi vieja o el mío. Tuve una laguna ahí cuando volví. Me di cuenta que había estado una semana en coma, que empecé a entender la situación. Abrí los ojos y todos se sorprendían que hablaba, que decía oraciones de corrido, que me quería bajar de la cama”.
Luciano Perdomo mostró detalles del duro accidente vial y cómo se recuperó
Luciano Perdomo mostró detalles del duro accidente vial y cómo se recuperó
El hecho ocurrió alrededor de las 8 de la mañana cuando conducía su vehículo Renault Kangoo por la Autopista Ezeiza-Cañuelas desde su hogar ubicado en San Miguel del Monte rumbo a la práctica del Funebrero en el predio de UTA en Moreno. Chocó con su camioneta contra un camión Mercedez Benz que transportaba bolsas de cal, según el parte policial de aquel entonces.
“Yo pude salir solo, la camioneta se prendió fuego. Yo bajo, me sangraba la nariz me acuerdo. Nosotros nos alejamos con el camionero que me socorrió, que estuvo muy atento, se quedó siempre conmigo. Agradecerle a él también porque estuvo muy bien, me ayudó. Justo estaba pasando Gendarmería y justo volvía una ambulancia para Monte. Me levantó y me llevaron. Choqué creo 8 menos 10 y a las 8 estaba en el hospital. Me acuerdo que en el hospital estaba muy asustado porque largaba mucha sangre pero estaba consciente, quería escupir y me decían “esperá” y me traían un balde. Me acuerdo que llega Sofi (su pareja), justo. Le dije ayudame por favor nada más, porque me sentía muy mal. No sabía qué me pasaba. Después me intubaron y me durmieron. Ahí me trasladan y pasó una semana, que yo pensé que había sido un día nomás”, detalló.
Emocionado, reflexionó sobre lo sucedido: “Es como volver a nacer. Fue bastante duro para todos, pero ya con la fuerza y las ganas de salir adelante”.
Luciano Perdomo es un símbolo de Chacarita
El pasado 5 de enero el mediocampista renovó su vínculo con la institución hasta finales del 2025, después de que Chacarita comprara un porcentaje del pase. Puchi Perdomo superó la barrera de los 100 partidos con la casaca del Funebrero en mayo del año pasado. Formado en las inferiores de Gimnasia de La Plata en el 2016, se fue del Lobo para recalar durante 2019 primero en Aldosivi de Mar del Plata, aunque duró solo seis meses hasta que emigró a Chacarita. Desde junio de ese año en adelante, Perdomo ganó lugar en el Funebrero y se convirtió en uno de los referentes del conjunto que peleó el año pasado el ascenso a la Liga Profesional.
Perdomo reconoció que no tenía el cinturón de seguridad colocado y que tal vez sintonizar la radio pudo haberlo distraído: “Los bomberos de Abbott junto con Gendarmería (lo asistieron). Yo no llegué al próximo pueblo que está saliendo de Monte, que es Abbott, que está a diez minutos, yo no llegué. He pasado por el lugar del accidente y no me acuerdo de nada”.
El deportista subrayó que vivir en San Miguel de Monte, a 110 kilómetros del lugar habitual de entrenamiento con Chacarita, es una decisión de vida: “Es una rutina para mi viajar, vivo allá porque es mucho más tranquilo. Se puede disfrutar de otra manera la vida. Tengo dos nenas chiquitas y por eso el viaje, que es una hora, una hora y 20. Salí una mañana como todas las demás y justo tuvo la desgracia de llevarme puesto el camión”.
El brutal accidente, que generó gran preocupación especialmente durante las primeras horas para conocer los daños reales de lo sucedido, le dejaron como saldo “la fractura del tabique y bastantes mini fracturas” en el rostro. “No hubo desplazamiento de nada y no hay que operar, hay que esperar que suelde. No como sólido, corto chiquito porque no puedo forzar para no generar movimientos. Pero en el cuerpo no me pasó nada”.
“Estuve en coma inducida una semana porque cada vez que me querían despertar me quería sacar el tubo. La primera imagen que vi fue a mi vieja y a Sofi (la pareja). Entiendo que hay un proceso que pasar, el médico me va largando de a poquito y paciencia nada más ahora. Quiero correr ya, si me dejas. Tuve el control el miércoles, me sacaron los puntos. Tuve cuatro puntos, fue increíble todo. No era mi día, es la realidad. El médico no me deja ni preguntaselo (la vuelta al fútbol), me dice de a poquito, vamos semana a semana, me ve muy bien. Esperando que cure todo”, destacó.
El hombre que porta la cinta de capitán del Funebrero también cuenta con un emprendimiento personal de venta de alimento balanceado para animales: “Nosotros a la tarde tres días a la semana tenemos el reparto. Reparto con un amigo que me da una mano”, explicó mientras contó que su pareja está esperando mellizas.
Fuente: Infobae