El expresidente Alberto Fujimori murió a los 86 años, según confirmó en su cuenta de X, su hija, Keiko. Más temprano, tras una visita al domicilio del exmandatario, su médico personal Alejandro Aguinaga había dicho que “estaba luchando” por su salud. El expresidente, que ocupó el cargo entre 1990 y 2000, y que fue condenado a prisión por vulnerar los derechos humanos, estaba siendo tratado por un cáncer.
Lo confirmó su hija, Keiko. El expresidente de Perú, Alberto Fujimori, murió a los 86 años. La noticia llegó después de que su médico de cabecera saliera ante la prensa a confirmar que el expresidente se encontraba “luchando por su salud”.
Keiko Fujimori dio a conocer el deceso del antiguo mandatario tras una larga lucha contra el cáncer en su cuenta de X. Hace unos meses, la también candidata a la Presidencia de Perú, había anunciado que su padre buscaría volver a gobernar el país y se presentaría a las próximas elecciones en 2026.
La figura de Fujimori dividió al país —durante y después de su mandato—. El expresidente, que gobernó Perú de 1990 al 2000, fue condenado a 25 años de prisión por violentar derechos humanos. Específicamente, por dos matanzas de civiles perpetradas por un escuadrón del Ejército en el marco de la lucha contra el grupo Sendero Luminoso a principios de la década de 1990.
Horas antes de la confirmación de su hija, varias figuras cercanas a la familia, como el vocero partido fujimorista Fuerza Popular, Miguel Torres, habían dicho a los reporteros presentes que el exmandatario estaba “pasando por un momento difícil”. Torres pidió a sus seguidores “orar por el presidente”.
Con 86 años, a Fujimori se le vio en público por última vez hace una semana, el pasado 5 de septiembre, cuando salió del hospital después de hacerse una tomografía, según pudo decir el propio expresidente por su propia voz.
En mayo pasado, Fujimori informó que se le había detectado un tumor maligno en la lengua, tras padecer por más de 27 años una lesión cancerígena. Desde entonces, era tratado por esa enfermedad y había tenido una serie de recaídas.
Una figura que dividió a Perú
El expresidente peruano marcó la historia reciente de Perú como pocos otros políticos. Por sus simpatizantes ha sido recordado por haber impulsado el crecimiento económico del país. Entre los logros que resaltan sus defensores, el expresidente logró contrarrestar la hiperinflación que vivía el país —que había dejado a millones de peruanos sin trabajo—. También privatizó decenas de empresas estatales y redujo los aranceles comerciales. Bajo su liderazgo, la economía de Perú se convirtió en una de las más estables de la región.
Pero, durante su último mandato, una serie de acusaciones en su contra comenzaron a salir a la escena pública del país. Sus detractores catalogaban a Fujimori como un autócrata después de que utilizara tanques militares para cerrar el Congreso en 1992 y tomarse las sedes judiciales, una fecha recordada por un autogolpe liderado por Fujimori con ayuda del Ejército.
También recibió múltiples críticas por haber reformado la Constitución a su conveniencia. En el 2000, ganó las terceras elecciones presidenciales luego de haber modificado la Carta Magna para poder postularse.
A esas acusaciones se le sumaron una serie de procesos por haber violado los derechos humanos durante su mandato. Entre las que se encuentra el caso de las esterilizaciones forzadas en el país. Se calcula que dejó a casi 300.000 personas afectadas, la inmensa mayoría mujeres.
Además, de las acusaciones por actos de violencia indiscriminados contra inocentes y también el uso de escuadrones de la muerte en su batalla contra los militantes de Sendero Luminoso.
En medio de escándalos por corrupción, en el 2000, Fujimori huyó a Japón, dimitiendo por un Fax. Lo hizo después de que aparecieran videos de su principal asesor y jefe de espionaje, Vladimiro Montesinos, repartiendo dinero para sobornar a políticos.
Montesinos fue posteriormente capturado en Venezuela y encarcelado, condenado por la evidencia que contenían estas cintas.
Pero, en el 2005, Fujimori decidió regresar a Perú, aparentemente con la esperanza de obtener perdón y regresar a la política.
Sin embargo, fue detenido durante una escala en Chile, extraditado a Perú en 2007 y en 2009 fue declarado culpable y condenado a 25 años de prisión por dos matanzas de civiles perpetradas por un escuadrón del Ejército.
Ola de reacciones por la muerte de Fujimori
El Gobierno de Perú transmitió sus condolencias a la familia del expresidente. El primer ministro, Gustavo Adrianzén, detalló en una rueda de prensa: “Queremos expresar nuestras condolencias a familiares, amigos y partidarios de quien fuera el presidente Alberto Fujimori”. Además, comentó que “las autoridades tomarán contacto con la familia para que, en coordinación con ellos, se decida cuál es la voluntad”.
La Presidencia de la República también se pronunció a través de la red social X, lamentando “el sensible fallecimiento” de Fujimori y transmitiendo sus “sentidas condolencias a la familia”. Según el protocolo oficial, se izará a media asta el pabellón nacional y se decretará duelo oficial el día de la inhumación de los restos mortales, mientras que el traslado del cuerpo al velatorio se realizará en privado, con exequias oficiales encabezadas por la presidenta Dina Boluarte o su representante.
Mientras, políticos de diversas formaciones han ofrecido sus mensajes de condolencia. Eduardo Salhuana, presidente del Congreso y militante de Alianza para el Progreso, expresó: “Que Dios lo acoja en su seno y brinde tranquilidad y sosiego a sus deudos. Que en paz descanse”.
El expresidente peruano Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), quien otorgó un indulto humanitario en 2017 a Fujimori, también se pronunció en sus redes sociales. Mandó sus “sentidas condolencias a la familia del presidente Alberto Fujimori” y dijo que fue “una persona muy importante en la historia” de Perú.
Pero las redes también se inundaron de mensajes en los que se recalcaban los procesos judiciales pendientes que dejó el presidente y varias organizaciones de víctimas de Perú aseguraron que el expresidente no contó “la verdad” sobre lo sucedido en los casos como los de las esterilizaciones forzadas.
“Nosotras no olvidamos las masacres, matanzas, desapariciones, asesinatos y las esterilizaciones forzadas de más de 280 mil mujeres”, afirmó el grupo feminista ‘Ni Una Menos-Los Olivos’.
Por France24 con EFE, Reuters y AFP